La despedida
30.04.2013
Fin del Centro Cultural Nómade. Antes de que llegue el verdadero frío otoñal. O, peor, invernal. Fue nuestro último fin de semana, justo el mismo en que inauguró Algunos Artistas / 90 – HOY, la nueva exhibición de Proa. Y aunque el sábado nos interrumpió la lluvia, el domingo nos despedimos con un montón de actividades: dibujamos, visitamos la muestra y hasta invitamos una murga.
Las cosas venían gestándose de antes. El fin de semana anterior habíamos dejado unos papeles de colores a los visitantes del Nómade y a los chicos de la Casa del Niño y del Adolescente de La Boca. La idea era que, durante la semana, los usasen para hacer autorretratos y también para retratar a los miembros de su familia. Al llegar al CCN, fuimos armando un gran mosaico con todos los retratos. Quienes no lo habían hecho, podían hacerlo ahí mismo y luego sumarlo al resto.
Luego entramos a la Fundación para ver la exhibición. Una de las educadoras nos dio una visita guiada y estuvimos un rato viendo las obras, que son muchas, con gran atención. ¡Algunos hasta tomaron nota!
Preparando la llegada de la murga de SOS Infantil, a las 16.30 empezamos a maquillarnos. Motivos murgueros: fileteados, lágrimas, corazones, sombras y figuras en la cara, alrededor de los ojos. El Nómade se convirtió en el escenario para el ritmo y el baile, y alrededor se empezaron a acumularse decenas y decenas de personas que miraban el espectáculo desde la vereda, desde la calle, desde la vereda de enfrente, incluso desde dentro de Proa.
Así, ante todo el barrio, dimos nuestra fiesta de despedida.
Kamishibai, un teatro de papel
24.04.2013
Dentro del inagotable repertorio de curiosidades japonesas, que abarca desde papeles doblados hasta árboles en miniatura, figura el Kamishibai, una suerte de teatro de dibujos. Literalmente, un "drama de papel". Es a la vez un artefacto y una forma de contar historias. Una delgada caja de madera desdobla su cubierta en tres hojas: dos laterales, que parecen un par de puertas vaivén, y una superior que queda como dintel. La cubierta es ahora un marco vacío y el interior de la caja, un minúsculo escenario. Ahí dentro, una serie de dibujos u objetos desfilan de la mano del gaito kamishibaiya, el cuentista, que les da palabra tal como lo viene haciendo desde el siglo XII, cuando los monjes budistas inventaron el teatro Kamishibai para contar fábulas a los iletrados. Este fin de semana lo hicimos nosotros en el Nómade, honrando esta -casi- milenaria tradición oriental.
Para la actividad invitamos a Carmen Kohan, especialista en el tema. Dentro del container del CCN, presentó la obra "Un sueño muy turquesa", tanto para contarnos una historia como para mostrarnos cómo funciona un Kamishibai. Terminada la función, invitamos a todos a armar su propio teatrito de papel japonés, individualmente o en grupo y con la temática de la obra: los sueños. Con cartulina, telgopor, alambres, papeles de colores, lápices y más y más útiles, fabricamos las cajas, sus personajes y sus escenarios.
Una vez terminado el Kamishibai, pasábamos a ensayar nuestra obra. Probábamos cómo situar los personajes, cómo moverlos, cómo ir contando la historia para presentarlos luego en el container. Así finalizamos la actividad: con un festival de Kamishibais.
Carpintería y juguetes
17.04.2013
Dado que en el Centro Cultural Nómade se basa en su relación con el barrio de La Boca y su gente, este fin de semana decidimos trabajar con maderas que donó la familia Gagtenberg, que tiene una carpintería en la misma manzana de Proa. Nos dieron un montón de retazos de madera de distintos tamaños y formas y con eso montamos nuestro propio taller de carpintería para fabricar juguetes.
Según lo que queríamos armar, uníamos las piezas con cola, tornillos autoperforantes o bullones. Las primeros dos servían muy para fijar las partes, mientras que los bullones permitían dar cierta movilidad y lograr así juguetes articulados.
Una que teníamos la pieza hecha, pasábamos al sector de pintura para darles color y todos los detalles que quisiéramos.
Entre los juguetes aparecieron animales, personas, robots y estructuras grandes que armaban lugares y escenarios.
Tarjetas de intercambio
9.04.2013
En el mundo del arte hay algo conocido como ATCs: Artist Trading Cards, algo así como "tarjetas de intercambio de artistas" en inglés. Son pequeñas obras definidas únicamente por dos condiciones. Una es su tamaño, de 64 mm x 89 mm, un formato como de figurita. La otra, como lo indica su nombre, el intercambio. Uno hace las tarjetas para cambiarlas por las que hacen otros. Es una práctica que se realiza hace años muchos años en todas partes del mundo y cuyo objetivo es poder hacerse con una pequeña y variada colección de arte, habiendo hecho, a la vez, obras que integren las colecciones ajenas. Todo esto íbamos explicando a los participantes que iban llegando al Centro Cultural Nómade, antes de que ellos mismos se pusiesen a fabricar sus propias ATCs.
La técnica fue libre: las ATCs podían hacerse con marcadores, con lápiz, con recortes de diario para formar un collage o con todo eso a la vez. Podrían ser abstractas o realistas, monocromáticas o a color. Partiendo de esa libertad, precisamos algunas consignas para hacer tarjetas de distintos tipos.
Unas, por ejemplo, eran las "ATCs objetuales": en una bolsa de tela se encontraban un montón de objetos que debíamos ir sacando para armar nuestra tarjeta. Las "ATCs exquisitas" en cambio, se basaban en el principio del famoso "cadáver exquisito": uno debía trabajar sobre una tarjeta previamente intervenido por otro. Más tradicionales, las "ATCs temáticas" partían de una palabra escrita en un papel tomado al azar de una caja: "ciudad", "monstruos", "naturaleza" daban ideas para hacer la obra.
Así fueron saliendo obras de lo más distintas, desde diseños simples a composiciones complejas, divertidas y raras. Al final venía el momento del intercambio: cada uno cambiaba las tarjetas que había hecho por las de varios otros participantes, de modo que al final de la jornada cada uno se fue con su propia colección de ATCs.
Tres días de juegos
04.04.2013
Por el fin de semana largo, no hicimos dos sino tres días de Nómade: sábado, domingo y lunes. Y en lugar de los talleres y actividades habituales, decidimos hacer un fin de semana enteramente lúdico: juegos y más juegos, aunque siempre colando un poco de arte en el medio.
Dividimos los juegos y el espacio mismo del Nómade -más grande que lo de costumbre- en tres sectores. Por un lado, juegos tradicionales, tan tradicionales como la rayuela. También había una soga para saltar, un aro para mover la cintura, una pequeña pista de bolos y un juego de emboque que armamos usando aros que debíamos embocar en los conos característicos del CCN.
El segundo sector estaba destinado a la construcción: con papel, cartulina, marcadores y demás útiles armamos cometas y aciones, y con unas canicas armamos trompos. Los aviones se batían en competencia y las cometas volaban por toda la vereda, incluso hasta los árboles del otro lado de la calle.
Por último, una actividad de exploración. Teníamos que ir al Museo Quinquela Martín y encontrar una serie de elementos alusivos a su vida y su obra: un casco con el que pintaba obras de grandes dimensiones, por ejemplo, o identificar la ventana desde la que pintaba el paisaje de La Boca. Además, en la terraza del museo hay un Museo de Escultores Argentinos que también estábamos invitados a recorrer.
Aunque el lunes se nos cortó algo antes por la lluvia, estuvimos muy animados los tres días. El fin de semana que viene volveremos a los dos días de siempre para hacer algo nuevo: tarjetas artísticas de intercambio.
El mundo de los libros
27.03.2013
El container del Centro Cultural Nómade se convirtió en la puerta de acceso a otro mundo. Luz invertida, negra, en un espacio que parece estar a oscuras pero cuyos rincones brillan con colores fluorescentes, con personajes fantásticos que cuelgan de los techos, con objetos imaginados en alguno de los libros que teníamos apilados en una esquina. De ahí salieron las actividades de este fin de semana, de los libros. Decidimos hacer con el container lo mismo que ellos hacen con sus páginas: corrernos de la realidad cotidiana hacia una fantástica.
Para entrar había una condición, un acertijo, o dos: "Cruza los ríos, también los mares, vuela sin alas a todas partes, ¿qué es?" / "Tengo hojas sin ser árbol, te hablo sin tener voz, si me abres no me quejo, ¿quién soy?". La respuesta era, justamente, "un libro". Luego de resolver la adivinanza, los participantes podían entrar al reino imaginario del CCN. Entre los colores y los objetos, entre las melodías de una música que sonaba de fondo, debían elegir un libro y llevárselo para leer. Los más grandes tenían la opción de escuchar dos cuentos, Continuidad de los parques y Casa tomada, narrados por el propio Cortázar.
Una vez leídos o escuchados los cuentos, pasamos a dar relieve a sus páginas. Con papel blanco y flúor construimos esculturas, móviles y máscaras que remitieran a alguno de los personajes, los lugares u objetos de la narración, trayéndolos así a nuestro mundo. Lo hacíamos, sin embargo, para devolverlos a la fantasía: los trabajos terminados iban colgándose dentro del container e iban enriqueciendo ese mundo paralelo y extraño.
¡Videos de las animaciones!
26.03.2013
Dos videos con las animaciones que hicimos el fin de semana pasado: el primero con las que hicimos al aire libre y el segundo con las que filmamos dentro del container, usando como fondo imágenes dibujadas por los participantes y ampliadas con un proyector casero.
Más animación en el Nómade
18.03.2013
La animación volvió al CCN. Tal como lo hicimos en enero, invitamos otra vez a miembros de El Gran Aula para hacer nuestros propios cortos animados, sumando además algunos elementos nuevos. Antes que nada, empezamos trabajando con "chatarra tecnológica": partes de computadoras desarmadas, de equipos de audio, tuercas, tornillos, etc. Las piezas estaban pintadas con los colores que se ven acá en La Boca, y las usamos justamente para armar estructuras propias del barrio y del paisaje de Proa, como puentes, grúas y máquinas diversas.
Con esos objetos luego armamos las animaciones, que fueron de dos tipos. Para una tomamos un viejo monitor desarmado y lo usamos para enmarcar la toma, de modo que el escenario era el entorno del Nómade recortado por el rectángulo del monitor. Las otras se hicieron con escenarios creados por nosotros: sobre unas películas transparentes hicimos varios dibujos de distintos lugares y las proyectamos dentro del container con un proyector casero. Con la imagen de fondo, montábamos los objetos, les sacábamos una foto, luego lo movíamos apenas, sacábamos otra foto y así hasta tener varias fotografías que de corrido formaban la animación.
El domingo a las 17 y a las 17.30 convertimos el container en un pequeño cine y ahí proyectamos el resultado de los trabajos.
Gabinete de curiosidades con Pablo La Padula
12.03.2013
¡La visita de Pablo La Padula fue todo un éxito! No sólo por la concurrencia, que fue muy grande, sino también por la cantidad y la calidad de los trabajos. El artista nos visitó el domingo e hicimos un taller enteramente basado en Vitrina Panopticum, su obra en la exhibición De un tiempo a esta parte. El sábado también trabajamos a partir de la exhibición, pero desde un ángulo completamente distinto: a partir de su título nos propusimos pensar el efecto del paso del tiempo sobre el entorno.
Para eso pensamos tres actividades de dibujo, una sobre el pasado, otra sobre el presente y otra sobre el futuro. La más interesante fue esta última: observando el entorno, primero dibujamos con un marcador los objetos que pertenecieran a la naturaleza; luego, en birome dibujamos tramas para generar grises. Hicimos todo sobre hojas de calcar, de modo que luego pudimos superponer los dibujos y generar transparencias bien interesantes.
El domingo, ya con la presencia de Pablo La Padula, empezamos la actividad yendo a ver su obra con él. Ahí nos explicó exhaustivamente de dónde había sacado cada uno de los objetos que pueblan su vitrina y contó que, como todo biólogo, tiene un interés muy especial por la recolección, la colección y la clasificación de objetos encontrados, sobre todo en viajes.
De regreso al Nómade, todos pasamos a oficiar un poco de biólogos seleccionando, clasificando y ordenando los materiales que La Padula había recolectado en el Tigre: hojas, pétalos de flores, corteza de árboles, partes de plantas y de desechos, corchos, chapistas, envases. Sobre una hoja blanca fuimos pegando todo de acuerdo al criterio de clasificación que se le ocurría a cada uno, y así terminamos por armar todos nuestro propio gabinete de curiosidades.
El fin de semana que viene volverán los integrantes del Gran Aula para trabajar nuevamente con animación y una novedad: la chatarra tecnológica.
Pablo La Padula en el Nómade
05.03.2013
Este domingo 10 de marzo el Centro Cultural Nómade tendrá como invitado especial a Pablo La Padula, artista cuyo obra Vitrina Panopticum integra De un tiempo a esta parte, la serie de intervenciones en el Espacio Contemporáneo curada por Olga Martínez.
La actividad comenzará con una visita a la obra, para luego hacer un taller en el que se trabajará con algunos de sus conceptos, como el de clasificación, colección y orden por un lado, y los monstruos y los desechos por el otro. La Padula traerá elementos naturales recolectados en el bosque del Tigre y con ellos los participantes podrán armar su propio gabinete de curiosidades, cada uno según un orden propio. Además, seguiremos creando personajes, esta vez inspirados en las criaturas que pueblan una de las ventanas de la obra.
Este domingo 10 de marzo en el mismo horario que el sábado: de 14.30 a 19 hs.
Monumentos para recordar
05.03.2013
Finalmente se sumó al Nómade un protagonista central del barrio de La Boca: Benito Quinquela Martín. En realidad nos acompaña todos los sábados y domingos desde la vereda de enfrente, donde está su monumento, pero este último fin de semana decidimos cruzar la calle para encontrarnos frente a frente con él y recordar su vida, su obra y todo lo que hizo por el barrio. En definitiva, lo que buscamos, siguiendo el tema con que terminamos el último taller, era la huella que dejó el artista, que tiene su símbolo en esa estatua frente a la Ribera.
A partir de ese encuentro con Quinquela Martín pensamos en cómo los monumentos sirven para evocar las huellas, para recordarlas. No casualmente, en latín monumentum significa recuerdo. Nuestra primera actividad, entonces, fue hacer entre todos un monumento para una ciudad de los niños. Con papeles, cartón, envases plásticos, cinta y demás cosas que teníamos a manos, fuimos armando un personaje en el que dejamos la huella de nuestro trabajo y nuestro taller.
Pero también quisimos hacer algo con el recuerdo en un nivel individual, íntimo. Para eso cada uno pensó en un objeto de gran valor histórico en sus vidas, de esos que se guardan y conservan con mucho cuidado por lo mucho que significan, y a partir de él armó un libro para plasmar su identidad, su historia, su mundo. En esas páginas los objetos pasaron a tener nombre, a aparecer en dibujos que conmemoraban el encuentro con su dueño, y en otros que lo imaginaban antes de ese momento, antes de estar cargados con la historia de cada uno.
La semana que viene contaremos con la participación de Pablo La Padula para una actividad especial basada en su obra Vitrina Panopticum, que integra De un tiempo a esta parte, la exhibición actual en el Espacio Contemporáneo curada por Olga Martínez. ¡Nos vemos!
Recorridos e historias
26.02.2013
Este fin de semana seguimos trabajando con la mirada, pero esta vez en relación a un aspecto fundamental: el tiempo. Igual que en la semana anterior, empezamos recorriendo las obras de las salas 4 y 5, de Yeregui, Sargón-Sigman y Rudnitzky, que plantean, cada una a su modo, un trabajo a la mirada: sea porque se desplazan, porque aparecen y desaparecen, porque juegan con la luz y la oscuridad pidiendo que miremos primero aquí y luego allá. Entonces, inspirándonos en cómo las obras van guiando nuestra observación en el tiempo, desarrollamos varias actividades bien distintas.
Cuando volvimos de ver las obras, apenas llegamos al CCN debimos cerrar los ojos y dibujar todos, en una gran hoja común, el recorrido que nuestros cuerpos habían hecho por las salas y la vereda. Más tarde, cuando estuvieron trazados los recorridos, pintamos con colores los intersticios entre las distintas líneas y, así como también sucedió la semana pasada, apareció una nueva obra colectiva con el aporte de todos.
Después pasamos a observar la vereda, buscando huellas que nos sugiriesen alguna historia, real o fantástica, para plasmarla en una historieta. Y no sólo dibujamos: a partir de esas historias construimos objetos para ayudarnos a mostrarlas y contárselas a los demás. Se armó un intercambio de lo más interesante entre participantes de lo más diversos, cada una con su historia particular.
Terminamos como habíamos empezado: con un recorrido. Con un cuadernillo que indicaba varias actividades para realizar, fuimos de paseo por Caminito. Al regresar, contamos cómo había resultado la experiencia de recorrer esta parte del barrio de un modo diferente. De esta manera se cerraba la ruta de viaje, que empezó en el CCN, pasó a Proa, volvió al Nómade, se lanzó al Caminito y terminó en el CCN nuevamente.
Distintas miradas...
19.02.2013
De trabajar el fin de semana pasado con los sonidos, con la audición, pasamos a trabajar con la mirada y las imágenes. Y así como entonces nos inspiramos en la obra de Edgardo Rudnitzky, este vez lo hicimos con la obra de Mariano Sardón y Mariano Sigman, 200 miradas recorriendo sus rostros. La idea fue entender la mirada no como un acto pasivo sino activo, que no sólo recibe sino que también construye y transforma.
A partir de la obra de Sardón hicimos tres trabajos distintos.
Uno fue la construcción de unas "máquinas para mirar": unos objetos de formas raras en cuyo interior había piezas que filtraban y reflejaban la luz. De ese modo, todo lo que observábamos resultaba distorsionado, cambiado, nuevo.
El segundo fue una composición colectiva. Nos dispusimos a observar el entorno a través de una pequeña ventana de cartón que restringía el campo de nuestra mirada, y a dibujar esa vista con lápiz blanco y cartulina negra. La condición era que cada uno de los dibujantes debía elegir una porción nueva, sin superponerse a las ya dibujadas, de modo que cada dibujo se pudiese ir sumando a los anteriores para componer un mural colectivo, lleno de pequeñas imágenes hechas por distintas personas. El resultado fue una sola obra hechas con distinos trazos y formas que reflejaban las distintas miradas de cada uno.
Por último, seguimos dibujando pero a partir de otra premisa: una ciudad animada. Mirando a nuestro alrededor, elegimos un lugar o un objeto del barrio para plasmarlo en una historieta en el que aparecía interactuando con el entorno de varias maneras. Fue un modo de registrar una mirada sobre las cosas y el barrio, sobre lo que sentimos respecto de lo que observamos.
Un carnaval con música y sonidos
13.02.2013
De trabajar el fin de semana pasado con los sonidos, con la audición, pasamos a trabajar con la mirada y las imágenes. Y así como entonces nos inspiramos en la obra del compositor del compositor Edgardo Rudnitzky, este vez lo hicimos con la obra de Mariano Sardón y Mariano Sigman, 200 miradas recorriendo sus rostros. La idea fue entender la mirada no como un acto pasivo sino activo, que no sólo recibe sino que también construye y transforma.
El sábado y el domingo seguimos la idea del fin de semana anterior, en el que se cruzaban tecnología y medio ambiente, poniendo a ambos en relación con el sonido, que está presente en los objetos y el entorno de todos los días. Así, por un lado, los chicos de El Gran Aula nos enseñaron unos instrumentos fabricados con material reciclado, y entonces nosotros nos pusimos a fabricar instrumentos propios, como xilofones hechos con botellas infladas. Por otro, invitamos a todos a traer un instrumento insospechado: la bicicleta.
Sí, usamos nuestras propias bicis para explorar varias formas en las que un objeto tan cotidiano puede servir para producir sonidos y hacer música. Juntando las bicis de todos, a la tarde tocamos todos juntos en una orquesta que dimos en llamar La Bicinfónica.
Para el lunes y el martes cambiamos el eje del taller. Los últimos dos días quisimos ver qué imágenes y sensaciones nos sugieren los sonidos. Para eso fuimos a ver la obra de Rudnitzky, pero con la cara y los ojos tapados por unas máscaras que sólo nos sacamos después de escuchar y pensar un rato acerca de lo que escuchábamos. A partir de esa experiencia, imaginamos personajes que podían producir esos sonidos que habíamos escuchado y fabricamos máscaras con su rostro.
Pero no descuidamos los instrumentos. Usando chapistas, gomitas elásticas, tanzas, CDs y demás cosas, fabricamos instrumentos y sonidos nuevos.
Así acompañamos el carnaval, con nuestra propia música.
Tecnología y Medio Ambiente
05.02.2013
La nuevas exhibiciones de Proa tienen como eje nuestra relación con la tecnología y el medio ambiente, y por eso el último fin de semana en Nómade propusimos exactamente eso: un trabajo para relacionar ambos, para utilizar la técnica para cuidar el medio ambiente.
Las consignas llegaron en forma de botellas que encontramos en el Riachuelo, cada una con un mensaje que describía una situación contaba una situación a resolver. Una tortuga que quedó atorada buscando comida, por ejemplo. A partir de estos mensajes, tuvimos que inventar distintas máquinas que ayudasen a resolver el problema.
Hacia el final, echamos mano de unos diarios viejos que estábamos usando para buscar palabras y frases que resumiesen la experiencia. Entre ellas aparecieron "libertad", "buena energía", "familia", "sacarle una sonrisa a la gente". Una linda forma de cerrar el día.
El próximo fin de semana será maratónico: sábado, domingo y los feriados lunes y martes el Centro Cultural Nómade estará en la vereda de Proa con su horario habitual.
Pintamos con luces
14.01.2013
La muestra Oxímoron en el Espacio Contemporáneo de Proa fue el puntapié para las actividades del fin de semana: los artistas Matías Duville, Jorge Miño y Luis Terán observaron el edificio y realizaron intervenciones que desafían, transforman y redefinen el espacio.
Sobre esta idea, elegimos distintos lugares del entorno, los miramos a través de espejos y caleidoscopios que construimos nosotros mismos, y los multiplicamos a través de distintas técnicas.
En el container, ayudados por linternas, "pintamos" con luz los distintos lugares elegidos y los registramos con una cámara de fotos. También lo dibujamos con lápices y construimos relatos en formato de historietas.
El resultado es esta serie de fotos:
¡El próximo fin de semana volvemos a la vereda y los invitamos a todos a sumarse al Centro Cultural Nómade!
Fin de semana animado
08.01.2013
¡Arrancamos el 2013 con un trabajo más que interesante! Con la participación de Ariel Rodríguez y Mercedes Sánchez, del Gran Aula, juntamos todas las escenografías y personajes que fabricamos los fines de semana anteriores e hicimos un trabajo de animación. ¿Cómo? Primero montamos la escena, con el lugar y el protagonista, y le sacamos una foto. Luego movíamos el personaje apenas un poquito y sacábamos otra foto. Así, con varias imágenes estáticas que después pasábamos en rápida sucesión, creamos la ilusión de movimiento.
Para que las animaciones resultasen realistas, Ariel y Mercedes nos explicaron cómo animar los personajes. Por ejemplo: si queremos que uno camine, no basta con moverlo de lugar, sino que tenemos que mover sus piernas individualmente y a partir de ese movimiento hacerlo avanzar.
La diferencia entre sábado y domingo fue que el primer día trabajamos con escenografías de cartón y el segundo con escenografías de yeso. Además, el domingo trabajamos con luz: montábamos la escenografía dentro del container del Centro, donde teníamos sombra, y ahí le montábamos luces con filtros para experimentar con distintas iluminaciones.
Entrada la tarde, convertimos el container en una especie de cine y proyectamos ahí todos los trabajos.
La semana que viene trabajaremos a partir de las intervenciones que están en exhibición en el Espacio Contemporáneo, que tienen como concepto la transformación del espacio. ¡Los esperamos en la vereda de Proa!
Personajes para animar
02.01.2013
En vísperas de fin de año, en el Centro Cultural Nómade estuvimos creando personajes para poblar los escenarios que habíamos construido el fin de semana anterior. Primero una armazón de alambre para armar el esqueleto; luego celofán para ponerle vestimenta.
La peculiaridad de los trabajos eran que podían moverse: la flexibilidad del alambre permitía que adoptasen una pose, luego otra, luego otra más. Así se lograron creaciones plásticas y divertidas.
El fin de semana que viene, las escenografías y los personajes se unirán para un trabajo especial de animación que dirigirán dos integrantes de la Gran Aula, un nuevo proyecto educativo de a77. Las producción estarán nuevamente relacionadas a la obra de Alberto Giacometti, que el miércoles 9 se despide de Proa. Además, sábado y domingo, entre las 17 y las 18, el container del Centro Cultural Nómade se convertirá en una pequeña sala de cine para proyectar las producciones realizadas en cada día.
¡Los esperamos!
Preparando el escenario
24.12.2012
El primer trabajo fue crear una figura humana; el segundo, darle un lugar. Los últimos sábado y domingo, justo antes de Navidad, en el Centro Cultural Nómade construimos escenografías posibles para ubicar nuestros personajes.
Primero vino un juego de palabras: sacamos varias palabras de distintas bolsas y terminamos formando una oración que daba la pauta de lo que debíamos construir.
A partir de las oraciones, pasamos a ensamblar formas geométricas de cartón o a construir de cero con yeso y telgopor. Salió de todo: desde una perfecta Torre Eiffel hasta escenarios abstractos.
Ahora tan solo resta un trabajo más, que realizaremos antes de fin de año, el 29 y 30 de enero, y ya estaremos listos para recibir al Gran Aula y hacer un trabajo final de animación que resumirá todo lo anterior.
Los esperamos este fin de semana.
Creación en movimiento en el Centro Cultural Nómade
19.12.2012
El fin de semana pasado empezaron los talleres del Centro Cultural Nómade en la vereda de Proa, en esta oportunidad, con la creación de esculturas en yeso inspiradas en las obras de Alberto Giacometti exhibidas en las salas.
Con una gran cantidad de público (algunos, visitantes asiduos que ya estaban esperando el regreso del Nómade), surgieron trabajos muy logrados que tocaron dos temas que ocuparon un lugar central a lo largo de la vida de Giacometti: pequeños hombrecitos en movimiento y cabezas humanas. A los bustos y figuras les agregaron color y cada participante se llevó su escultura a casa.
Chicos y grandes también hicieron "taumatopos", juguetes ópticos con forma de disco que de un lado tienen un pájaro y del otro una jaula, y que al girar rápidamente parecen formar una única imagen a partir de las dos iniciales.
Estos trabajos están encaminados hacia una gran obra final: una animación que se realizará los días 5 y 6 de enero en conjunto con El Gran Aula, el nuevo proyecto itinerante de a77. Por eso, el próximo fin de semana está enfocado a la construcción de espacios escenográficos a partir de juegos de palabras, al mejor estilo surrealista, con los que se armarán historias o situaciones para organizar la futura animación.
¡Los esperamos!
¡Este fin de semana vuelve el Centro Cultural Nómade!
12.12.2012
El Centro Cultural Nómade arranca este sábado 15 de diciembre con una actividad especialmente vinculada con Proa: un taller basado en la obra del escultor Alberto Giacometti, en exhibición hasta enero del 2013.
Una ocasión única para conocer no sólo en el mundo del artista, sino el de la escultura en general, trabajando sobre todo la figura humana y su rostro.
Estos trabajos serán el primer paso de una serie de actividades que se desarrollarán en los próximos fines de semana y cuyo objetivo será estudiar la representación del movimiento para finalmente realizar una animación.
En estos días ya se instalará el contenedor, con su jardín y sus muebles, para que ya puedas venir a la vereda de Proa a divertirte jugando y creando.
Te esperamos los sábados y domingos, de 14.30 hs a 19 hs.