PRESENTATION
Laberintos
3 de septiembre - noviembre, 2022
Organiza: Fundación Proa
Curaduría: Cecilia Jaime - Mayra Zolezzi
Auspician: Tenaris - Ternium - Tecpetrol
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Los laberintos son espacios reales, recintos de encrucijadas y dilemas mentales. “Lugares creados por el hombre para perderse” según Borges y sitios para encerrar monstruos mitológicos y literarios desde la antigüedad.
El sábado 3 de septiembre, Fundación Proa inaugura la exhibición “Laberintos” que expone ejemplos de la historia, la literatura, el cine y las artes plásticas realizando un recorrido por sus salas organizadas en cuatro núcleos temáticos.
El primero -a modo de introducción- con una video instalación 360º, muestra el origen del laberinto en el mito de Teseo y el Minotauro, posteriormente como símbolo religioso, más tarde -en el Renacimiento- en el interior del ser humano, hasta llegar a la contemporaneidad que se expande técnicamente al laberinto de la internet, considerado el más grande del mundo.
El segundo núcleo, la ciudad como laberinto, exhibe grabados de la mítica Jericó presentes en manuscritos realizados por maestros escribas, pasando por las cárceles de Giovanni Battista Piranesi y llegando a obras de artistas contemporáneos con ciudades intrincadas, reales o imaginarias, como los planos de León Ferrari, las acuarelas de Xul Solar o el molinete de Dan Graham.
El laberinto en la literatura es el tercer eje temático que presenta textos de Jorge Luis Borges, Umberto Eco, Julio Cortázar y Manuel Mujica Láinez.
Los laberintos son sagrados y paganos, representan el camino de la perdición o el de la salvación y pueden provocar, como señala Borges en una entrevista, temor pero también esperanza; temor porque estamos perdidos, esperanza porque hay un centro, un plano, una arquitectura.
En la última sala, se expone la presencia del laberinto en el cuerpo; como deja entrever Antonella Bussanich en su video, que comienza con el trazado de un laberinto en la arena en alusión al de la Catedral de Chartres, hasta transformarse en un cerebro humano a través de una yuxtaposición y fundido de imágenes . Esta idea se encuentra también en las obra de Yoan Capote -quien parte del diseño del cerebro para abordarlo como un espacio laberíntico- y Michelangelo Pistoletto, dónde el espectador pasa a ser parte de una instalación recorriendo su laberinto hasta finalmente encontrarse con el reflejo de uno mismo, cual Narciso en el agua.
En esta sala podemos encontrar ilustraciones científicas datadas del siglo XVIII del laberinto de la oreja -que da nombre a las complejas cavidades del oído interno-, confirmando la presencia de un espacio laberíntico constitutivo de nuestro organismo.
Cada una de estas propuestas está acompañada por textos de sala y actividades durante la exhibición que tienen como intención profundizar en los distintos significados, usos y adaptaciones del laberinto que le otorgan artistas nacionales e internacionales de todas las épocas, poniendo en evidencia el enigma que continúa suscitando.
ABOUT THE EXHIBITION
Interview with Adriana Rosenberg
¿Cómo surgió la exposición “Laberintos”?
La idea nació hace unos meses al reflexionar sobre la compleja problemática actual, tanto a nivel nacional como internacional. Siempre hemos considerado que las instituciones culturales deben estar en consonancia con los acontecimientos. Sucede que la realización de exposiciones internacionales requiere mucho tiempo para sellar acuerdos y, a veces, ocurre que la realidad va por un lado y las exhibiciones por el otro. Por eso tratamos de tener un calendario flexible para poder dialogar con el contexto.
¿Qué antecedentes existen en Fundación Proa que pongan en evidencia esta relación realidad-exposición?
La exposición “Ansia y Devoción. Imágenes del Presente” (2003), curada por Rodrigo Alonso, mostró la capacidad del arte de vislumbrar la realidad. Se originó en una conversación con él acerca de cómo el cine había sabido dar cuenta de los acontecimientos del 2001 y 2002 mientras que no encontrábamos un antecedente similar en las artes visuales. Unos meses después Alonso propuso la muestra; Proa movió su calendario y pudo hacerse. Valoramos el gesto de poder dialogar con la realidad.
Otro ejemplo reciente fue la muestra internacional “La Suite”, llevada a cabo durante la pandemia con mucho ingenio. Por su parte, “Arte en Juego” fue una respuesta al agotamiento del encierro por la crisis sanitaria; propusimos una situación lúdica, de juegos, de vistas al futuro. Ambas exposiciones fueron el resultado de una reflexión sobre la realidad.
En ese sentido, “Laberintos” también es una respuesta a la incertidumbre actual imaginada por los artistas.
¿Cómo se relaciona el laberinto con nuestra realidad?
Es un tiempo de perplejidad y en todo momento nos preguntamos qué sucederá en el futuro próximo, tanto nacional como internacionalmente. Estamos sumergidos en un mundo de imágenes y noticias complejas, en el que la cotidianeidad se torna muy inestable y en el que, de alguna manera, no vemos la salida. La historia nos demuestra que esto ya ha sucedido en el pasado y tratamos de buscar cómo nombrar esta percepción colectiva de gran inquietud. Surgió así el concepto de “laberinto” como una palabra que reúne una sensación, una emoción, un lugar.
¿Qué pueden hacer los espacios de arte con la idea de laberinto?
Cecilia Jaime y Mayra Zolezzi, las curadoras de la exhibición, entusiasmadas con la propuesta comenzaron a investigar y al confirmar que el laberinto estuvo presente en innumerables civilizaciones y culturas a lo largo del tiempo, propusieron la exhibición, cuyo resultado se ve en la exhibición desde la mano del arte. Conocemos el laberinto por la familiaridad con Borges y es a través de él que se abre el campo a muchas y diversas disciplinas.
El arte propone y la historia enseña. Es por eso que en la exhibición se incluyen los grabados y los relatos de mitos y fábulas. Rescatamos el hacer y la palabra de los artistas. Surgieron las voces de escritores, de directores de cine y artistas visuales y, con videos, documentos, fotografías, imágenes de la naturaleza, trazamos un extraordinario panorama acerca de lo laberintos que, al decir de Borges en su libro “Manual de zoología fantástica”: “son una casa hecha para que la gente se pierda”.
Muchos de estos creadores intentan llegar al centro del laberinto y ofrecer respuestas para buscar la salida. Convocan a la paciencia, porque el problema no es permanecer en el laberinto sino encontrar la salida; y nunca se sabe cuánto tiempo se necesitará para ello.
¿Cómo se transforma la idea laberinto en una exposición?
El laberinto es un concepto que se encuentra en todas las disciplinas. Proa es una institución dedicada al arte y por eso decidimos circunscribir la exposición al mundo artístico en todos sus lenguajes y exhibir las diversas prácticas artísticas, desde el grabado hasta la tecnología más contemporánea, como la sala envolvente de 360 grados.
¿Cómo es el relato curatorial de la muestra?
Enfocamos la mirada sobre los artistas y creadores y decidimos dividir temáticamente las salas.
Sala 1 inaugura la exhibición con una envolvente video-instalación de 360 grados. “LABIRINTI. Storia di un segno” presenta en seis minutos la historia del laberinto. Es un excepcional documento sobre la importancia del mito y su evolución histórica, realizada para la Fundación FMR [Franco Maria Ricci] en Parma.
Sala 2 presenta “La Ciudad como laberinto”. Partimos de las primeras imágenes de Jericó, la ciudad más antigua, y desde allí transitamos las prisiones de Giovanni Battista Piranesi en diálogo con los artistas argentinos Pablo Siquier, Jorge Miño, Xul Solar, Edgardo Giménez y la destacada artista brasileña Regina Silveira. En la parte central se encuentra el laberinto de Dan Graham diseñado especialmente para Proa. Esta sala reúne generaciones de artistas y técnicas muy diversas y, a la manera de los nuevos conceptos curatoriales, las imágenes se organizan formando un gran relato.
Sala 3 Dedicada al “Laberinto en la literatura y el cine”. La extraordinaria revista surrealista “Minotaure” fundada en 1932 por Albert Skira y editada por André Breton, Pierre Mabille y E. Tériade, es el antecedente que elegimos por la extensión de sentidos del Minotauro y para dar cuenta de la importancia de las vanguardias y como ellas reinterpretaron el concepto del mito de Teseo y el Minotauro. Cada uno de los 13 ejemplares está diseñado por los grandes artistas de la época: Picasso, Duchamp, Dalí, Magritte, entre muchos otros. Los artículos publicados brindan un panorama exhaustivo sobre las ideas reinantes tanto en las artes como en las ciencias.
En mayo de 1939 ocurrió una curiosa coincidencia que reunió a París con Buenos Aires. En el volumen 12-13 de “Minotaure” el verdadero Dr. Pierre Menard publicó Analyse de l’Écriture de Lautréamont (Análisis de la escritura de Lautréamont) mientras que en ese mismo mes y año Jorge L. Borges publicaba “Pierre Menard, Autor del Quijote” (N° 56, revista “Sur”).
La presencia de los escritores argentinos en esta sala se traduce en las voces e imágenes de Borges, Mujica Láinez y Cortázar, con diversas acepciones sobre el “laberinto”. Completan la escena, fotos documentales sobre los laberintos realizados en honor a Borges en Mendoza y Venecia, junto al creado en Parma.
En el auditorio construido especialmente, se rinde homenaje al cine con una pieza audiovisual realizada en Proa con las secuencias del “Laberinto en el cine”. Es un video de 35 minutos que recorre fragmentos de films, con imágenes de Orson Wells hasta David Bowie, desde 1920 hasta nuestros días.
Sala 4 cierra la exhibición proponiendo una reflexión sobre el laberinto como estado interior, con las obras de Michelangelo Pistoletto quien retoma el mito de Narciso y nos enfrenta al dilema de preguntarnos quién es Teseo y quién es el Minotauro. Horacio Zabala con su “Estoy en un Laberinto”, y Javier Bilatz con sus nuevas tecnologías nos invitan a pensar sobre el laberinto interior. La recreación de la obra de Yoan Capote sobre los lóbulos cerebrales y los dibujos anatómicos del laberinto auditivo, nos permiten preguntarnos si el laberinto está en nuestros pensamientos y en los diversos caminos de transitar la vida misma.
¿Cuál es la conclusión de la muestra?
En un año profundamente convulsionado a nivel global, donde la vida misma se ha vuelto un laberinto, es importante recordar que todos los laberintos tienen una salida, algunos, incluso dos. Intentamos brindar herramientas desde el arte, que siempre propone creatividad, nuevas ideas y maneras de ver cómo encontrar la salida, simplemente es necesario permanecer. Permanecer en los pensamientos, reflexiones, anclarse en el presente.
Uno de los grandes síntomas de la crisis y la vorágine contemporánea es la ansiedad que provoca la incertidumbre en relación al futuro, a la salida, a la resolución de los problemas. Con esta exhibición, pretendemos formular preguntas a través de obras que examinan estos temas, para invitar a los espectadores a participar de otro tiempo, diferente al de la calle. El tiempo del arte, que invita a la reflexión y en ocasiones, ofrece una salida.