08 / 07 / 2020

Llegamos a CasaSan para distribuir 1500 comidas por semana

Durante la pandemia, queremos seguir en contacto con nuestro entorno: así nace esta nueva iniciativa solidaria.

Cuidamos el barrio en el que vivimos porque entendemos que no somos un ente aislado, sino que la clave está en fortalecer la comunidad que nos rodea. En tiempos normales, dirigimos proyectos de comunidad, arte y educación orientados particularmente a las poblaciones en riesgo social porque concebimos la cultura y el arte como herramientas para el desarrollo integral de las personas. Pero en este contexto de alta sensibilidad nos vimos desafiados a encontrar nuevas maneras de acercarnos a la gente, sin acercarnos.

La solución la encontramos en pleno barrio La Boca, en alianza con fundación CasaSan, un hogar que se dedica a dar hasta 30 talleres recreativos (break dance, DJ, danzas folklóricas, karate) para unos 500 jóvenes de la zona y donde hoy esos mismos jóvenes y vecinos se acercan para poder comer. “Los chicos empezaron a llamarme y a escribirme, me contaban que la estaban pasando mal, y dije tengo que hacer algo” nos comentó Mercedes Frassia, fundadora del hogar, “necesitamos al menos 500 raciones por día y nuestra capacidad de cocinar llega a dos días por semana”.

Así nos pusimos a trabajar y comenzamos con la experiencia Café PROA. Sin dudarlo, nos propusimos cubrir tres días de la semana desde nuestra cocina. Comenzamos el desafío de diseñar una comida para 500 personas que pudiera llevarse a cabo en nuestra cocina, que fuera de calidad, que pudiera transportarse fácilmente y que cumpliera en el proceso con todas las normas de sanidad.

Trabajamos a dos metros de distancia con viseras, máscara, pulverizamos todo antes de salir, contactamos nuevos proveedores, y hoy tenemos un equipo de seis personas totalmente aceitado, listo para actuar ante cualquier emergencia en la que podamos colaborar y preparados para un posible futuro en la nueva normalidad.

¿Nuestro menu? Lunes de tortilla de papa, zapallo, perejil, hecha con huevo y maicena para cubrir la cuota de proteína, hidrato y color. Miércoles dados de hígado, alto en hierro, braseado y condimentado con cebolla, curry, comino y caldo acompañado de arroz blanco. Y, por último, viernes de polenta grillada de harina de maíz Yin Yang acompañada con pan y salsa de tomate entero, trabajada en parte con carne picada, y parte con texturizado de soja y cebolla. Así garantizamos una comida nutritiva, caliente, y fácil de repartir.

Jorge D’Agostini, encargado de nuestro café, nos compartió que la experiencia está siendo muy positiva. En la cocina están motivados por la oportunidad de hacer algo para ayudar y se vienen de distintas partes de la ciudad entusiasmados con el proyecto, y a los vecinos del barrio les encantan los platos.

Si querés ser parte de este proyecto, podés conactarte con Fundación CasaSan al teléfono 1165510290 o en sus redes:
Sitio web: www.casasan.org
Instagram @fundacioncasasan
Facebook CasaSan

Julio, 2020

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