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11 / 03 / 2019
“Aborigenes del Gran Chaco”
El sábado 16 de marzo a las 17 hs, se inaugura en la Quinta Trabucco en Vicente López la muestra de fotografías de Grete Stern, “Aborigenes del Gran Chaco”.Esta muestra se propone difundir una selección de imágenes del más importante ensayo fotográfico sobre pueblos aborígenes de nuestro territorio que se haya realizado hasta hoy, originalmente impresas en el libro Aborígenes del Gran Chaco. Fotografías de Grete Stern. 1958-1964, editado por Fundación Antorchas y Fundación CEPPA, en 2005.
Grete Stern, fotógrafa argentina, como le gustaba definirse, nació en Wuppertal-Elberfeld, Alemania. De 1923 a 1925 estudió dibujo y tipografía en la Escuela de Artes Aplicadas de Stuttgart y en 1927 se trasladó a Berlín, donde tomó cursos de fotografía con Walter Peterhans. Dos años después, con Ellen Auerbach, amiga y condiscípula, creó el estudio de fotografía comercial ringl + pit. En 1932-1933 estudió durante dos semestres en el taller de fotografía de la Bauhaus, a cargo de Peterhans; allí conoció a su futuro esposo, Horacio Coppola. En 1934, poco después de que los nazis tomaran el poder, Grete y Coppola emigraron a Londres, donde se casaron. En 1935 se trasladaron a Buenos Aires y, al año siguiente, después de volver a Londres para cerrar definitivamente su estudio, Grete retornó a la Argentina, donde residió hasta su muerte, en 1998.
Grete afianzó su actividad profesional, que además de la fotografía abarcó el diseño gráfico. En 1956 fue convocada por Jorge Romero Brest, director del Museo Nacional de Bellas Artes argentino, para organizar el taller fotográfico de éste, donde aplicó la fotografía científica al servicio de la restauración de arte; se retiró en 1970.
La obra fotográfica que Grete desarrolló en la Argentina desde que llegó hasta 1985, cuando abandonó el oficio por una pérdida de visión, es de una riqueza, variedad y profundidad ejemplares. Al principio se dedicó intensamente al retrato, por lo cual más tarde se la vinculó erróneamente a este género de un modo poco menos que exclusivo.
Empero, su obra fotográfica, sensible, honda y sutil, recorrió el estudio del paisaje, tanto natural como urbano, el reportaje social de largo aliento, la composición publicitaria, la naturaleza muerta o bodegón y el fotomontaje, con la misma precisión y rigor. El reconocimiento de su obra no fue inmediato, pero sí progresivo y firme, hasta alcanzar la alta estimación que hoy tiene no sólo en Argentina, sino también en el exterior. Actualmente las fotografías de Grete Stern forman parte de grandes colecciones públicas y privadas, nacionales y extranjeras, e ilustran importantes publicaciones, varias de ellas dedicadas exclusivamente a su obra.Aborígenes del Gran Chaco fue el último trabajo de gran aliento que hizo Grete. Su empeño no fue solamente fotográfico, sino también social y humano. Los temas que se propuso tratar fueron el hábitat y las costumbres de las distintas culturas, su creatividad artesanal y las personas mismas, a través del retrato. La idea era mostrar directa y honestamente la marginalidad en que vivían los pueblos autóctonos del norte argentino y también su capacidad para crear belleza, aun en la miseria y el desamparo. En concordancia con este propósito, Grete se ocupó muchísimo por dar a conocer estas fotografías, no tanto en calidad de obra de autor, sino principalmente como testimonio de la vida y la creación artesanal aborígenes.