La nueva maquinaria mediática está apoderándose del planeta y nadie puede negar que estos aparatos están tomando cada vez más el control de todos los aspectos de nuestra vida. Las herramientas que se encuentran disponibles hoy en día como la realidad aumentada y la realidad virtual, no son de fácil acceso para los artistas, pero en el futuro, cuando se conviertan en algo accesible y menos costoso, los artistas tendrán que tomar decisiones. Podrán celebrar las posibilidades de nuevas tecnologías inmersivas, o bien introducir una fricción creando focos de resistencia o, al menos zonas de experimentación y juego. Nuestras instituciones artísticas se transformarán también, y los coleccionistas de arte habrán descubierto el mundo de objetos digitales únicos, también llamados NFT ́s (Non Fundible Token - Token no fungible).

El escritor argentino Marcelo Cohen creó el Delta Panorámico, un mundo futurista extrañamente similar al nuestro. Sus sombrías visiones de formas de consciencia creadas a través de las tecnologías que dominan nuestra vida diaria pueden parecer distópicas, pero sin duda están tomando terreno en nuestro mundo. Pareciera estar trabajando en una tradición argentina que nos recuerda al amigo de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares autor de La invención de Morel. Una especie de novela de ciencia ficción en la cual un fugitivo, Morel, se esconde en soledad al aire libre en una isla. El personaje descubre que la isla está poblada con gente glamorosa que baila y nada en una pileta, como si estuviesen visitando un resort de verano como Marienbad. Resulta que La Invención de Morel es una máquina de video holográfico-diabólica que graba y “captura” todos los sentidos en tres dimensiones. Es un dispositivo satánico porque destruye a los sujetos en el proceso de grabación, pudriendo la piel, la carne y los huesos. El hecho de que mencione a Marienbad se debe a que se tiene certeza de que El último año en Marienbad de Alain Resnais se basa en realidad en esta fantasía argentina, y que hay que entender que los protagonistas del clásico de Resnais son en realidad hologramas que habitan en un laberinto virtual, de lo contrario, la trama de la película resultaría incomprensible. ¿Cuál es el papel del arte en un mundo atravesado por máquinas digitales? ¿Qué puede hacer el arte en las redes del Delta Panorámico?

Ya en 1960, John Cage exploró cómo los medios electrónicos han expandido la mente humana más allá de lo individual y la han convertido en un hecho social. “Creo -y actúo conforme a esto- en la declaración de Marshall McLuhan quien afirma que a través de la tecnología electrónica hemos producido una extensión de nuestros cerebros hacia un mundo que anteriormente estaba fuera, a nuestro alrededor*”. El sistema nervioso humano ya no se encuentra dentro de nosotros, sino fuera, allí donde los medios electrónicos nos permiten reunirnos con nuestros amigos en entornos virtuales.

¿Cómo se expandirán exactamente en los nuevos medios las formas de experimentar el arte? -AR, VR y Realidad mixta- ¿Cambiará al arte este giro virtual, del mismo modo en que las técnicas fotográficas y la distribución masiva en su momento alteraron nuestra comprensión de lo que puede ser una obra de arte? El influyente ensayo de 1935 de Walter Benjamin sobre la reproducción mecánica comienza con una cita del poeta francés Paul Valéry: "Debemos esperar que grandes innovaciones transformen toda la técnica de las artes, afectando así la invención artística misma y tal vez incluso provocando un cambio asombroso en nuestra noción misma del arte**”.

Benjamin exploró una variedad de maquinarias ópticas y dispositivos proto- cinematográficos llamados diorama, ciclorama y, por supuesto, el muy popular Kaiserpanorama, una sensacional máquina de visualización que experimentó cuando era niño en Berlín alrededor de 1900. John Ruskin fue uno de sus primeros admiradores. La palabra “panorama” es un neologismo tomado del griego y significa “todo lo ve”; los panoramas de hoy no son construcciones físicas, se vuelven visibles a través de teléfonos inteligentes y otros dispositivos. La exposición Un panorama de este mundo nos permite vislumbrar un nuevo futuro. El delta panorámico de Cohen, nos parece, ha llegado. Con algunos de los artistas más importantes de la actualidad nos encontramos hoy explorando las islas electrónicas.


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Daniel Birnbaum
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Daniel Birnbaum (Suecia, 1963) es crítico de arte, teórico, curador y exdirector del Museo de Arte Moderno (Moderna Museet) de Estocolmo. En la actualidad es el director artístico de Acute Art en Londres. Desde 1989 hasta 1997, Birnbaum trabajó como curador independiente y crítico de arte en el periódico sueco Dagens Nyheter. En 1998 se doctoró en la Universidad de Estocolmo con una tesis sobre Edmund Husserl. Es redactor de la revista internacional de arte Artforum, y ha escrito extensamente sobre arte y filosofía para revistas como Parkett y Frieze. También ha trabajado como director de IASPIS (Programa Internacional para Artistas Visuales del Comité Sueco de Subvenciones Artísticas). En el año 2000, se  convirtió en director de la Städelschule, en Fráncfort del Meno, una de las academias de  arte más experimentales de Europa. Durante su estancia en esta institución de bellas  artes, también presidió Portikus, el centro de exposiciones de Städelschule, también  conocido como uno de los principales lugares de arte contemporáneo en Alemania. Fue  co-curador de la sección internacional de la Bienal de Venecia (2003) y director artístico de la 53ª Bienal de Venecia (2009). Birnbaum también trabajó como co-curador de la  primera y segunda Bienal de Arte Contemporáneo de Moscú en 2005 y 2007, y fue  miembro del jurado del Premio Turner (2008). También cofundó la Fundación Zero en  Düsseldorf en 2008. En 2010, se convirtió en director del Moderna Museet de Estocolmo,  revitalizando el legado experimental del museo. Daniel Birnbaum ha exhibido la obra de  artistas clave en una fase muy temprana de sus carreras, entre ellas la del reconocido  artista Olafur Eliasson. Desde 2003 es editor, junto con Isabelle Graw, de la serie Institut  für Kunstkritik, publicada por Sternberg Press. Birnbaum se ha incorporado recientemente  a la Fundación Hilma af Klint como miembro adjunto del consejo y asesor especial de  programas internacionales. Ha sido curador de Hilma af Klint: Painting the Unseen en  Serpentine Galleries (2016) y la exposición 'Hilma af Klint: Mundos posibles' en la  Pinacoteca de Sao Paulo.  

Lo que dice el mundo, es el mundo
Solana Chehtman | co-curadora

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(Alt: Panorama / Cosmorama - Definition of Cosmorama: an exhibition of views of various parts of the world made to appear realistic by mirrors, lenses, and illumination.)

“La percepción directa quedaba descartada por definición. Y sin embargo, era inevitable que la mediación cayera, no tanto por su eliminación como por un exceso que la volvía mundo y permitía aprehender al mundo mismo, desnudo y primigenio, en sus signos. Al fin de cuentas, es algo que pasa en la vida de todos los días. (...) A un pintor le pasa lo mismo, mutatis mutandis, con el mundo visible. Le pasaba al pintor viajero. Lo que decía el mundo era el mundo.” (César Aira, Un episodio en la vida del pintor viajero.)

Fundación Proa presenta Un panorama de este mundo, una nueva exhibición de obras de arte que se experimentan en realidad aumentada (RA). En tiempos en que hechos inesperados a nivel mundial nos han obligado a recurrir a la tecnología para mediar nuestro mundo público y privado Un panorama de este mundo transforma un par de cuadras muy trajinadas del barrio de La Boca en un sitio de encuentros aleatorios y maravillosos con arte público, internacional y gratuito, en la ciudad y con los demás.

Las plataformas tecnológicas usualmente orientadas al escapismo y el hedonismo esta vez nos invitan a romper deliberadamente los límites de la percepción cotidiana y aventurarnos en esa “intersección” entre el mundo real y el mundo imaginario.

Esta muestra existe en la intersección entre lo visible y lo invisible, entre lo posible y lo imposible, entre la existencia y la inexistencia, entre lo imaginario y la realidad, suscitando en nosotros la sorpresa del descubrimiento y todavía más, de la creación: la acción de insuflar vida a nuevos mundos extraordinarios.

Empecemos el recorrido frente a la fachada de Fundación Proa, y descubrimos una de las inmensas y coloridas arañas del artista argentino radicado en Berlín, Tomás Saraceno Maratus speciosus (2020). Aunque tiene reminiscencias de Maman, la obra de Louise Bourgeois instalada en ese mismo lugar hace una década, la araña de Saraceno encarna todo lo opuesto: es una aliada amigable, símbolo de la interconectividad, de la apertura y de la activación de todos los sentidos, al punto de cuestionar la centralidad de los humanos en el mundo de nuestros tiempos.

Cruzando la calle nos encontramos con Lune (2020), de Julie Curtiss, el retrato de una mujer desnuda vista de espaldas. ¿Lográs verle la cara? A esta joven artista nacida en París y radicada en Nueva York le gusta crear suspenso con una combinación precisa de humor y mordacidad, contraponiendo la sensación de familiaridad con el surrealismo. Interesada en los diversos aspectos que puede adoptar la identidad femenina, especialmente a través de las nociones opuestas de Naturaleza y Cultura, Curtiss nos hace una enigmática invitación a reflexionar sobre la idea de un yo no-fijo y en constante cambio, el arquetipo de una mujer fusionada con la naturaleza, su impulso animal.

Más allá en el recorrido, hacia la baranda de la costanera, encontramos HOLIDAY SPACE, 2020, del artista norteamericano KAWS, la versión “astronauta plateado” del muy reconocible personaje Companion, el primer juguete que el artista creó hace 20 años en base a sus grafitis y dibujos animados originales. ¿Por qué se está tapando los ojos? Con su superficie reflejante, esta pieza responde a su entorno y se convierte en una obra interactiva ideal.

De esta manera concluimos la primera parte del recorrido y luego aparecerán nuevas obras y artistas.

Gigant DOKU (2020) de la artista Lu Yang bailando ante nosotros, interceptándonos en el camino. Ese gigantesco avatar asexual cubierto de tatuajes y creado por la artista trans- medio y trans-disciplinario a partir de capturas 3D de su propio rostro nos transporta inmediatamente al mundo del animé o el videojuego, reimaginando y redefiniendo el futuro de la cultura popular y los mundos híbridos.

Cerca del Riachuelo, se encuentra Density | Prerequisites 7 series (2019), de Koo Jeonh A, una obra que nos refresca y al mismo tiempo nos concientiza sobre el impacto del calentamiento global y el aumento de las temperaturas, al hacernos interactuar con un enorme bloque de hielo translúcido que se derrite. Basada en sus detallados dibujos a mano y en mapas ambientales, esta obra de la artista nacida en Corea del Sur y radicada en París refleja y refracta de manera sorprendente todo su entorno, donde sea que se la coloque, y al mismo tiempo interactúa de manera única con el espectador. Convencida de que “nada es meramente común”, Koo incorpora a sus obras ciertos objetos cotidianos efímeros, para invadir caprichosamente los espacios familiares y resaltar el aspecto poético de lo mundano

Volvamos finalmente al edificio de Fundación Proa, contemplamos a el Amigo imaginario Imaginary Friend (2020), de Nina Chanel Abney. El personaje —creado por esta artista estadounidense que trabaja en la intersección de temas como la raza y la religión—, está inspirado en las hadas madrinas de los dibujos animados y hace pensar en un sabio que bendice a un amigo y lo aconseja, a pesar de que ese amigo se resiste a aceptar todo lo bueno que puede pasarle. Aparece sentado meditando sobre la fachada de Proa dándoles la bienvenida.

¿Qué pasa cuando el mundo exterior se mete en los interiores? Podemos dejar volar la imaginación con estos “gabinetes de curiosidades”, una moda que comenzó en Europa a mediados del siglo XVI para guardar colecciones de objetos exóticos, y de la que Olafur Eliasson toma el nombre para esta obra. El artista de origen nórdico y radicado en Berlín hace brillar la cúpula del edificio de Proa con una esfera resplandeciente que funciona como representación del sol. La nube que hace llover en el interior de la sala y el parche de hierba florida que crece en el suelo seco y podemos observar al detalle confunden nuestros sentidos y nuestra percepción, y nos permite volver a imaginar un mundo donde la naturaleza y el entorno construido por el hombre colaboran para crear rincones de felicidad.

Con su exploración de lenguajes propios de diferentes culturas visuales de todo el mundo, estas obras establecen proporciones, funciones y relaciones superlativas y totalmente fuera de lo común con el cuerpo humano.

Juntas, son una provocación activa a la imaginación, para inventar y crear nuevos significados a través del juego, la interacción y el ingenio. Son una invitación a experimentar y dejarse llevar por un juego de contar historias: continuar el relato, habitarlo, intervenir o perderse en él. Además, son una puerta abierta a nuevos encuentros e intercambios, tanto imaginarios como reales. Estas obras de arte se activan mediante acciones compartidas, basadas en cierta mutua generosidad, tanto como práctica social como proceso colectivo.

Gracias a esa yuxtaposición con el barrio, La Boca es mucho más que un telón de fondo: se convierte en un escenario expandido. Nos convocan a re-enfocar la mirada en esos rincones que ya conocemos, en su relación con el río, sus detalles, y mirar a nuestro alrededor una vez más, con ojos nuevos. La contemplación se transforma en un juego de intervenciones que nos conecta fuertemente al lugar donde nos encontramos. El espacio público, construido, compartido, disputado, se vuelve propio, un espacio que podemos habitar de manera activa, lúdica y colectiva. No se trata de reconocer ese espacio: se trata de construirlo. ¡Salgamos ya mismo y empecemos!

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Solana Chehtman
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Solana Chehtman es Directora de prácticas creativas e impacto social en The Shed, una nueva organización cultural multidisciplinaria inaugurada en 2019 en la ciudad de Nueva York. En sus más de 15 años como productora cultural, curadora y
especialista en programación pública, ha convocado y colaborado con artistas, públicos y otras organizaciones culturales al servicio de la construcción comunitaria, el fortalecimiento de la participación cívica, y el cambio y la justicia social. Previamente se desempeñó como vicepresidenta de actividades públicas en el High Line, donde por cinco años conceptualizó, curó e implementó estrategias auténticas de conexión creativa con públicos locales a través de experiencias artísticas experimentales y participativas. Desde su llegada a Nueva York en 2012, ha colaborado con una serie de organizaciones culturales, incluyendo Creative Time, el New Museum, el Queens Museum, el Museo de Arte Moderno y el Tribeca Film Institute. Solana se graduó de la Universidad Di Tella con un BA en estudios internacionales, y de Teachers College, Columbia University con un EdM en política educativa. Desde 2018 es profesora adjunta en el Master en Administración de Artes de la City University of New York (CUNY).