30 / 01 / 2025
AFI 2025: charla con Lihuel González sobre “Dos personas”… perdidas en las sutilezas de la traducción
Entenderse y conectar son dos palabras que resuenan en la obra de Lihuel González, seleccionada por Fundación Proa para la edición 2025 del Artists’ Film International que se exhibe en PROA21 hasta fines de febrero. Las sutilezas y matices que se pierden en la traducción y cómo el lenguaje puede ser tanto una herramienta de conexión como una barrera, son algunos temas sobre los que se explaya en la entrevista a propósito de Dos personas, la obra con la que participa en esta exhibición.
De miércoles a domingo de 12 a 19h
Av. Pedro de Mendoza 2073
Entrada gratuita
Auspicia Tenaris – Ternium
¿Qué experiencias personales te llevaron a interesarte por el lenguaje y las personas de diferentes culturas?
Siempre me intrigó cómo cada idioma estructura una forma de pensar sobre lo que nos rodea y cómo nos entendemos a nosotros mismos como sociedad. En el 2016 fui a ver un show del cineasta Peter Greenaway que presentaban en el auditorio de la Unsam. Ese evento fue el disparador de una serie de obras relacionadas con el lenguaje y con la traducción. Lo que me cautivó ese día no fue específicamente la performance del artista sobre el escenario, sino algo que sucedió a espaldas del público. Al fondo de las butacas habían emplazado dos cabinas de traducción simultánea donde dos chicas intentaban con gran esfuerzo traducir y transmitir a toda la audiencia lo que Peter estaba diciendo. La obra comenzó, pasó un primer momento y en el cambio de traductora la magia ocurrió. A través de los auriculares, que nos habían dado al comienzo de la obra, algo raro comenzó a escucharse, gire en mi butaca para mirar hacia atrás, una mujer con la cara desencajada intentaba seguir la veloz narración del cineasta. Las palabras no coincidían, el hilo narrativo había desaparecido y una poesía surrealista emergió. La acentuación de las palabras, las comas y los puntos tenían nuevas reglas. Así es como ese encuentro se convirtió en un tema de investigación y juego para mi. Me cautivó lo que estaba sucediendo a espaldas, lo que nadie miraba. Ese fue el comienzo de una serie de trabajos sobre esto que pasa cuando traducimos de un idioma a otro, o cuando queremos traducir de un sistema distinto a las palabras.

¿Viviste en contextos donde no podías comunicarte con fluidez? ¡Cómo influyeron esas experiencias en este proyecto, y en casi todos los que desarrollaste con esta temática?
Hace un tiempo charlando Imanol Subiela sobre estos temas, me dijo que cuando uno intenta contar algo en un idioma que no es el propio por lo general nos convertimos en una peor versión de uno mismo. Cada vez que viajo o estoy en Buenos Aires pero tengo un encuentro con alguna persona extranjera es complicado hablar sobre un trabajo personal, a veces no es sencillo encontrar las palabras para transmitir lo que intente construir. Un trabajo artístico no es un trabajo mecánico: es una búsqueda poética y encontrar las palabras para poder expresarlo en otro idioma o en el propio puede ser difícil. Estas vivencias me hicieron consciente de las sutilezas y matices que se pierden en la traducción y de cómo el lenguaje puede ser tanto una herramienta de conexión como una barrera. Estas experiencias aparecen en mi trabajo a través de la representación de momentos de incomprensión, malentendidos o en la búsqueda de conexión entre personas.
¿Cómo nace esta obra y cómo elegiste los personajes?
Dos personas surgió de mi interés en lo que sucede cuando personas que no hablan el mismo idioma intentan tener una conversación. Cuando comencé con este trabajo me parecía atractivo generar encuentros donde todos los participantes estuviéramos en las mismas condiciones: no conocernos, no hablar la misma lengua y no tener una obligación con el resultado del encuentro. Estas premisas nos daban la soltura necesaria para jugar y experimentar la posibilidad de generar una comunicación e intentar conectar a pesar de las barreras lingüísticas. Fueron varios encuentros con distintas personas de diferentes orígenes, finalmente la conversación entre Zhang JingYan y Renaud Semper fue la que quedó como registro de esos momentos.
¿Qué papel juega la empatía en los procesos de comunicación y cómo se ve representada en el video?
Creo que la empatía es fundamental en la comunicación, especialmente cuando existen barreras lingüísticas. En esta obra la empatía se manifiesta en los esfuerzos de los personajes por comprenderse mutuamente, utilizando gestos, expresiones faciales y otros medios no verbales para superar las limitaciones del idioma. En el video se puede destacar la empatía como puente para la conexión más allá de las palabras.

Video instalación y activación Musical
¿De qué manera este proyecto propone repensar el lenguaje como una herramienta flexible y en constante transformación?
Creo que este proyecto da cuenta del intento por comunicarse, el esfuerzo que eso conlleva y el posible fracaso siempre latente. La comunicación se complejiza cada día más, hasta hablando el mismo idioma por momentos parece imposible entendernos. Dos personas invita a reflexionar sobre el lenguaje no sólo como un sistema estructurado de palabras y reglas, sino como una herramienta que muta constantemente.
En ese sentido ¿qué nos dice “Dos personas” sobre la universalidad del esfuerzo humano por conectar y comprender al otro, más allá de las diferencias lingüísticas?
Pienso que existe un impulso por conectar y comprender al otro, eso nos mantiene todavía hoy en pie como humanidad. En un mundo donde todo se cae a pedazos las organizaciones sociales, las comunidades, lo solidario y la compresión nos acercan un salvavidas donde por momentos pareciera no haber salida. En el video la voluntad de comunicarse y la empatía pueden superar algunas limitaciones. Una especie de utopía en la búsqueda de conexión.
¿Cuál es el propósito de toda tu obra?
Cada proyecto adquiere su forma según la necesidad que presente. Trabajo con video, fotografía, escultura y performances. Los temas que fui abordando a lo largo del tiempo son el lenguaje como problema, la traducción, la comunicación entre las personas, la puesta en escena y las historias casi invisibles que nos atraviesan como individuos dentro de una sociedad. A través de instalaciones audiovisuales, reflexiono sobre el lenguaje, las alteraciones de los traductores virtuales, las posibilidades de comunicación que brindan otros medios como la música y la danza. En los trabajos trato de señalar situaciones de encuentro entre personas y/o cosas que pueden generar tensión o un estado de reflexión y, en lo posible, una nueva oportunidad.

Lihuel González nació en 1986 en Buenos Aires. Se formó en la Universidad del Cine como Directora de Fotografía. Participó en programas de formación para artistas como la Beca FNA-Conti (2013), Beca ABC (2013) y el Programa de artistas de la Universidad Torcuato Di Tella (2014), Artistas x Artistas de Fundación El Mirador( 2019) . En 2014 y 2018 el Fondo Nacional de las Artes le otorgó la Beca a la Creación. En 2015 participó en la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires. Se le han otorgado numerosos premios y reconocimientos, como Salón Nacional de Artes Visuales tercer premio (2019), Soluma Dallas Museum of Art exposición (2018), Bienal Sur exposición (2017), Bienal de Bahía Blanca (2017), Fundación Klemm mención honorífica (2016), Beca ADM Ciudad de México (2016), MACA segundo premio (2016), entre otros.
Desde 2014 dicta clases en la Universidad de Buenos Aires.