Prensa Publicada

  • Título: Diversidad de lecturas
    Autor: Laura Isola
    Fecha: 28/07/2024
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    Diversidad de lecturas

    Se presenta en Fundación Proa Espejos de México, exposición que reúne un conjunto de obras de gran formato que actúa reflejando diferentes aspectos de la cultura, la historia, la diversidad y las perspectivas contemporáneas, a la vez que revela nuevas capas de significado. Abraham Cruzvillegas, Damián Ortega, Julieta Aranda y Rafael Lozano-Hemmer, destacados artistas de la escena internacional, presentan trabajos que desafían la percepción y reflejan la riqueza del arte mexicano desde enfoques menos conocidos.

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    Narrativas. El proyecto, diseñado por Proa, tiene como premisa exhibir, debatir y estudiar la monumentalidad en las obras, así como las experiencias y pensamientos que cada una de ellas concentra. | cedoc

    Laura Isola
    Laura Isola
     @lauisola
    Ayer 01:13

    Espejito, espejito, ¿de qué nos hablan estos artistas contemporáneos mexicanos? Les preguntamos a los objetos, a los murales, a las instalaciones y esculturas que son el cuerpo de la exhibición Espejos de México. Invocamos al juego y al relato infantil para indagar qué hay detrás de algunas de estas obras que, al menos en una primera mirada, parecen referir a una participación lúdica sin tensiones. Sin embargo, confiamos en que a partir de ciertas operaciones podremos desmontar estrategias, hipótesis y sentidos posibles declarativos en las obras de Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega.

    La idea del intercambio de objetos entre españoles y americanos que quedó arraigada en el imaginario occidental suele dar la impresión de que los españoles sacaron ventaja de la “ingenuidad” de los americanos nativos al recibir oro, joyas y bienes preciados a cambio de sus baratijas: los llamados espejitos de colores. De alguna manera, el arte contemporáneo invierte esta noción y devuelve una imagen otra respecto a qué hacer con las baratijas, los excedentes del consumo y la industria, como en el caso de Cruzvillegas y Ortega. Revisar los peligros del avance científico en la obra de Aranda y también proponer una preciosa intervención sobre el sonido y la voz humana como archivo del presente y sus particularidades como lectura de la obra de Rafael Lozano-Hemmer.

    Julieta Aranda construye una intrincada obra que refiere, en principio, a la experiencia de haber participado de un vuelo gravedad cero. Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la oscuridad). Parte 1, 9.81 m/s2. Un escenario posible, 2014-2024 es el título que recrea y juguetea con la situación del desdoblamiento, de un yo que se somete a una experiencia liminar como es la pérdida de gravedad. Leemos en la descripción de esta pieza: traje de vuelo, alambre, impresión 3D, espuma, arcilla, alfombra, red, silicona, madera, cuerda, papa. Video monocanal, 12’ Instalación, dimensiones variables. Ese cuerpo suspendido de la artista está duplicado en el traje espacial que colgó de la pared y que parece una silueta de cadáver. Ser una y la otra que levita. Estar viva y también muerta en la paradoja del título. 

    La obra sigue con un video de imágenes tomadas en internet y de algunas de ese viaje. En el piso de la sala hay trampas de diferentes tamaños y para distintas funciones: para cazar osos, ratonera, redes de pescadores, hasta una muy pequeña para atrapar caracoles. El sonido ambiente es de su propio corazón grabado en la situación de gravedad cero. Es el cuerpo de la artista que “suena” con ese ritmo acompasado de la víscera que nos mantiene vivos. Es evidente que la obra es conceptual y configura una relación con el arte y con la política: la exploración del espacio como avance tecnológico y como esparcimiento, ser atrapado, ser presa, ser víctima y sometedor, al mismo tiempo.

    La sala contigua es donde se despliega el arsenal de Abraham Cruzvillegas. Este artista es un claro ejemplo del arte contemporáneo como una práctica: le importa más el desarrollo de la obra que el resultado. Cruzvillegas trabaja con los materiales que le provee el entorno. En este caso, la obra central, una suerte de máquina suspendida del cielorraso, fue realizada con grandes tubos, chatarra y objetos en desuso que recibió de la planta de deshechos de Techint. De esta manera, no deja todo librado al azar sino que controla una parte del proceso. No es el objeto encontrado de los surrealistas lo que hace pone a funcionar la obra. Es dejarse llevar por la fortuna y la suerte de lo que va a recibir para la aventura del desarrollo de las obras. 

    Además, hay cuatro obras de gran formato y una suerte de mural compuesto por papeles de colores. Este último es su autorretrato que desafía todas las posibilidades del género. Mientras que un autorretrato exhibe una imagen del artista, aquí la oculta por completo. Son los documentos de la vida de Cruzvillegas como servilletas, sobres, artículos de periódicos y revistas, recibos, boletos de autobús, metro, tren y avión, post-its, tarjetas de presentación, correspondencia, invitaciones, postales, facturas, entre otros tapados por papeles de colores. Un gesto mínimo que produce un desvío tanto del género pictórico como de la autobiografía hacia una zona de indeterminación. Asimismo se completa con el extensísimo título que hace acordar a las enumeraciones caóticas de las que hablaba Leo Spitzer sobre Walt Whitman: Autorretrato ciego con la cabecita negra, envidiando la casa del hornero, volando con un zorzal, un espinero pecho manchado, una calandria, un leñatero, una tacuarita azul, un pepitero, una pajalonera de pico recto, un espartillero enano, una paloma, un carancho, un biguá, un tero, una garza, un cuervillo, un benteveo, una calandria, una catita, una cotorra, un chimango, un pato, una gallareta, un chorlito, un playero, un federal, un pechoamarillo, un gavilán planeador, avistando un cuis, un hurón, y un ciervo de los pantanos, sobrevolando el agua, preparándome para dejarme caer en picada para tomar un sorbito de sus aguas, saboreándome unas tarariras, un bagre o una mojarra, mientras escucho el murmullo lejano de una turba que aporrea cacerolas y que sigue dibujando siluetas, sin dejar de imaginar que todavía es posible erradicar cualquier tipo de violencia y autoritarismo, de maneras pacíficas, 2024.

    Los mandriles en negro y trazas de líneas de colores primarios más verde y dorado los realizó usando una escoba y una mopa como pinceles. Estas pinturas, además de tener sentido con el espacio de producción, los “mapas” son de lugares de la Ciudad de Buenos Aires, con su propia vida, se les dice “moneros” a los caricaturistas en México, y Cruzvillegas trabajó en ese rubro, hay un despliegue coreográfico en el mismo quehacer. Despliega una danza con los instrumentos de limpieza, devenidos utensilios para la práctica artística. 

    La música la toca con la construcción de dos piezas que se llaman Glockenspiel taoísta. El glockenspiel (del alemán glocken, “campanas”, y spiel, “juego”, “tocar”) es un instrumento de percusión idiófono, que consiste en un juego de láminas metálicas afinadas. También conocido por juego de timbres, armónica de metal o lira, si tiene su armazón de esta forma.

    A continuación está Matriz de voz, Subescultura 13, 2011, de Rafael Lozano-Hemmer, una obra de luz y sonido que se despliega por el perímetro de una gran pared de la sala. Por medio de un intercomunicador se graba la voz y esta se desplaza por una matriz de luces. La penumbra colabora con la disposición de esta línea de tiempo entre el sonido y la iluminación. El último mensaje grabado desplaza al más antiguo. Un archivo que guarda las palabras grabadas por los visitantes eventuales.

    Jacques Derrida escribe sobre la voz de Antonin Artaud: “Cuando se ha escuchado la voz de Artaud ya no es posible hacerla callar. Por lo tanto hay que leerlo con su voz, con el espectro, con el fantasma de su voz que hay que conservar en el oído. A mí el archivo de la voz me parece turbador. Porque, al contrario de lo que sucede con la fotografía, la voz archivada está “viva”. Vive otra vida, y eso es algo que no sucede con otro tipo de archivos. En la voz se escucha una especie de relación a sí mismo, la vida que se afecta a sí misma”. Por lo tanto, las voces que se reproducen en esta instalación están vivas y quedan flotando como fantasmas.

    Al mismo tiempo es una obra inconclusa que hace de esta característica su definición. Un work in progress que se pretende definitivo y allí muestra el contacto irónico, incluso paradójico, de la relación con la tecnología. Queremos archivar todo, guardar hasta el último segundo, la partícula ínfima, y se lo confiamos a una tecnología de obsolescencia programada. La que nos advierte desde su origen que nos va a dejar sin nada. Obsesión por ser vistos y registrados en el mundo digital que libra una batalla (perdida) con la amenaza terminal de la amnesia generalizada. 

    En el piso superior está, literalmente, colgada la obra de Damián Ortega. Se llama Cosmic Thing de 2002 y entre sus materiales se encuentra un auto. Es un escarabajo Volkswagen modelo 83. Las partes del vehículo están suspendidas y el dispositivo recuerda a la manera que en los museos de ciencia se exhiben los esqueletos de animales prehistóricos. 

    “El vehículo de origen alemán, producido en la fábrica de Volkswagen en Puebla, se convirtió en 1971 en el taxi oficial del entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México). Millones de ‘vochos’, como le llaman los habitantes del DF, circularon por las calles de la extensa capital, devenidos en verdaderos fetiches urbanos”, explica el artista. En la década del 80 se dejó de fabricar y esta instalación evoca, de alguna manera, ese proceso. Para Ortega, el arte “puede cambiar tu forma de ver un objeto”. Es como una caricatura pero en tercera dimensión, que se vincula con su trabajo como caricaturista. Le imprime una mirada irónica, ácida. 

    Con la curiosidad de un niño o un científico, las partes desplegadas del auto en cielo del espacio de exhibición sirven para verificar una relación lúdica con la tecnología y cercana a la experiencia humana. Estos automóviles se podían desarmar y volver a armar. Traían un manual para esa tarea. Tanto es así, que el mercado negro de autopartes fue una de sus consecuencias. Era muy difícil, en su momento, encontrar un “escarabajo” con todas las partes originales en México. 

    Ficha técnica

    Espejos de México

    Aranda. Cruzvillegas. Lozano-

    Hemmer. Ortega

    Fundación Proa

    Av. Pedro de Mendoza 1929 y Caminito, Buenos Aires

    Desde el 29 de junio al 8 de septiembre



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  • Título: Agenda Radar
    Autor:
    Fecha: 28/07/2024
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  • Título: Espejos de México (en La Boca)
    Autor:
    Fecha: 12/07/2024
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    29/07/2024
    Artes visuales

    Espejos de México (en La Boca)

    La Tempestad | viernes, 12 de julio de 2024


    Julieta Aranda, ‘Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad)’ (2014-2018), Fundación Proa, Buenos Aires, 2024

    La obra de cuatro de los artistas contemporáneos mexicanos con mayor proyección internacional compone la exposición Espejos de México, en la Fundación Proa de Buenos Aires. El espacio expositivo de La Boca, uno de los más significativos de Sudamérica, alberga desde el 29 de junio trabajos de gran formato de Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega. “Dada la riqueza de propuestas y metodologías, cada artista exhibe piezas emblemáticas a lo largo de las cuatro salas, generando múltiples narrativas”, explica el comunicado del centro de arte.

    En la intersección entre estética y política, Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975) presenta la instalación Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la oscuridad) (2014-2018), que conjunta un traje de vuelo, alambre, impresiones 3D, una cuerda, una papa y video, entre otros elementos, para hilvanar lo que Cuauhtémoc Medina ha definido como “un manifiesto de heterogeneidad en el proyecto cada vez más inalcanzable de inventar algún tipo de futuro”. La cofundadora de e-flux, que este año tendrá una retrospectiva de media carrera en el MUAC, reflexiona sobre el impacto de los avances científicos y tecnológicos en la subjetividad.

    Espejos de México

    Vista de la sala dedicada a Abraham Cruzvillegas como parte de Espejos de México, Fundación Proa, Buenos Aires, 2024

    “Casi la totalidad de las obras que se presentarán en Fundación Proa han sido realizadas en el sitio, con la ayuda de un equipo local, quien ha provisto los materiales y el apoyo técnico”, explicó Abraham Cruzvillegas (Ciudad de México, 1968) antes de la inauguración de Espejos de México. Además de nuevos “autorretratos” (uno escultórico, central; otro pictórico) de título extenso, el artista ofrece un conjunto de pinturas y dibujos que parecen dialogar con el espacio que las cobija, donde los realizó. Son piezas que dan continuidad a búsquedas de los últimos años.

    Rafael Lozano-Hemmer (Ciudad de México, 1967) trae a Buenos Aires un ejemplo de su meditación sobre el inevitable vínculo humano con la tecnología. “La luz me interesa sobre todo a nivel de un contexto urgente, social, estético, práctico, estratégico, empirista, científico; yo entiendo a la luz en principio, como algo sumamente violento”, orienta el artista, presente en la exposición con Matriz de voz (Subescultura 13), de 2011. La instalación se activa cuando el espectador habla a través de un intercomunicador, que hace visible su voz a través de destellos de luz; el programa va acumulando grabaciones y produciendo diversos patrones lumínicos.

    En paralelo a su gran retrospectiva mexicana, Pico y eloteDamián Ortega (Ciudad de México, 1967) completa Espejos de México con su Trilogía del Escarabajo (o del vocho), compuesta por la celebérrima escultura Cosmic Thing (2002), el video Moby Dick (2004) y la película Escarabajo (2005), todas duplicadas en el Museo del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. El Volkswagen sedán enterrado, “domado” en un estacionamiento al ritmo de Led Zeppelin, descompuesto analíticamente en sus partes. Una gran oportunidad para ver en la capital argentina algunos de los trabajos que han hecho de Ortega un referente del arte contemporáneo.

    Además del programa público en curso, y de la próxima aparición de un catálogo, Espejos de México incorporará el 4 de agosto Cuando la fe mueve montañas (2002), de Francis Alÿs, un proyecto señero de performance que será presentado con una extensa documentación de videos, fotografías, bocetos y pinturas.

    Espejos de México

    Damián Ortega, Cosmic Thing (2002), Fundación Proa, Buenos Aires, 2024



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  • Título: Espejos de México Reflejos de la Identidad Mexicana en una Exposición en Buenos Aires Por Mercedes Ezquiaga
    Autor: Mercedes Ezquiaga
    Fecha: 11/07/2024
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    En el icónico barrio de La Boca, cerca del río de la Plata y del estadio de la Bombonera, entre murales de Maradona, bailarines de tango y los vibrantes colores azul y oro que llenan de vida a esta parte de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra la Fundación Proa, un faro de la cultura en medio de una marea de turistas. Aquí, entre calles empedradas y el bullicio de los paseantes, se ha inaugurado la exposición "Espejos de México", que promete ser un hito en la exploración de la identidad y el arte contemporáneo de esa nación.
     
     
    Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega, cuatro artistas mexicanos de renombre en la escena internacional, presentan aquí obras de grandes dimensiones, cada uno en una sala distinta del espacio: un conjunto potente de diversas materialidades y soportes, que desafía la percepción y reflejan la riqueza del arte contemporáneo mexicano.

    La travesía por esta exposición de múltiples narrativas comienza en la primera sala con la videoinstalación de Julieta Aranda de sugestivo título “Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad)”, obra surgida luego de que la artista fuera invitada a participar en un vuelo de gravedad cero.

    En este trabajo, Aranda explora el impacto del progreso científico imaginando una posible “ruta de escape” para la raza humana en estos tiempos abrumadores; o como señala el curador Cuauhtémoc Medina en el texto del catálogo, “la crisis incipiente de una era”.

    Este proyecto dio forma a una serie de video instalaciones que conforman una aguda reflexión sobre los acontecimientos sensoriales y conceptuales del sujeto contemporáneo frente a la tecnología, la inteligencia artificial, los viajes espaciales y las hipótesis científicas.

     
    Abraham Cruzvillegas
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    Abraham Cruzvillegas. Vista de sala.
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    Abraham Cruzvillegas. Autorretrato ciego con la cabecita negra, envidiando la casa del hornero, volando con un zorzal, 2024.
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    Abraham Cruzvillegas. Autorretrato ciego con la cabecita negra, envidiando la casa del hornero, volando con un zorzal, 2024
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    Abraham Cruzvillegas. Autorretrato ciego con la cabecita negra, envidiando la casa del hornero, volando con un zorzal, 2024
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    Abraham Cruzvillegas. Todo se vuelve más ligero. Vista de la instalación de la obra en la exposición Colección Jumex.
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    Abraham Cruzvillegas en PROA21.
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    Abraham Cruzvillegas. Nuestra imagen actual, 2024. Detalle.
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    Abraham Cruzvillegas. Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación industrial, 2024

    ​El recorrido continúa con una suerte de solo show de Abraham Cruzvillegas, de diversas obras realizadas con materiales locales y reciclados, como monumentos efímeros que invitan a reflexionar sobre la desigualdad económica y la opresión, subrayando la reutilización y la creatividad frente a la escasez.

    Conocido por su concepto de "autoconstrucción", Cruzvillegas presenta esculturas e instalaciones efímeras realizadas con materiales encontrados y en desuso, resaltando la capacidad creativa de transformar la realidad a partir de lo que tenemos a nuestro alrededor. La pieza central -un site specific- fue realizada con materiales de la industria siderúrgica mientras que las pinturas exhibidas alrededor fueron realizadas con una mapa y escoba, en una suerte de ritual performático.

     
    Rafael Lozano-Hemmer
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    Rafael Lozano-Hemmer. Matriz de voz, (Subsculpture 13), 2011. Intercomunicador, conjunto de luces (típicamente 10 barras LED), altavoz holosónico, hardware y software a medida
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    Rafael Lozano-Hemmer. Matriz de voz, (Subsculpture 13), 2011. Intercomunicador, conjunto de luces (típicamente 10 barras LED), altavoz holosónico, hardware y software a medida
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    Rafael Lozano-Hemmer. Matriz de voz, (Subsculpture 13), 2011. Intercomunicador, conjunto de luces (típicamente 10 barras LED), altavoz holosónico, hardware y software a medida
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    Rafael Lozano-Hemmer. Matriz de voz, (Subsculpture 13), 2011. Intercomunicador, conjunto de luces (típicamente 10 barras LED), altavoz holosónico, hardware y software a medida

    ​En el siguiente espacio, Rafael Lozano-Hemmer -el primer artista en representar a México en la Bienal de Venecia- presenta una impactante instalación inmersiva que da cuenta de su constante interés por las herramientas digitales.

    “Matriz de voz” es una instalación que se activa cuando el participante habla por un intercomunicador, que hace visible su voz a través de los destellos de luz. Luego, un patrón único de parpadeo se almacena como un bucle en la primera luz de la serie, iluminando la pieza completa. Cada nueva grabación empuja todas las anteriores una posición hacia abajo, y gradualmente se puede escuchar el sonido acumulado de las 882 grabaciones anteriores. El artista invita a los participantes a citar poesías y frases con sentido para ampliar el significado de la obra.

     
    Damián Ortega
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.
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    Damian Ortega. Cosmic Thing, 2002.

    ​Damián Ortega, cuya práctica se sitúa en la intersección de la instalación, la escultura y el cine, presenta una de las obras más reconocidas de su trayectoria: “Cosmic Thing” en la que disecciona un vocho (un Volkswagen Beetle modelo 1998) que él mismo compró para suspender sus partes en el espacio, creando una especie de explosión congelada, que sugiere tanto la deconstrucción de la pieza como la fragmentación de las ideas que representa.

    El vehículo de origen alemán producido en la fábrica de Volkswagen en Puebla, se convirtió en 1971 en el taxi oficial del entonces Distrito Federal, circulando de a millones por las calles de la extensa capital, devenidos en verdaderos fetiches urbanos (reemplazados hoy por los Tsurus).

    En sus proyectos de gran formato, Ortega suele desarmar y reconfigurar objetos de la vida cotidiana para revelar las estructuras invisibles que los construyen y exponer así reconsiderar su funcionalidad y nuestra relación con el consumo.

    Como en las escenas post créditos de una película, y en diálogo con esta misma exhibición, el próximo 4 de agosto se inaugura en Proa 21 -espacio experimental de Proa, ubicado a unos pocos metros de distancia- la exposición del artista belga-mexicano Francis Alÿs, en base a su reconocido trabajo “Cuando la fe mueve montañas”.

    El conjunto en Fundación Proa propone un recorrido por la riqueza del arte mexicano contemporáneo a través de un dinámico mosaico de obras monumentales de cuatro artistas de renombre, en un guiño -a través de su título- a la capacidad de los espejos de reflejar diversas realidades y perspectivas, así como la multifacética identidad de México, una nación rica en historia, tradición y modernidad.

    Artículo por Mercedes Ezquiaga, autora del libro "Todo lo que necesitas saber sobre arte argentino", de Editorial Planeta.
    Instagram: @mercedesezquiaga Linktr.ee: Mercedesezquiaga


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  • Título: Agenda Radar
    Autor:
    Fecha: 07/07/2024
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  • Título: Espejos de México
    Autor: Graciela Smith
    Fecha: 06/07/2024
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    Espejos de México
    por Graciela Smith
     
     06/07/2024

    Fundacion Proa acaba de inaugurar una exposición con piezas emblemáticas de artistas nacidos en México de renombre internacional.

    Espejos de México

    “Espejos de México” aglutina un conjunto de obras de arte que actúa reflejando -como en un espejo-, diferentes aspectos de la cultura, la historia, la diversidad y las perspectivas contemporáneas, revelando múltiples capas de significado. Aunque los artistas comparten raíces comunes por su lugar de origen y formación han tomado caminos diversos. Abraham Cruzvillegas y Damián Ortega residen en México, pero acreditan una larga trayectoria pedagógica y de trabajo en el exterior. Por otro lado, Julieta Aranda y Rafael Lozano-Hemmer emigraron tempranamente al extranjero desarrollando sus prácticas artísticas.

    Espejos de México
    Julieta Aranda. Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad

    El ingreso a las salas de Fundación Proa nos sorprende con la video instalación de Julieta Aranda Robando el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad), a modo de reflexión sobre los acontecimientos sensoriales y conceptuales del sujeto contemporáneo.

    A propósito de su trayectoria, la galería Mor Charpentier escribía: “En su práctica artística, Julieta Aranda observa la relación humano-tierra alterada a través del lente de la tecnología, la inteligencia artificial, los viajes espaciales y las hipótesis científicas. Al trabajar con escultura, instalación, video y medios impresos, Aranda se interesa en la exploración del potencial de la ciencia ficción, las economías alternativas y las ‘poéticas de la circulación’.

    Espejos de México
    Abraham Cruzvillegas. Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación industrial

    Por su parte, Abraham Cruzvillegas nos invita a reflexionar sobre la capacidad creativa y la capacidad de transformar la realidad a partir de lo que tenemos a Bajo el concepto de “autoconstrucción” sus proyectos se erigen como monumentos efímeros formados por materiales encontrados y en desuso, un readymade hecho de clavos, tablas, pedazos de plástico y metales devenidos en escenarios donde se representa el drama de lo humano. La autoconstrucción se manifiesta como una forma de resistencia activa frente a la desigualdad económica y la opresión estatal. A través del acceso a la tecnología y la creatividad, su obra subraya la reutilización, mostrando cómo la innovación y el ingenio surgen frente a la escasez y cómo no siempre se necesitan grandes recursos para crear.

    El site specific central compuesto con materias primas locales están acompañados por cinco telas de gran formato, también realizadas en nuestro país. Las pinturas a manera de una performance son realizadas con una mapa y escoba. El autorretrato ciego es parte de su historia, de sus intereses y momentos vividos, coloreados conformando un retrato del artista invisibilizado al espectador. El resultado es una obra polisémica.

    A través de su obra, Cruzvillegas nos invita a reflexionar sobre la capacidad creativa y la capacidad de transformar la realidad a partir de lo que tenemos a nuestro alrededor, una declaración política y social.

    “Yo le pido a la gente encargada que me ayude a conseguir materiales en contextos específicos, como una cita a ciegas, y yo cuando hago la obra procuro no excluir nada, entonces es el criterio de esa persona comisionada para encontrar los materiales la que cuenta, no solamente son materiales locales, en donde sea que se haga, sino también miradas locales, con las que eventualmente siempre hay un diálogo, complicidad, y ocasionalmente amistad”.

    Abraham Cruzvillegas
    Espejos de México
    Rafael Lozano-Hemmer, Matriz de voz, (Subsculpture 13)

    Matriz de voz, es la instalación de Rafael Lozano-Hemmer. Se activa cuando el participante habla por un intercomunicador que hace visible su voz a través de los destellos de luz. Luego, un patrón único de parpadeo se almacena como un bucle en la primera luz de la serie, iluminando la pieza completa. Cada nueva grabación empuja todas las anteriores una posición hacia abajo, y gradualmente se puede escuchar el sonido acumulado de las 882 grabaciones anteriores. Los participantes se sorprenden al escucharse en esos dibujos que parpadean, luminosos. En Proa el artista invita a los participantes a citar poesías y frases con sentido para ampliar el significado de la obra.

    “Mis obras plantean una relación de inevitabilidad con la tecnología. Vivimos en una sociedad globalizada donde el lenguaje común es la tecnología. Aun así, no veo una relación de beneficio inherente a la tecnología y me parece muy problemático que la gente piense que el arte tecnológico es el futuro. Detesto cuando alguien dice que la inteligencia artificial nos va a dar infinitas posibilidades. Un lienzo en blanco te da infinitas posibilidades; una página en blanco para escribir un poema lo mismo. Solo nos están vendiendo unos servicios y esto es algo inaceptable. Los artistas que me parecen interesantes en su trabajo con la tecnología tienen una relación crítica o al menos histórica”

    Rafael Lozano-Hemmer, Bs.As. 2023
    Espejos de México
    Damián Ortega. Cosmic Thing, 2002
    Espejos de México
    Damián Ortega. Boceto para Cosmic Thing

    En la instalación Cosmic ThingDamián Ortega disecciona un Volkswagen Beetle modelo 1998 que él mismo compró para suspender sus partes en el espacio, creando una especie de explosión congelada —o como el esqueleto de un dinosaurio en un museo de ciencias— que sugiere tanto la deconstrucción de la pieza como la fragmentación de las ideas que representa.

    El vehículo de origen alemán producido en la fábrica de Volkswagen en Puebla, se convirtió en 1971 en el taxi oficial del entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México). Millones de “vochos”, como le llaman los habitantes del DF, circularon por las calles de la extensa capital, devenidos en verdaderos fetiches urbanos.

    En este trabajo el artista reflexiona sobre la globalización, la industria y la movilidad. Entre otras lecturas puede interpretarse como una crítica a las compañías transnacionales y a sus plantas de ensamblaje en México (con mano de obra barata) y también como una respuesta directa a los efectos del Tratado de Libre Comercio que entró en vigor en la década de 1990, como indica en la memoria descriptiva de la obra la galería kurimanzutto.

    Espejos de México
    Damián Ortega. Cosmic Thing

    Artistas + Críticos

    Una invitación abierta para escuchar el análisis y la visión de otros artistas y teóricos sobre la presente muestra. Durante las cuatro fechas programadas (sábados 6 y 20 de julio; y 3 y 24 de agosto, a las 17 h), con la presencia de Rodrigo Alonso, Laura Ísola, Martín Bauer y Alicia de Arteaga acompañados de los artistas Diego Bianchi, Carlos Herrera, Karina Peisajovich, Juan Sorrentino, Eduardo Basualdo, Luciana Lamothe y Catalina León.

    Actividad sin costo adicional y sin inscripción previa.

    Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca

    Abierta al público hasta el mes de septiembre



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  • Título: Aranda, Cruzvillegas, Lozano-Hemmer y Ortega en PROA Monumetalidad a la mexicana [+]
    Autor:
    Fecha: 05/07/2024
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    Edición 891, Julio 4, 2024


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    Aranda, Cruzvillegas, Lozano-Hemmer y Ortega en PROA
    Monumetalidad a la mexicana [+]



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  • Título: Alias: un manifiesto poético de estudio
    Autor: March Mazzei
    Fecha: 05/07/2024
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    Revista Ñ

    Alias: un manifiesto poético de estudio
    • Mientras transcurra Espejos de México en Fundación Proa, en la librería estará una selección de títulos de un sello editorial de Damián Ortega.
    • Son traducciones al español de referencias valiosas del arte contemporáneo.

    Alias: un manifiesto poético de estudio

    En exclusiva en la librería de Proa, una mesa con títulos de Alias editorial. Foto: Fundación Proa.


    March Mazzei
    MARCH
    MAZZEI

     

    En exclusiva en la librería de Proa, una mesa con títulos de Alias editorial. Foto: Fundación Proa.

    En la librería de Proa, mientras dure Espejos de México: Aranda | Cruzvillegas | Lozano Hemmer | Ortega habrá una mesa especial para los libros de Alias, un sello editorial y proyecto paralelo de Damián Ortega que con el tiempo fue ganando espacio en el cuerpo de su obra. “No sé aquí, pero no llegaban muchas cosas traducidas porque se pensaba que no había un mercado, y al viajar advertí la posibilidad de hacer una conexión y pedirle a los artistas el permiso: "oye, tengo la editorial, ¿qué te parecería si hacemos un libro?".

    Las reediciones mexicanas conforman en su mayoría una de las dos colecciones, llamadas Alias, con libros que considera referencias valiosas del arte contemporáneo. De los escritos de Sol Lewitt a Hélio Oiticia por Guy Brett. De los poemas de Frances Picabia, al célebre Pomelo de Yoko Ono, Eva Hesse, John Cage, y un sofisticado etc.

    “Publico algo que me interesa compartir para generar un diálogo y lo que me gustaría leer que no existe: generar la traducción, diseñarlo y presentarlo, además aprender y conocer a un artista”. La otra colección, Antítesis, reúne textos de artistas mexicanos que no fueran parte de un sistema de reconocimiento sino más outsiders, subterráneos o underground.

    “Son todos libros de arte, pero no de una lectura posterior, histórica o crítica: me interesa mucho la voz de los artistas en el momento de la creación, del caos creativo, de la euforia de esa idea que aparece un poco torpe o con una lucidez bárbara. Porque allí es donde uno define su campo de trabajo, su propio interés y se complementa. Es la parte generosa donde en la medida que haces algo que consideras genuino, esencial o básico, o muy personal, es donde se genera una relación muy honesta con los demás”.



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  • Título: Rafael Lozano-Hemmer: Donde tu voz se enciende
    Autor: Ana Maria Battistozzi
    Fecha: 05/07/2024
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    Revista Ñ

    Rafael Lozano-Hemmer: Donde tu voz se enciende

    Artista consagrado, indaga en la dimensión poética de la tecnología.

    Es uno de los cuatro artistas contemporáneos mexicanos que exponen en Fundación Proa.

    Rafael Lozano-Hemmer: Donde tu voz se enciende

    Voces traducidas a pulsos de luz. Lozano-Hemmer emplea recursos habitualmente destinados a la vigilancia, con fines de interacción artística. El público hace la mitad de la obra.


    Ana Maria Battistozzi
    Ana Maria
    Battistozzi


    05/07/2024 16:41
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    Voces traducidas a pulsos de luz. Lozano-Hemmer emplea recursos habitualmente destinados a la vigilancia, con fines de interacción artística. El público hace la mitad de la obra.

    Poesía y tecnología de punta son esferas en apariencia irreconciliables que Rafael Lozano-Hemmer conjuga con exquisita sensibilidad. “Matriz de voz”, la pieza interactiva incluída en Espejos de México, fascina al público por el modo en que un dispositivo tecnológico traduce la propia voz en pulsos de luz. El visitante habla a un receptor y el impulso sonoro se convierte en una sucesión lineal de destellos que recorre fugazmente un largo tramo de pared. El artista alienta a los visitantes a que citen poesías o frases poéticas, a fin de poner de relieve ese aspecto que busca destacar y suele tenerse por tan alejado de la tecnología.

    Lozano-Hemmer es admirado y bien conocido en el universo de los cultores locales de las artes electrónicas. En octubre de 2023 estuvo en Buenos Aires dictando un taller en la Fundación Andreani, invitado de Presente Continuo, un programa que auspiciaron también las fundaciones Bunge y Born y Williams. Allí brindó una clase sobre uno de los temas centrales de su obra que fascinó a los participantes, tanto como los destellos de la pieza exhibida en Proa.

    Durante ese taller, que denominó “Antimonumentos y subesculturas”, hizo un repaso de tres décadas de su trabajo en arte electrónico y trasmitió a sus asistentes muchas de sus ideas con relación a la interactividad con el público a partir del uso de distintas tecnologías que usa y que incluyen desde la vigilancia, las luces robóticas, diversas fuentes digitales y redes.

    Algunos de esos conceptos ya se habían visto materializados en “Detectores”, la exhibición suya que ocupó la Fundación Telefonica en Argentina 2012, la cual incluyó piezas de la serie “Shadow Box”, que alentaban la interacción presencial con las obras.

    Desde muy temprano, este artista mexicano residente en Canadá representó a su país en la 52 Bienal de Venecia 2007 y circula permanentemente por destacadas plataformas globales del arte. Se ha enfocado en crear lo que él describe como “antimonumentos”. Es decir: obras que permiten al público representarse a sí mismo como un desafio del hombre o la mujer común a la tradición impostada del monumento.

    Sus obras interactivas son un ejemplo de las posibilidades que brinda la tecnología. Estimular distintas formas de sensibilidad y capacidad crítica son principios inalienables en sus obras. Así, crear espacios propicios para la auto representación es una forma de ampliar democráticamente la participación del público y obligarlo a pensar en la propia lógica de las tecnologías que rodean su cotidianidad. En esa dirección apunta el uso poético y crítico que Lozano Hemmer hace de las tecnologías biométricas. Obras como la que se exhibe en Proa pueden valerse del reconocimiento facial, el registro del aliento o la detección de ritmo cardíaco, para crear experiencias. Todos recursos concebidos en su mayor parte para la vigillancia y el control que él desvía en sentido poético.

    Una de las piezas que presentó en 2014 en la gran muestra monográfica “Abstracción Biométrica”, en la Fundación Telefónica en Madrid, se llamó “Almacén de Corazonadas”. Esa obra grababa el latido del corazón de los asistentes y lo convertía en luz. “Almacén” porque allí también guardaba -como aquí las voces- los últimos cien latidos registrados. Su idea es que el espectador se desplace por la instalación, rodeado por esos otros signos vitales de los participantes anteriores. Así, la tecnología puede ser un instrumento y, a la vez, un lenguaje que puede expresar la belleza de la poesía.



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  • Título: Del auto flotante a lo efímero de las palabras: un viaje al arte mexicano en Fundación Proa
    Autor: Juan Batalla
    Fecha: 30/06/2024
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    CULTURA

    Del auto flotante a lo efímero de las palabras: un viaje al arte mexicano en Fundación Proa

    El espacio de La Boca presenta “Espejos de México”, con obras representativas de los contemporáneos Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega

    Juan Batalla

    PorJuan Batalla


    30 Jun, 2024 01:00 a.m.Actualizado: 01 Jul, 2024 01:10 p.m. AR
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    Del auto flotante a lo efímero de las palabras: Fundación Proa, en un viaje al arte mexicano
    Del auto flotante a lo efímero de las palabras: Fundación Proa, en un viaje al arte mexicano

    Espejos de México, en Fundación Proa, presenta obras emblemáticas de cuatro artistas contemporáneos del país norteamericano, que proponen lecturas universales sobre cuestiones humanes (personales y sociales), la relación con las tecnologías (usos y costumbres).

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    La exposición propone una simbiosis atípica, a través de artistas de una misma generación que primero fueron reconocidos internacionalmente antes que en su casa, que ingresan desde distintas perspectivas en la fragmentación; la suma de las partes que pueden componer una idea —nación, vocabulario, historia, industria, etc— pero no por eso deja ser de una ilusión y que tiene a la autoconstrucción como eje.

    Así, en los distintos espacios se puede recorrer la videoinstalación de Julieta Aranda, las obras “construidas” de Abraham Cruzvillegas, el arte multimedial de Rafael Lozano-Hemmer y el expandido de Damián Ortega.

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    En el ingreso se encuentra “Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad)”, donde Julieta Aranda (1975) propone, a través de un video e instalaciones, “un relato de ciencia ficción que problematiza sobre la libertad”, a partir de “trampas para animales de distintos tipos y épocas”.

     Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad), de Julieta Aranda
    “Robar el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad)”, de Julieta Aranda

    “Ella indaga en el vínculo de la presa y el predador, con la figura del ser humano, según su punto de vista, atravesado por esta dualidad: es tanto el está cazando como el cazado. Así que, plantea, que no existe una salida, excepto la locura”, explicaron durante el recorrido.

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    En la siguiente sala, Abraham Cruzvillegas (1968) se presenta con una serie de pinturas en grandes lienzos, esculturas (una mayor que ocupa el centro de la sala, tres más pequeñas) y otra colorida instalación, realizada a partir de papeles. En todos los casos, considera que los trabajos son autorretratos.

    Las obras escultóricas fueron hechas para la muestra, a partir de sobras de las plantas metalúrgicas de Tenaris-Ternium en Veracruz y Campana, de “distintos tipos de vida y de momentos del material, desde la mina hasta el tubo que sale de la fábrica y que no está certificado y regresa” y de “desperdicios de otras industrias como la automotriz o la ventilación”, explica el artista.

    “Las piezas fueron recogidas por ayudantes, que después también asistieron en la realización. Todos ellos se vuelven mis ojos y mis manos, y yo me vuelvo ellos también, por lo que hay un cruce de miradas, de subjetividades. Sin embargo, siempre soy el que hace la obra al final, con su ayuda, pero pongo el cuerpo allí y así se produce un autorretrato, en todo caso, aunque no hay una representación”, comenta.

    "Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación industrial (...)", de Abraham Cruzvillegas.
    "Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación industrial (...)", de Abraham Cruzvillegas.

    Así, en este jardín metálico aparece el acero, el cobre, el aluminio, pero también la tierra y, junto a los pilares de la sala, algunas plantas autóctonas, conformando un ecosistema entre lo industrial y lo natural, caótico, de formas ondulantes, grotesco, salvaje y sútil.

    Para Cruzvillegas su estilo surge de la economía regional en la que creció, donde si alguien deseaba hacer algo, como una vivienda por ejemplo, lo hacía con el conocimiento propio y la ayuda ajena, en un trabajo que mancomunaba saberes populares.

    Con respecto a las pequeñas escultura sostuvo que “la idea es que sean interpretadas por un músico que las pueda ejecutar, percutir, frotar, soplar, cantarles”, mientras que la serie de dibujos poseen cierta familiaridad con un plano de cañerías internas como con el shodō, el arte de la caligrafía japonesa, sin buscar serlo.

    Las cinco telas, también realizadas para la expo, fueron intervenidas estando sobre el suelo, por su tamaño, aunque no se buscó la perfección, sino a partir de una rápida ejecución creó “rutas imaginarias entre lugares favoritos de la gente de Proa, de parrillas y restaurantes, museos y escuelas” en un sistema de líneas y círculos.

    Abraham Cruzvillegas pintando los mandriles en en PROA21
    Abraham Cruzvillegas pintando los mandriles en en PROA21

    Estas obras fueron realizadas con una escoba, pero no buscó, dijo, darle el sentido de una performance, como si fuera “tai chi, una danza, un espectáculo”, sino con la “la idea de utilizar un objeto que no fuera un pincel, sino que estuviera al alcance, en la casa de todo mundo”: “Acudir al objeto que se usa para limpiar tiene una connotación de clase, es decir, es un comentario político también en términos de quién hace arte, por qué y para qué”.

    También se presentan dos obras figurativas, con mandriles como protagonistas, por un lado porque el artista dibuja “primates desde hace casi 40 años” y por otro, porque “en la planta de fabricación de los caños, el instrumento que se usa para horadar la materia de acero al rojo vivo” lleva el nombre del animal.

    Una última obra, un collage mural con papeles que acumula desde hace 3 décadas, que es la única realizada en México, se despliega por toda la parte. “Está hecha con material de mi vida cotidiana, son las recetas del doctor, el recibo del súper, la lista del mercado, recortes del periódico, todos pintados por el revés”.

    A continuación se encuentra “Matriz de voz”, pieza sonoro-visual de Rafael Lozano-Hemmer (1967), primer artista en representar a México en la Bienal de Venecia en 2007, que se especializa en la producción de plataformas para la participación pública, en las que a través de la tecnología -luces robóticas, fuentes digitales, vigilancia informatizada, muros multimedia y redes telemáticas- llega, como en este caso, a generar perspectivas transhumanas.

    Matriz de voz, pieza sonoro-visual de Rafael Lozano-Hemmer
    “Matriz de voz”, pieza sonoro-visual de Rafael Lozano-Hemmer

    En lo técnico, la obra es un sistema luminoso desplegado de manera horizontal, que va titilando a partir de la reproducción de unas 800 voces grabadas que se van fundiendo. En un extremo, el visitante puede apretar el botón del intercomunicador en un sistema de timbre eléctrico para introducir una frase dentro del coro, que comienza a replicarse y, lentamente, desaparece en el vocerío.

    Así, se van generando nuevas historias y, en una época de múltiples plataformas y discursos de toda índole, la pieza parece proponer la importancia de custodiar las “voces originarias”, ya que las nuevas terminan siendo efímeras, desaparecen en el mar de otras y, si bien al principio se las puede oír, identificar, de manera clara, luego son siquiera un recuerdo.

    En el primer piso del espacio de La Boca, finalmente, se encuentra Damián Ortega (1967) presenta “Cosmic thing”, una pieza de arte expandido que ha recorrido el mundo, en la que disecciona un Volkswagen Beetle del ‘98 para suspender sus partes en el espacio, creando una especie de explosión congelada que sugiere tanto la deconstrucción de la pieza como la fragmentación de las ideas que representa.

    “El Beetle fue toda una identidad, un paisaje de México. Era parte de la vida cotidiana de toda la ciudad, porque era el taxi, el coche obrero, el de los estudiantes, era el coche de circulación más común, porque además se podía reparar muy fácilmente”, comenta Ortega.

    Cosmic thing de Damian Ortega (Helene Toresdotter)
    “Cosmic thing” de Damian Ortega (Helene Toresdotter)

    La obra, cuenta, comenzó a partir de un manual de su auto, que tenía un instructivo de cómo repararlo con “unas gráficas muy tridimensionales, muy didácticas”. Como le gustó la idea de “la representación de cómo hacer esta disección para repararlo” comenzó a pintar las imágenes y que, en un momento, “ya había mucha conciencia del objeto” por lo que pasó a la escultura, a “deshacerlo”.

    Y agregó: “Me seducía la idea de que fuera como una especie de fósil, como los dinosaurios de los museos en lo que puedes ver el esqueleto, porque también me interesaba mostrar una tecnología que estaba en extinción”.

    Además, se presenta una videoinstalación “Sobre Escarabajo”, en la que se observa un entierro funerario del Beetle que había heredado de su padre. “Él lo había usado por muchos años, y luego yo lo usé más todavía. Entonces, no quería venderlo, regalarlo y me pareció que era más humano darle una sepultura, enterrarlo, un homenaje”, recordó.

    Así, cuando el auto se dejó de producir, condujeron hasta la ciudad de Puebla, donde estaba la fábrica ensambladora de Volkswagen. “Fue como un viaje a los círculos del infierno, un poco dantesco. Una travesía con la cámara, haciendo estaciones, desde pasar por los deshuesaderos donde se desarman los coches y finalmente llegar a la fábrica, a la que no nos dejaron entrar”.

    Ortega junto a su obra
    Ortega junto a su obra

    “Entonces, dimos la vuelta a la fábrica y en un espacio privado le pedimos permiso a una señora para poder cavar una fosa y enterrarlo dado vuelta, como mueren los escarabajos. Fue una ceremonia muy linda, porque había algo de complicidad en la comunidad que se acercó a ver qué es lo que estaba pasando. Entendieron que era un funeral y estaban algunos en silencio y a la vez había una fiesta también, la gente se reía, bien mexicano”.

    En psicología, el “efecto espejo” refiere al reconocimiento de características del otro como reflejo de nosotros mismos, negativas o positivas, y en ese sentido la muestra permite encontrar los puntos en común, que siempre los hay, no solo entre el arte aquí y allá, sino también para observar nuestra propia fragmentación.

    *”Espejos de México”, en Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929 (La Boca). Desde el 29 de junio hasta septiembre. De miércoles a domingo, de 11 a 19 hrs. Admisión: hasta las 18 hs. Lunes y martes cerrado. E,ada general $4000; docentes-estudiantes-jubilados $2000; menores de 12 años y discapacitados sin cargo. Miércoles, entrada gratuita.



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  • Título: Un auto desmembrado y otras deslumbrantes obras contemporáneas mexicanas en Proa
    Autor: Susana Reinoso
    Fecha: 27/06/2024
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    Un auto desmembrado y otras deslumbrantes obras contemporáneas mexicanas en Proa
    • Se titula Espejos de México y se extiende hasta la primera semana de septiembre.
    • Sintetiza la grandeza del país azteca y propone una experiencia espacial, visual, sonora y sensible de impacto.
    • Los cuatro artistas desafían límites y exploran materiales y técnicas que conectan con las raíces.

    Un auto desmembrado y otras deslumbrantes obras contemporáneas mexicanas en ProaDamián Ortega es uno de los cuatro protagonistas de la muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

    Susana Reinoso
    SUSANA
    REINOSO


    27/06/2024 16:02
    • Damián Ortega es uno de los cuatro protagonistas de la muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

       

    • La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

       

    • La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

       

    • Abraham Cruzvillegas es uno de los cuatro protagonistas de la muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.
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    Con la llegada de las monumentales instalaciones y obras de los reconocidos artistas mexicanos Julieta Aranda, Abraham CruzvillegasRafael Lozano Hemmer y Damián Ortega, a su sede en La Boca, Fundación PROA completa un recorrido del arte mexicano que comenzó con Rufino Tamayo en 1996, siguió con Dioses, ritos y oficios del México Prehispánico, a finales de 2011, y en medio tuvo una expo notable sobre el arte contemporáneo de México, con obras de la Colección Jacques y Natasha Gelman en 1999.

     

    La exposición, que inaugura este sábado con el título Espejos de México y se extiende hasta la primera semana de septiembre, sintetiza la grandeza de México, con su diversidad cultural inabarcable y su convivencia de lenguas y etnias que a su vez ponen de relieve las contradicciones que subsisten en esa diversidad, a la vez que propone una experiencia espacial, visual, sonora y sensible deslumbrante.

    Los cuatro artistas convocados exhiben en cuatro salas (uno por sala) como si fueran cápsulas inconexas, pero en realidad todos ellos desafían límites y exploran materiales y técnicas diferentes que conectan con las raíces y a la vez las cuestionan.

     

    En la recorrida de prensa, que tuvo lugar el pasado martes, se aprecia un arte contemporáneo concebido como algo monumental, donde los artistas proponen una multiplicidad de narrativas. Hay que entrar a ritmo lento para comprenderlo todo.


    La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

    Solo los títulos de algunas de las obras e instalaciones que se presentan son de una extensión que no necesita ningún texto adicional. “Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación industrial, añorando poco la fantasía de la promesa de pertenencia al universo ‘moderno’….” es uno de los títulos de una obra de Cruzvillegas, un artista reconocido internacionalmente, cuyas instalaciones son “autoconstrucciones” que desafían al visitante, a quien a su vez invita a ser parte de su propuesta.

    Por caso, con materiales industriales (conoció la fábrica de Tenaris-Techint en Veracruz, México), y decidió montar sus instalaciones en la expo de PROA con caños, láminas y otros desechos que su equipo eligió aquí con un solo pedido del artista: “Tráiganme cosas que me sirvan”.

    Durante la recorrida, Cruzvillegas comentó un aspecto interesante que de alguna forma se suma a la comprensión de su obra: procede de una colonia (así se llama en la CDMX a los distritos/barrios que son extensísimos) “autoconstruida”, donde la gente edificaba sus casas con lo que encontraba y conforme a sus necesidades. Interesante aspecto de la vida del artista que completa la mirada sobre su obra.

    Desde el inicio

    La exposición comienza con la obra de Julieta Aranda, residente en Berlín, que propone una videoinstalación que pivotea sobre el vínculo entre la humanidad, el planeta y la tecnología, todo lo cual está siendo hoy desafiada por la IA.

    Aranda explora el impacto del progreso científico a partir de su experiencia con ocasión de la Bienal de Berlin en 2014, donde fue invitada a experimentar un vuelo con gravedad cero. La primera parte de esa vivencia y sus reflexiones están presentes en una videoinstalación gigante que acompaña objetos antiguos que son trampas para cazar osos. Aranda ya había estado hace 10 años en Buenos Aires presentando sus trabajos en la Galería Ignacio Liprandi sobre el proyecto “Teorema del 1 Mono Infinito”.

    Su mega instalación en PROA reúne la escultura, el video, la instalación, recursos todos que según el reconocido curador Cuauhtémoc Medina componen “un registro y una meditación sobre cómo nuestro sentido común se ha desvanecido. Bajo el sugestivo título “Robando su propio cadáver”, Aranda ha compuesto tres películas que constituyen un ensamblaje en el que se expresan las condiciones que rodean la sensibilidad emergente del siglo XXI” en un intento por reconfigurar “nuestras intuiciones, deseos, valores y fantasías de intercambio y relación”.

    A continuación accedemos a la sala donde la obra de Cruzvillegas resulta una propuesta sorprendente. En sus comienzos profesionales Abraham Cruzvillegas y Damián Ortega coincidieron en el “Taller de los viernes”, un ámbito de reflexión fundado por Gabriel Orozco que más tarde impulsó sus búsquedas individuales en el campo social.

    En su práctica, Abraham Cruzvillegas trabaja el concepto de “auto-construcción”, una plataforma sobre la que erige esculturas e instalaciones efímeras. Su pasado como caricaturista político está presente en sus dibujos y pinturas que acompañan la pieza principal, realizada en el lugar por el artista. En una suerte de baile ritual, el artista mexicano pintó en el suelo cuatro telas de las que emergen símbolos y hasta dos mandriles en blanco y negro.


    La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

    ¿Por qué mandriles? “Porque así se llama la herramienta que se utiliza a nivel industrial para horadar metales”, narra el artista, al tiempo que cuenta que las telas que ha pintado en PROA fueron con una mopa de limpiar pisos, lo que también añade una lectura social a esas obras.

    En medio de la sala aparece un artefacto gigantesco hecho con caños, láminas, bancos, cables de acero, tubos, frascos, clavos, tablas, pedazos de plástico y metales donde también se representa lo humano.

    Todos los materiales industriales unidos componen una instalación que se percibe como algo primitivo y poético, rodeado de otros artefactos semejantes que el artista explica como “instrumentos musicales” que se “pueden percutir, soplar y hasta cantar”. Cruzvillegas había estado en nuestro país hace 30 años en una muestra de la desaparecida Fundación Banco Patricios.

    Esta sala se completa con su “Autorretrato ciego” (su título completo es tan extenso como las distancias en Ciudad de México) en las que el artista reunió recetas y documentos de diversas partes del mundo que muestran una contracara en color, pero por detrás exhiben lo que alguna vez fueron.

    Poesía y luz

    La recorrida continúa con la obra absolutamente bella, poética y sensorial de Rafael Lozano-HemmerEmigrado tempranamente de México al exterior, el artista compone una instalación lumínica que se extiende a lo largo de la sala y que en un extremo tiene un intercomunicador. Allí los visitantes podrán grabar un mensaje breve que luego se multiplicará en luces y más sonidos, deconstruyendo las palabras en múltiples formas de expresión.


    La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.La muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

    “Matriz de voz” (Subescultura 13) es de 2011. El arte multimedial de Lozano-Hemmer atraviesa la condición humana. El artista usa luces robóticas, vigilancia computarizada, redes telemáticas y herramientas tecnológicas que involucran al público y lo desafían a explorar temas como el control y las relaciones de poder en la sociedad contemporánea. Sus experiencias artísticas proponen ir más allá de lo que se ve y encontrar otros sentidos.

    Desde el inicio de su carrera, el artista se ha enfocado en crear lo que llama “antimonumentos”, con la intención de no imponerle nada al público, sino de invitarlo a sentirse representado. El antimonumento en PROA puede acumular hasta 882 grabaciones. Las últimas van empujando a las anteriores. Frases, poesías, aforismos van ampliando el significado de la obra.

    La recorrida concluye en el primer piso, en la sala donde Damián Ortega presenta una de sus producciones más conocidas. “Cosmic Thing” es la instalación que internacionalizó, en alguna medida, la escena artística mexicana. Ortega deconstruye un Volkswagen Beetle modelo 1998, que compró con su dinero, y suspende todas sus partes en el espacio. No serán pocos los que por primera vez vean las tripas de un auto en suspensión, como si se tratara de una explosión que congeló el esqueleto del coche en el aire.


    Abraham Cruzvillegas es uno de los cuatro protagonistas de la muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.Abraham Cruzvillegas es uno de los cuatro protagonistas de la muestra Espejos de México en Fundación Proa. Foto: Ariel Grinberg.

    Ortega enfoca sus proyectos en los procesos industriales para desarmar objetos cotidianos y analizarlos expandidos, fragmentados, invitando a reconsiderar su funcionalidad y también el modo en que nos conectamos con el consumo.

    En un breve diálogo con Clarín Cultura el artistas conto que estuvo el año pasado en Buenos Aires con un proyecto de traducciones de artistas internacionales. Su coche suspendido es una maravillosa sorpresa para poder apreciar además todos los significados ocultos en cada una de las piezas que lo componen.

    Incluso en la última parte de la sala, el artista redobla su propuesta con un video donde lleva a cabo una performance de sepultura de ese mismo automóvil, lo que da miga para el asombro.

    Damián Ortega fue caricaturista político y su poder de observación minuciosa está muy presente en su producción artística. Su trabajo está a caballo de la escultura, la instalación y el video.

    En los proyectos de gran formato suele desarmar y reconfigurar objetos de la vida cotidiana para revelar las estructuras invisibles que los construyen. El auto producido en la fábrica de Volkswagen en Puebla se convirtió en 1971 en el taxi oficial del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México (CDMX), convirtiéndose en fetiches urbanos.

    A través de esta deconstrucción, Ortega también abre una reflexión sobre la movilidad, la producción automotriz y la globalización, entre otros asuntos. Sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de México y Estados Unidos que lleva al país latinoamericano a convertirse en territorio de ensamblaje de muchos productos que luego desembarcan en el mercado norteamericano.

    Novedades de agosto

    Esta presencia mexicana se consolidará en agosto próximo con la inauguración, en PROA21 (a una cuadra de PROA), de una exhibición de Francis Alÿs, artista belga-mexicano, con la curaduría Cuauhtémoc Medina.

    Cuando la fe mueve montañas se titulará la exposición del artista en Buenos Aires que reflexiona sobre la magnitud del esfuerzo colectivo al momento de superar obstáculos. Sus obras se destacan por una documentación exhaustiva sobre las vidas y costumbres de la sociedad mexicana. La muestra ya se presentó en Perú en 2002.

    Espejos de México en Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca), desde el sábado 29 de junio, de miércoles a domingos de 12 a 19.



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  • Título: 7 recomendados de arte y cultura para esta semana
    Autor:
    Fecha: 27/06/2024
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    La agenda del jueves 27 de junio al miércoles 3 de julio en Buenos Aires

    27 de junio de 202408:05

    LA NACION
    Instalación sonora y lumínica de Rafael Lozano-Hemmer en la muestra Espejos de México, en Fundación Proa
    Instalación sonora y lumínica de Rafael Lozano-Hemmer en la muestra Espejos de México, en Fundación ProaMaría Bessone - LA NACION

     
    • Oscar Bony, fuera de serie. El artista fallecido en 2002 vuelve a sorprender en una muestra que abre hoy al público en la galería Cosmocosa (Montevideo 1430, PB), con obras poco conocidas que no se exhiben desde hace más de dos décadas. Hasta el 31 de julio, de lunes a viernes de 14 a 19, con entrada gratis.
    • Vuelve el Gallery. Mañana, de 16 a 20, se realizará la primera edición del año del circuito artístico gratuito impulsado por Pinta con apoyo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. En Recoleta, Retiro y el microcentro porteño habrá visitas guiadas con inscripción previa. Más información en gallery.com.ar.
    • Circuito en San Telmo y La Boca. El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Av. San Juan 350) inaugura hoy a las 18 con entrada gratis las exposiciones Dibujar es crear mundos y Alberto Passolini: Soñar a borbotones. El sábado a las 15, en Fundación Larivière (Caboto 564), Juan Ricardo Rey Márquez ofrecerá una charla titulada “Los sonidos de la calle en la obra de Fernell Franco”, que propondrá reconstruir nexos entre música, literatura y artes visuales. Gratis, con inscripción previa. Y el sábado a las 17 Fundación Proa (Av. Don Pedro de Mendoza 1929) abrirá al público Espejos de México, con obras de los artistas mexicanos Damián Ortega, Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas y Rafael Lozano-Hemmer.
    • Inauguraciones en Villa Crespo. También el sábado, a las 16, se inauguran en Ruth Benzacar (Juan Ramirez de Velasco 1287) las muestras de Ernesto Ballesteros y Francisca Rey, artista seleccionada en la edición aniversario de Curriculum Cero 2022. Entrada gratis.
    • Banderas para una nación. Así se titula la visita guiada en homenaje al general Manuel Belgrano que se realizará el domingo a las 15 en el Museo Histórico Nacional (Defensa 1600). Con entrada gratis, recorrerá el origen y la evolución de la bandera a partir de piezas clave de la colección del museo.
    • Homenaje. Hoy, a las 18.30, se inaugura la muestra Amia: el rol del periodismo en 30 años de búsqueda de la verdad, en el hall de planta baja de la Legislatura porteña (Perú 160). Organizan ADEPA, AMIA y DAIA y se exhiben tapas de los diarios tras el ataque a la sede de la mutual el 18 de julio de 1994.
    LA NACION

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  • Título: Abraham Cruzvillegas y la construcción de una precariedad contradictoria
    Autor: Ana María Battistozzi
    Fecha: 25/06/2024
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    Abraham Cruzvillegas y la construcción de una precariedad contradictoria
    • Uno de los artistas invitados a Espejos de México, la nueva exposición de Fundación Proa, forma parte de una generación de artistas contemporáneos que salieron al mundo, y esquivan los estereotipos del arte tradicional.
    • Desde el sábado 29 de junio, con tres obras ocupa una sala completa en el espacio de La Boca.

    Abraham Cruzvillegas y la construcción de una precariedad contradictoria

    Abraham Cruzvillegas durante el montaje de Espejos de México, en Fundación Proa. Fotos: Ariel Grinberg.

    Ana Maria Battistozzi
    ANA MARIA
    BATTISTOZZI

    Abraham Cruzvillegas durante el montaje de Espejos de México, en Fundación Proa. Fotos: Ariel Grinberg.

     

    El Autorretrato ciego de Cruzvillegas, formado por los tickets y papeles que recolecta en su vida cotidiana, pitados al dorseo. Fotos: Ariel Grinberg

     

    El artista durante el montaje. Foto: Ariel Grinberg.

    Abraham Cruzvillegas es uno de los cuatro artistas que participa de Espejos de México, la exhibición que reúne obras de gran formato, desde el sábado 29 de junio en Fundación Proa. Junto a Gabriel Orozco, Gabriel Kuri y Damián Ortega, Cruzvillegas pertenece a una generación que hacia fines de los 80 introdujo un giro radical en el panorama del arte mexicano. El "Taller de los viernes", la reunión que los congregó semanalmente entre fines de los 80 y comienzos de los 90, fue la principal usina de sus ideas. Sobre alguna de ellas, el artista conversó con Ñ.
     

    -¿Cómo se definieron las piezas que integrarían esta exhibición?

    -Cuando Adriana Rosenberg me invitó a exponer en Proa, propuse algunas cosas que considero emblemáticas en mi trabajo: tres distintas. Unos dibujos, Autorretrato ciego, que es una suerte de mural, y una pieza escultórica. Entonces ella tuvo la idea, que me pareció genial, de aprovechar la relación de Proa con Tenaris, la fábrica de tubos.

    -¿Y cómo eso se pudo relacionar con tu obra? Lo que sale de la fábrica es algo industrial, tecnológicamente acabado. ¿Me equivoco?

    -Justamente, quizás es más fácil empezar por ahí. Si bien las otras piezas mías en esta exhibición tienen que ver con otros proyectos, en este caso se relaciona con una serie de esculturas que cuelgan del techo que he hecho en los últimos años, que en cada caso están hechas con materiales locales. La que hice hace unos diez años para el Museo Jumex es una referencia importante. Entonces, un montón de sitios alrededor del museo estaban en construcción porque esa zona de la ciudad se transformó mucho. Fui a recuperar material de los alrededores y con eso hice la obra que está ahora en exhibición en el Museo Jumex. Cuando Adriana vio la obra pensó en Tenaris México y me sugirió ir a visitarla para ver si algo podía salir de allí. Así fui a ver el proceso de manufactura del tubo, que empieza con un gran patio de chatarra donde llega toda la materia prima que se va a fundir para hacer un tubo nuevo. Ese gran patio de chatarra es una cosa brutal; un hangar gigante al aire libre con una grúa que toma de aquí y allá materiales en cantidades y las pone en el crisol para luego meterlas a la fundición.


    El Autorretrato ciego de Cruzvillegas, formado por los tickets y papeles que recolecta en su vida cotidiana, pitados al dorseo. Fotos: Ariel Grinberg El Autorretrato ciego de Cruzvillegas, formado por los tickets y papeles que recolecta en su vida cotidiana, pitados al dorseo. Fotos: Ariel Grinberg

    En ese patio hay de todo. Lo que está listo para ser fundido de nuevo y lo que viene de otros procesos industriales como las puertas de los coches. Pedazos que le recortan una lámina de la forma de la puerta y lo que queda lo dejan aparte. La acumulación de todo lo que no se usó va al patio de chatarra. Tubos que no sirvieron, resortes de los colchones, láminas metálicas de todo lo que se va a reciclar.

    Así, para la obra que se exhibe aquí pedí al equipo de Proa que me ayudara a recuperar material del patio de chatarra de la planta Tenaris de Campana, en Buenos Aires. Lo único que les dije fue: necesito material que pueda usar y con ese criterio que parece muy vago la gente escogió el material justo. Es que yo no necesito elegir: lo que me den lo uso a ciegas. Con eso hice la escultura central y me gusta mucho esa parte, que no opera como mi selección.

    -Pienso en la conexión que se puede entablar entre el tipo de producción de tu obra y el sistema de producción más generalizado del sistema, que no es específicamente el del arte.

    -Para mí no se trata de una metáfora ni una alegoría, es una realidad: la de la transformación. En la exposición va a haber plantas originarias de la región. Me interesa la transformación. Procesos lentos, rápidos y violentos. Y en ese proceso está también el mío; el de mi identidad como ser humano que no necesariamente es mexicano, ni hombre, ni padre ni hijo. Es humano, ese proceso de transformación y de construcción de la identidad que compartimos todas y todos. Para mí lo humano es bien importante con relación a lo que estábamos mencionando de la fábrica y del material.

    -Se me viene a la cabeza algo muy propio de los debates del presente, que plantean los limites de lo humano en relación a lo que surge de la inteligencia artificial. ¿Has pensado algo de eso con relación a tu obra?

    -La verdad no tengo la inteligencia suficiente como para responder eso.


    El artista durante el montaje. Foto: Ariel Grinberg. El artista durante el montaje. Foto: Ariel Grinberg.

    -Theodor Adorno sostuvo que el sistema de producción de la obra de arte de algún modo refleja el estadio de la producción local. Diría que no es lo mismo en un artista inglés que en uno mexicano o argentino.

    -Ya que mencionas a Adorno, el contexto en el que surgen sus ideas es Alemania y en esta exposición hay dos artistas que de algún modo tienen una conexión con Alemania. Por un lado Damián Ortega, que en su Cosmic Thing desarma un Volkswagen que es un emblema de la industria, la producción y la economía alemana en un momento muy peculiar. Y por otro lado Julieta Aranda que vive en Alemania pero su obra no habla de eso ni refiere estrictamente al contexto en el que ella produce su obra. Yo que he vivido en Berlín también he tratado de introducir en mi lenguaje vocablos que tienen que ver con con esos contextos distintos. El contexto en el que Engels habla de la clase obrera y cómo construyen sus casas, para mí es súper importante pero yo necesariamente lo llevo a mi territorio, a mi contexto y no trato de ilustrarlo ni hacerlo didáctico. Afirmar el sentido contextual desde la identidad mexicana no me interesa.

    -Justamente te quería preguntar por eso. Los cuatro artistas de esta exhibición se caracterizan por una posición conceptual totalmente distinta del estereotipo del artista mexicano asociado a una postura política y un sistema de representación próximo a la narrativa del muralismo o al exotismo.

    -Rafael Lozano-Hemmer, que es mexicano como yo, vive en Canadá y su obra está totalmente vinculada a la tecnología de punta del siglo XXI. Como él, los otros artistas de esta exposición somos muy distintos unos de otros. Esto que tú mencionas se ha ido transformando en gran medida, aunque el discurso monolítico identitario de lo mexicano, que la propaganda del estado construyó a través del muralismo, sigue ahí y es muy poderoso. Con algunos artistas de mi generación tratamos de evadir ese conflicto que para mí no es un conflicto. Yo no puedo negar ser mexicano. En mi obra hay como una gramática que vienen del contexto, pero pero no quiero que mi trabajo sea visto como el estereotipo de lo “mexicano”.

    -Hay algo en tu obra que, salvando diferencias, podría encontrar afín con algunos artistas argentinos como Diego Bianchi u otros artistas del resto del mundo, como Thomas Hirschhorn, como si participara de una mirada que hace foco en el desecho y el reciclaje como algo propio de un paisaje globlal contemporáneo.

     

    -Podría ser en varios artistas de mi generación en cuanto al reciclaje, no de materiales de desecho como dijiste tu. Te diría que me siento muy cercano a Hirschhorn, admiro mucho su trabajo pero su aparato político no tiene nada que ver con el mío, aunque formalmente haya una similitud.

    -Tu obra aparece asociada al término Autoconstrucción. ¿Qué significa exactamente?

    -Refiere a las casas que construyen las familias mientras las habitan, como la que casa en que crecí. Casas que existen en todas las ciudades del mundo. Desde México a Hong Kong y que se llaman de distintas maneras. En México a esto se llama Autoconstrucción y lo que las caracteriza es esa evidencia de la desigual distribución de la riqueza, que genera un elemento constructivo. Y también una estética que evoca la desigualdad como un factor humano y a la vez un sistema afectivo de solidaridad entre vecinos y familiares. Construcciones que avanzan con lo que se puede. Podría decirse que hay en ellas un orden inestable propio del proceso que determina la necesidad. En el caso de la escultura en esta muestra sería que no se caiga al piso, que sea segura, que nadie se lastime. Hay una serie de decisiones que se toman sobre la marcha. Se trata de una precariedad muy controlada y en ese sentido yo diría una precariedad contradictoria.



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  • Título: Desafío a la percepción: qué es el auto desmembrado que flota en La Boca
    Autor: Celina Chatruc
    Fecha: 24/06/2024
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    Desafío a la percepción: qué es el auto desmembrado que flota en La Boca

    La muestra Espejos de México, que se inaugurará el sábado en Fundación Proa, sorprenderá con las instalaciones de Damián Ortega, Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas y Rafael Lozano-Hemmer

    24 de junio de 202417:37

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    Celina Chatruc
    LA NACION
    El escarabajo deconstruido por Damián Ortega, en Fundación Proa

26-06-2024. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Foto LA NACION/María Bessone.
    El escarabajo deconstruido por Damián Ortega, en Fundación Proa 26-06-2024. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Foto LA NACION/María Bessone. maria bessone
     

    El auto parece haber estallado en pedazos. Sus partes permanecen suspendidas en perfecto orden, cercanas al centro de la estructura que solían integrar. El techo flota a más de tres metros sobre el piso de la sala de Fundación Proa, mientras que fracciones de neumáticos se suceden hacia las paredes laterales.
     

    Detalle de las partes del auto de Ortega
    Detalle de las partes del auto de Ortegamaria bessone
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    “Si las puertas de la percepción se purificaran todo se le aparecería al hombre como es, infinito”, escribió William Blake en El matrimonio del cielo y el infierno (1790). Esa cita inspiró Las puertas de la percepción (1954), de Aldous Huxley, libro que a su vez originó el nombre de la banda The Doors y su canción titulada Break on through.

    No es necesario, sin embargo, estar bajo los efectos de drogas alucinógenas para experimentar la sensación de atravesar un portal hacia otra dimensión. Una vez más, los artistas nos ayudan a expandir nuestra forma de mirar: Damián Ortega fue quien desarmó pieza por pieza este Volkswagen modelo Escarabajo, que perteneció a su padre, para convertirlo en Cosa cósmica, una poética obra que se exhibió en la Bienal de Venecia en 2003. Pese a sus 780 kilos, parece leve como un ave y logró cruzar océanos y fronteras hasta llegar a varios países de distintos continentes.

    Ortega y la instalación titulada Cosa cósmica, en Proa
    Ortega y la instalación titulada Cosa cósmica, en Proamaria bessone

    Ahora, acaba de llegar a la Argentina para integrar desde el sábado próximo la muestra Espejos de México. Incluye también instalaciones de otros artistas nacidos en su país, que exhiben por primera vez en Proa: Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas Rafael Lozano-Hemmer. En agosto se sumará al diálogo desde PROA21 otra del belga-mexicano Francis Alÿs, con curaduría de Cuauhtémoc Medina. Un esfuerzo de producción especialmente valioso en esta era de presupuestos devorados por la inflación.

    A las diferentes perspectivas que ofrecen estos invitados extranjeros se suman las múltiples lecturas que permiten sus creaciones contemporáneas. “Ha sido una lluvia de interpretaciones”, dijo a LA NACION Ortega, en referencia a los significados atribuidos a su obra. “Para los alemanes, este auto originalmente alemán que tuvo uso militar era el símbolo de un país dividido que había que reunificar –explicó-; en México, en cambio, donde fue usado por los estudiantes y los hippies y está vinculado con una memoria muy afectiva, se asoció con la idea de democracia en la que cada pieza es parte de un sistema y todas tienen su función”.

    Detalle de la instalación de Aranda, que incluye recreaciones de trampas para animales
    Detalle de la instalación de Aranda, que incluye recreaciones de trampas para animalesGentileza Fundación Proa

    De hecho, este mismo auto protagonizó otra obra muy distinta hace poco más de dos décadas, cuando lo enterró “ruedas arriba” en el predio donde había sido fabricado. Como un grupo de jóvenes curiosos merodeaban el lugar, debió desenterrarlo y probó arrancarlo para volver manejando a Ciudad de México. Anduvo. La trilogía se completa con Moby Dick (2004), una suerte de lucha “cuerpo a cuerpo” bajo tierra con el escarabajo, cuyo registro en video se incluirá en la muestra.

    También integra una trilogía la videoinstalación exhibida de Aranda. Titulada Robando el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad), se basa en la experiencia que tuvo cuando fue invitada junto a otros artistas a experimentar un vuelo con gravedad cero, para la Bienal de Berlín en 2014. correspondiente a la primera parte. La sala dedicada a sus obras se completa con recreaciones de diversas trampas para animales para representar la “tarea imposible de construir un futuro”, en palabras de Medina.

    Esto no habla de México ni de la Argentina, se vuelve humano, dice Cruzvillegas sobre la instalación flotante creada en la Argentina
    “Esto no habla de México ni de la Argentina, se vuelve humano”, dice Cruzvillegas sobre la instalación flotante creada en la Argentinamaria bessone

    Por otra parte, el auto suspendido de Ortega se vincula a su vez con una instalación realizada por su amigo Cruzvillegas con materiales reunidos en la fábrica de Tenaris, entre otros sitios porteños. “Esto no habla de México ni de la Argentina, se vuelve humano”, dijo a LA NACION el artista sobre esta pieza flotante, que hace su aporte al clima apocalíptico.

    La sensación de atravesar un portal hacia otra dimensión se profundiza en la sala que aloja la instalación interactiva de Lozano-Hemmer. Hay que apretar el botón de un intercomunicador, y dejar un mensaje. El sonido se reproducirá junto con las voces de otros visitantes en esta Matriz de voz (2011), que convierte el ritmo de esas palabras en fuentes cambiantes de luz. Pareciera, aquí, que estamos dentro de una nave espacial. En un viaje cuyo destino desconocemos, porque probablemente sea infinito.

    Matriz de voz (2011), la instalación sonora y lumínica de Lozano-Hemmer
    Matriz de voz (2011), la instalación sonora y lumínica de Lozano-Hemmermaria bessone
    Para agendar:

    Espejos de México en Fundación Proa Av. Don Pedro de Mendoza 1929, desde el sábado 29 de junio a las 17. De miércoles a domingos, de 12 a 19. Entrada: general $3000, estudiantes, docentes y jubilados $1000, menores de 12 años sin cargo. Visitas guiadas a las 15 y 17.

    Celina Chatruc

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  • Título: ESPEJOS DE MÉXICO EN LA FUNDACIÓN PROA
    Autor:
    Fecha: 24/06/2024
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    “ESPEJOS DE MÉXICO” EN LA FUNDACIÓN PROA


    24 junio, 2024  en Notícias  por Administración Conexion Ciudad
    “Espejos de México” en la Fundación PROA

    Se presenta en la función PROA del barrio porteño de La Boca, “Espejos de México” desde el próximo 29 de junio, hasta el 2024 – septiembre, 2024 Organiza: Fundación Proa y auspicia: Tenaris – Ternium, cinco artistas contemporáneos ofrecen una experiencia espacial y sensorial única.

    Poniendo el foco en la obra de gran formato, cinco artistas contemporáneos ofrecen una experiencia espacial y sensorial única. Las piezas de estos destacados autores exploran diversas materialidades y soportes para desafiar las convenciones estéticas contemporáneas.

    Julieta Aranda presenta una videoinstalación que gravita en torno al complejo vínculo entre humanidad, tierra y tecnología; Damián Ortega reflexiona sobre la deconstrucción de los objetos y procesos industriales a través de una obra icónica; Rafael Lozano-Hemmer invita a la participación con una instalación centrada en voz y luz; y Abraham Cruzvillegas expone obras performativas que desmontan objetos y procesos cotidianos con astucia y humor, mientras Francis Alÿs nos recuerda aquella acción multitudinaria que realizó en las afueras de Lima, Perú.

    Este conjunto desafía los límites del tiempo y la escala, e invita al espectador a participar convirtiendo la experiencia en un proceso interactivo y enriquecedor.

    Avda. Pedro de Mendoza 1929 y Caminito, La Boca.



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  • Título: ESPEJOS DE MÉXICO
    Autor:
    Fecha: 24/06/2024
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    ESPEJOS DE MÉXICO

    ESPEJOS DE MÉXICO
    Del 26 de junio al 30 de agosto

    FUNDACIÓN PROA 

    Una exposición que propone un recorrido por artistas de renombre internacional, nacidos en México, y que presentan obras por primera vez en la fundación. El proyecto, diseñado por Proa, tiene como premisa exhibir, debatir y estudiar la monumentalidad en las obras, así como las experiencias y pensamientos que cada una de ellas concentra. Dada la riqueza de propuestas y metodologías, cada artista se presenta con piezas emblemáticas a lo largo de las cuatro salas, generando múltiples narrativas.

    Espejos de México aglutina un conjunto de obras de arte que actúa reflejando -como en un espejo-, diferentes aspectos de la cultura, la historia, la diversidad y las perspectivas contemporáneas, revelando múltiples capas de significado.

    Aunque los artistas comparten raíces comunes por su lugar de origen y formación han tomado caminos diversos. Abraham Cruzvillegas y Damián Ortega residen en México, pero acreditan una larga trayectoria pedagógica y de trabajo en el exterior. Por otro lado, Julieta Aranda y Rafael Lozano-Hemmer emigraron tempranamente al extranjero desarrollando sus prácticas artísticas.

    Espejos de México encapsula esta dualidad y diversidad de lecturas, dado que cada obra, creada dentro o fuera de México, contribuye a un mosaico dinámico en el que se puede vislumbrar el origen y la adaptación cultural en un contexto global.

    Durante el mes de agosto, en diálogo con esta presentación, en el espacio de PROA21 se inaugura la exhibición del artista belga-mexicano Francis Alÿs, con curaduría de Cuauhtémoc Medina. Sus obras se destacan por una documentación exhaustiva sobre las vidas y costumbres de la sociedad mexicana.  Cuando la fe mueve montañas fue una acción realizada en Lima,
    Perú, en 2002.

    La presencia de Francis Alÿs, que elige vivir en México, representa la multiplicidad de propuestas en la comunidad artística global y cómo este grupo de artistas da cuenta de la cultura mexicana y de las prácticas contemporáneas.

    Desde la videoinstalación de Julieta Aranda, las obras “construidas” de Abraham Cruzvillegas, el arte expandido de Damian Ortega, el arte multimedial de Lozano-Hemmer, y la presencia de la performance en la obra de Alÿs se construye una exposición única y por primera vez en la Argentina, que da cuenta de la versatilidad artística contemporánea.

    LAS OBRAS

    Luego de participar en un vuelo de gravedad cero, Julieta Aranda explora en su videoinstalación el impacto del progreso científico imaginando una posible “ruta de escape” para la raza humana en estos tiempos abrumadores; su interés por las herramientas digitales se aproxima a la instalación inmersiva de Rafael Lozano-Hemmer que se activa con la voz de los participantes, generando escenas lumínicas que indagan en las conexiones entre arte y tecnología en el contexto de la luz. En sus comienzos profesionales Abraham Cruzvillegas y Damián Ortega coincidieron en el Taller de los viernes, un ámbito de reflexión fundado por Gabriel Orozco que más tarde impulsó sus búsquedas individuales en el campo social. En su práctica Cruzvillegas trabaja el concepto de “auto construcción”, una plataforma sobre la que erige esculturas e instalaciones efímeras. Su pasado como caricaturista político asoma en los dibujos y pinturas que acompañan la pieza principal, realizada in situ por el artista en una suerte de ritual performático.

    Ortega enfoca sus proyectos en los procesos industriales para desarmar objetos cotidianos y analizarlos expandidos, fragmentados, invitando a reconsiderar su funcionalidad y nuestra relación con el consumo. La acción realizada en 2002 por Francis Alÿs en las afueras de Lima, Perú, da cuenta de la magnitud del esfuerzo colectivo al momento de superar obstáculos tan o más grandes que una montaña.

    Julieta Aranda es invitada a exhibir por primera vez en las salas de Fundación Proa. En 2014 presentó en Buenos Aires una serie de trabajos en la galería Ignacio Liprandi sobre el proyecto “Teorema del 1 Mono Infinito”, o Tools for Infinite Monkeys (Open Machine). Sus obras de carácter multidisciplinario se destacan por la forma en que la artista hace uso de los recursos en la instalación, el video, y la escultura conformando un territorio en el que explora temas como el tiempo y la percepción que se mezclan y entrecruzan con sus vivencias personales y sensoriales, dando cuenta de la vida cotidiana contemporánea. La famosa serie de video instalaciones Robando el propio cadáver (un conjunto alternativo de puntos de apoyo para un ascenso a la oscuridad), conforma una aguda reflexión sobre los acontecimientos sensoriales y conceptuales del sujeto contemporáneo. Es a partir de su propia experiencia que se construye el proyecto, cuando fue invitada junto a otros artistas a experimentar un vuelo con gravedad cero, en ocasión de la Bienal de Berlín en 2014. En Proa se presenta la video instalación correspondiente a la primera parte.

    A propósito de su trayectoria, la galería Mor Charpenter escribía: “En su práctica artística, Julieta Aranda observa la relación humano-tierra alterada a través del lente de la tecnología, la inteligencia artificial, los viajes espaciales y las hipótesis científicas. Al trabajar con escultura, instalación, video y medios impresos, Aranda se interesa en la exploración del potencial de la ciencia ficción, las economías alternativas y las ‘poéticas de la circulación’. Sus proyectos desafían los límites entre el sujeto y el objeto a la vez que incorporan los encuentros fortuitos, la autodestrucción y los procesos sociales. En 2006 obtuvo un Máster en la Universidad de Columbia en Nueva York. Anteriormente había realizado su formación en el School of Visual Arts en Manhattan (2001). Como directora de la plataforma en línea e-flux junto con Anton Vidokle, Julieta Aranda ha desarrollado los proyectos Time / Bank, Pawnshop y e-flux Video Rental, todos ellos iniciados en el espacio de e-flux en Nueva York, y que han sido presentados en diferentes escenarios del mundo”.

    Se presenta por primera vez en Buenos Aires una exhibición individual de Abraham Cruzvillegas (México, 1968), destacado artista de reconocida trayectoria internacional. Esta muestra surge de la colaboración entre Cruzvillegas y Fundación Proa, que comenzó con una visita a la fábrica de Tenaris en México, más exactamente a Veracruz, para explorar los materiales que utiliza la industria siderúrgica. Desde México y en diálogo con el equipo de Proa, Cruzvillegas brindó algunas intereses especiales sobre los materiales, pero dejó que los asistentes elijan, traigan y provean los objetos que consideraban propicios para su instalación. Esta peculiar y extraordinaria postura frente a la obra la vuelve participativa, porque es el equipo de trabajo y el espectador quienes finalizan de construir la obra. En sus palabras “todo objeto es bueno y necesario para la obra”. El site specific central compuesto con materias primas locales están acompañados por cinco telas de gran formato, también realizadas en nuestro país. Las pinturas a manera de una performance son realizadas con una mapa y escoba. El autorretrato ciego es parte de su historia, de sus intereses y momentos vividos, coloreados conformando un retrato del artista invisibilizado al espectador. El resultado es una obra polisémica.

    Estas obras evidencian la meticulosa metodología y el profundo enfoque conceptual del artista, y dan cuenta de su trayectoria y proceso creativo. Sus inicios como caricaturista político asoman en los dibujos y pinturas que acompañan la pieza principal, en una suerte de ritual performático. A través de su obra, Cruzvillegas nos invita a reflexionar sobre la capacidad creativa y la capacidad de transformar la realidad a partir de lo que tenemos a nuestro alrededor, una declaración política y social. En sus propias palabras, Cruzvillegas describe su enfoque como un juego constante de resolución de problemas: «alguien como yo puede hacerlo, sin demagogia ni falsa modestia». Este enfoque se ve claramente en sus piezas, que pertenecen a tres distintos cuerpos de obra presentados en diversos lugares, siempre utilizando materiales locales —los cuales, a su vez, traen consigo diversas capas de experiencia y transformación, apelando a las economías locales, sus sociedades e individuos—. Bajo el concepto de “autoconstrucción” sus proyectos se erigen como monumentos efímeros formados por materiales encontrados y en desuso, un readymade hecho de clavos, tablas, pedazos de plástico y metales devenidos en escenarios donde se representa el drama de lo humano. La autoconstrucción se manifiesta como una forma de resistencia activa frente a la desigualdad económica y la opresión estatal. A través del acceso a la tecnología y la creatividad, su obra subraya la reutilización, mostrando cómo la innovación y el ingenio surgen frente a la escasez y cómo no siempre se necesitan grandes recursos para crear.

    Casi la totalidad de las obras de Abraham Cruzvillegas que se presentan en Fundación Proa han sido realizadas en el sitio, con la ayuda de un equipo local, quien ha provisto los materiales y el apoyo técnico. Pertenecen a tres distintos cuerpos de obra que he presentado en distintos lugares, siempre usando materiales locales, los cuales traen de por sí diversas capas de experiencia y de transformación, apelando a economías también locales, a sus sociedades y a sus individuos. A la primera serie se incorporan dos nuevos dibujos de gran formato, realizados sobre superficies de tres por cuatro metros, pintadas con numerosas capas de pintura acrílica comercial blanca, como la que se usa para pintar paredes en el espacio doméstico. Los dibujos se hacen con trapeadores comunes y corrientes, con los que dibujé las efigies de dos primates de dos especies distintas, de las que conocemos como mandriles, una hembra y un macho. He dibujado simios desde la década de 1980, cuando trabajaba como caricaturista en diversas publicaciones de la ciudad de México, algunas de circulación nacional. En mi país a los caricaturistas nos llaman “moneros” porque dibujamos “monitos”, cosa que me tomo a pecho, por lo cual he dibujado monos (orangutanes, gorilas, bonobos, chimpancés, etc) sobre una multiplicidad considerable de superficies, incluyendo el papel, la tela y las paredes, con diversos materiales, incluyendo bolígrafos, óleos, acuarelas, tinta china, marcadores, lápices, y saliva. También del contexto de la caricatura, con un giro político vigente, procede la analogía de los simios —desventajosa para ellos— con los dictadores y los gobernantes autoritarios. Tres dibujos de las mismas dimensiones pertenecen a una segunda serie de obras que he realizado desde hace varios años, como abstracciones de recorridos o mapas psicogeográficos de derivas ineficientes por ciudades, barrios o países, haciendo rutas entre lugares favoritos o significativos. En estos casos utilizo los colores básicos (azul, rojo, amarillo), más rosa, verde y dorado, para trazar líneas —también con trapeadores sobre telas preparadas— que concurren en círculos de distintos tamaños, representando esos lugares. Cuatro esculturas nuevas están realizadas por completo con materiales de reciclaje, procedentes del patio de chatarra de una fábrica de caños. Afirmando su genealogía, en el uso de materiales industriales que habrían de pasar, o que ya pasaron por varios procesos de transformación, desde su estatuto mineral hasta el de objetos utilitarios, las esculturas refieren a distintos momentos, ya no de la fundición, de haber sido escoria, de pasar por el estado líquido al sólido, de su abatimiento para poder llamarse “tubo”, sino los de la historia humana, del invento del fuego y del reconocimiento del metal a su conversión en herramientas y armas, a la siderurgia, a la gran promesa de la modernidad, a la industria, al futuro y a la destrucción del medio ambiente, a la utopía en reversa. Pendiente, como la promesa misma, la más grande de estas esculturas ha tomado forma a partir de aleatorias decisiones vinculadas a la física moderna y a la ligereza de sus relaciones internas, de las que solo seríamos voyeurs, esperando que las cosas caigan por su propio peso. Las otras, de pequeño formato, aspiran a ser interpretadas, en un sentido estrictamente musical, por alguien que reconozca en su materialidad el potencial de la masa.

    La obra del destacado artista Rafael Lozano-Hemmer atraviesa invariablemente la condición humana. Utilizando tecnologías como luces robóticas, vigilancia computarizada y redes telemáticas, entre otras herramientas multimedia, sus obras involucran al público de una manera única, desafiándolo a explorar temas sensibles como el control y las relaciones de poder en la sociedad contemporánea. Sus instalaciones y performances a gran escala son verdaderas experiencias artísticas que nunca se limitan a lo visible. Al contrario, proponen una inmersión en lo invisible, una invitación a ser parte de algo más grande y a encontrar sentido en la interacción humana. Casi desde el comienzo de su prolífica trayectoria Lozano-Hemmer se ha enfocado en crear lo que él describe como «antimonumentos», obras que no se imponen al público sino que les permiten representarse a sí mismos. Matriz de voz, la instalación que exhibe en Proa, se activa cuando el participante habla por un intercomunicador que hace visible su voz a través de los destellos de luz. Luego, un patrón único de parpadeo se almacena como un bucle en la primera luz de la serie, iluminando la pieza completa. Cada nueva grabación empuja todas las anteriores una posición hacia abajo, y gradualmente se puede escuchar el sonido acumulado de las 882 grabaciones anteriores. Los participantes se sorprenden al escucharse en esos dibujos que parpadean, luminosos. En Proa el artista invita a los participantes a citar poesías y frases con sentido para ampliar el significado de la obra.

    Rafael Lozano-Hemmer nació en la Ciudad de México en 1967. Vive y trabaja en Montreal. En su práctica artística crea plataformas para la participación pública utilizando tecnologías como luces robóticas, fuentes digitales, vigilancia informatizada, muros multimedia y redes telemáticas Fue el primer artista en representar a México en la Bienal de Venecia con una exposición en el Palazzo Van Axel, en 2007. También ha exhibido en otras bienales como La Habana, Estambul, Kochi, Liverpool, Melbourne, Mercosur, Nueva Orleans, Shanghái, Singapur, Sidney y Wuzhen. Sus instalaciones de arte participativo a gran escala transforman espacios públicos, creando entornos conectivos para comunidades. En 2019, presentó Border Tuner diseñado para interconectar las ciudades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua. El proyecto reunió a decenas de miles de personas en ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México. Otras obras fueron encargadas para eventos como las “Celebraciones del Milenio” en la Ciudad de México (1999), la Capital Cultural de Europa en Róterdam (2001), la Cumbre Mundial de la ONU en Lyon (2003), los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver (2010) y la preapertura del Museo Guggenheim en Abu Dhabi (2015), entre otros. Sus obras integran las colecciones de instituciones como MoMA, Guggenheim, TATE, Reina Sofía, Hirshhorn, NGV, MUAC y MONA. Entre sus exposiciones individuales recientes destacan «Presencia inestable», una retrospectiva de mitad de carrera coproducida por el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal y SFMOMA; «Bosque sonoro» instalado en más de 120 acres de tierra en el Museo de Arte Americano Crystal Bridges en Bentonville, Arkansas; «Medidas Comunes», su primera exposición individual en la Galería PACE de Nueva York; e «Isla de Traducción», un recorrido de 2 km que incluyó diez obras de arte público, en la Isla Lulu, Abu Dhabi.

    Sobre Escarabajo dice Damián Ortega: “En 2002, decidí hacer una simulación de un VW enterrado de tal forma que el único elemento visible más allá del nivel del suelo fuera una pequeña superficie de los neumáticos. Debía parecer como si fuera un escarabajo que ha muerto con las patas al revés. El entierro tuvo lugar en el patio trasero de una casa. Enterré los neumáticos en la posición exacta en la que deberían aparecer si un coche se hundiera realmente en el suelo. La imagen evocaba factiblemente una escena en la que un niño hubiera enterrado a su mascota muerta en el jardín. El lugar se convertía en una tumba para el Escarabajo, y los espectadores podían recrear la situación.» Otra importante cuestión formal abordada en esta pieza (Beetle ’83, 2002) es la inversión de la posición del vehículo en relación con el suelo: el coche se sitúa sobre la circunferencia de la Tierra por su lado interno. En 2005, celebré el entierro de mi Volkswagen Sedan 1983 en los alrededores de la planta de VW donde se ensambló originalmente, en Puebla, México. Este proceso se convirtió en la película de 16 mm bajo el título de Escarabajo. Los fotogramas de la película eran muy similares a la fotografía ficticia. Si me pidieran que identificara cuál de ambas imágenes retrataba un coche enterrado, quizá no sería capaz de identificarlo correctamente. La realidad suele ser menos creíble que la ficción, porque la realidad no se preocupa tan escrupulosamente de hacer evidente su ‘veracidad’ como la ficción”.

    Damián Ortega nació en la Ciudad de México en 1967. Comenzó su carrera como caricaturista político. Entre 1987 y 1992 formó parte del “Taller de los viernes” con Gabriel Orozco. En 2005, fue nominado para el Hugo Boss Prize y en 2007 fue nominado al Preis der Nationalgalerie für junge Kunst. De igual manera, en 2014 recibió la Smithsonian Artist Research Fellowship por parte de Smithsonian Institution y en 2006, realizó una residencia artística en Deutscher Akademischer Austauschdienst (DAAD) en Berlín. Dentro de su trabajo cabe destacar Alias Editorial, un proyecto nacido en el año 2006 que busca la publicación de textos esenciales y fundamentales dentro del arte contemporáneo.

     

    Del 26 de junio al 30 de agosto. Puede visitarse de miércoles a domingos de 12 a 19.

    Entrada general, 3.000 pesos; jubilados, docentes y estudiantes, 1.000 y menores de 12 años sin cargo.

    Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929).



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  • Título: Descubrí las 16 mejores exhibiciones en Buenos Aires para ponerle arte a tu 2024
    Autor: Sandra Fernández
    Fecha: 10/06/2024
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    Descubrí las 16 mejores exhibiciones en Buenos Aires para ponerle arte a tu 2024

    Los museos y espacios de arte de Buenos Aires se renuevan este 2024 para que elijas la muestra que más te guste: elegí entre arte, fotografía, historia o deporte nacional

    Sandra Fernandez SANDRA FERNANDEZ - STAFF WRITER • 26 JUNIO, 2024

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    mejores exhibiciones en buenos aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C7xOIAVx2va/

    Salir a caminar por Buenos Aires siempre es un una oportunidad para descubrir rincones nuevos de la ciudad, pero hay tanto que ver de puertas adentro también. Descubrí las 15 mejores exhibiciones en Buenos Aires: desde destacados museos hasta galerías emergentes, te presentamos una variedad de exposiciones más destacadas para que vivas una experiencia cultural inigualable.

    1. Cuánto Pesa el Amor
    nueva exposición recoleta
    Foto: http://www.centroculturalrecoleta.org/agenda/cuanto-pesa-el-amorij

    La nueva exposición del Centro Cultural Recoleta aborda el amor desde todas las perspectivas y desde el trabajo de 30 artistas nacionales e internacionales y todas las vertientes artísticas desde la fotografía, la escultura, la pintura hasta la instalación. Entrada libre y gratuita.

    Centro Cultural Recoleta
    📍Junín 1930
    📅 De martes a viernes de 13.30hs a 22hs. Fines de semana y feriados desde las 11.30hs.

     

    2. Latinoargentina en Proa
    mejores exhibiciones en buenos aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C6Bwk1ru6ww/

    Fundación Proa le da la bienvenida a esta exposición que reúne a autores de los más variados rincones de América Latina. Celebra sus universos plásticos y visuales, sus observaciones y sus imaginarios, su latinoargentinidad.

    📍Av. Pedro de Mendoza 2073

    3. Diego Martinez en el Centro Cultural Borges
    mejores exhibiciones
    Foto: cortesia prensa

    Esta exposición de Diego Martinez crea y recrea paisajes fantásticos y surrealistas, imágenes y parajes desolados y efímeros, todo con papel. Papel reciclado que se transforma de manera increible.

    📍Centro Cultural Borges – Vidrieras CC Borges (calles Viamonte y San Martín)
    📅Desde el 3 de julio

    4. Espejos de México
    exposiciones imperdibles en Buenos Aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C8Asv6jJmRO/

    Espejos de México es la nueva exposición de Fundación Proa. Te trae obras de gran formato de cinco artistas contemporáneos mexicanos: Julieta Aranda, Damian Ortega, Rafael Lozano, Hemer, Abraham Cruzvillegas y Francis Allys. Inaugura el 29 de junio.

    Fundación Proa
    📍Av. Pedro de Mendoza 1929
    📅 Miércoles a domingos – 12 a 19h

    5. La Sala María en el Museo Fernández Blanco

    Esta exhibición te sumerge de lleno en la multiplicidad de advocaciones a la imagen de la Virgen María en la época colonial. Ubicada en el primer piso de la sede del Museo en el Palacio Noel, esta exhibición te transporta a través del tiempo y te permite explorar cómo las múltiples apariciones de la Virgen María durante la época colonial dieron forma a una nueva identidad cultural, tanto para los indígenas como para los criollos.

    Una experiencia imperdible para los amantes del arte y la historia en Buenos Aires y sin duda una de las mejores exhibiciones en Buenos Aires.

    Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco
    📍Suipacha 1422. Retiro
    📅 Abierto lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19 hs. Sábados, domingos y feriados de 11 a 20 hs. Martes cerrado. Disponible todo el año.

     

    6. El Atardecer de los Pescadores
    mejores exhibiciones en Buenos Aires
    Foto: https://museomoderno.org/wp-content/uploads/2023/07/El-atardecer-de-los-pescadores-plano-detalle.jpg

    Hasta diciembre de 2024, podés descubrir la muestra El Atardecer de los Peacadores, una mirada sobre el Río de Plata y cómo lo vivimos, si lo aceptamos o le damos la espalda. Descubrí historias del Río de la Plata, fotos de atardeceres, geometrías de las banderas y todo lo que en realidad significa este río para Buenos Aires.

    Museo Moderno de BA
    📍San Juan 350
    👉 Hasta diciembre de 2024.

    7. Tiempos de revolución en el Museo Histórico Nacional
    mejores exhibiciones en buenos aires
    Foto: https://museohistoriconacional.cultura.gob.ar/exhibicion/apertura-tiempo-de-revolucion/

    La exhibición Tiempo de Revolución propone una mirada distinta para entender la historia de la fundación de Argentina y americana, atendiendo. En esta exposición vas a ver objetos e imágenes del período que va de 1808 a 1824 en el Río de la Plata. Esta mirada interna y extraída de la historia hace de esta muestra una de las mejores exhibiciones en Buenos Aires.

    Tiempos de Revolución
    📍Museo Histórico Nacional. Defensa 1600
    📅 Exhibición permanente de 2024.
    Abierto de miércoles a domingo de 11hs a 19hs
    IG @mhnarg

     

    8. Wilensky, el fotógrafo en el Museo del Cine
    mejores exhibiciones en Buenos Aires
    Foto: https://www.instagram.com/museodelcineba/?hl=en

    La exhibición Wilenski, fotógrafo de artistas es fruto de un largo trabajo de investigación y digitalización de más de dos mil negativos y material inédito.

    Wilensky era un maestro del retoque de negativos y tuvo alumnos posteriormente tan admirados como Annemarie Heinrich. No te pierdas una de las mejores exhibiciones en Buenos Aires del mundo del cine nacional e internacional.

    Museo del Cine
    📍Caffarena 51
    📅 Abierto los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19 hs y sábado, domingos y feriados de 11hs a 20 hs.
    👉 Miércoles gratis.

     

    9. Hermenegildo Sabat. Maestro del Retrato
    mejores exhibiciones en buenos aires
    Foto: https://www.cultura.gob.ar/hermenegildo-sabat-maestro-del-retrato-en-el-decorativo-14053/

    Hermenegildo Sabat es un referente en el arte del retrato y seguro reconocés su trabajo si vas a ver esta exposición porque es prolífico y popular. No te pierdas esta exposición en Buenos Aires gratuita para conocer algunos de los retratos más distintivos de nuestro arte cotidiano.

    La exposición la podés visitar hasta julio de miércoles a domingos de 13 a 19 h. Entrada libre y gratuita.

    Museo de Arte Decorativo
    📍Av. Libertador 1902

     

    10. El Zorzal Criollo en el Museo Carlos Gardel

    Foto: https://www.instagram.com/museocasagardel/

    Esta muestra presenta homenajea a una de las grandes figuras del tango argentino, Aníbal Troilo. La exposición reúne desde las partituras originales de Pichuco y el archivo fotográfico familiar hasta su bandoneón, premios y sus 485 grabaciones comerciales.

    Museo Carlos Gardel
    📍Jean Jaures 735
    📅 Lunes, miércoles, jueves y viernes de 11hs a 19hs. Fines de semana y feriados 11hs a 20hs. Martes cerrado.
    IG @museocasagardel

     

    11. Lo que la Noche le cuenta al Día, en Proa
    León Ferrari en el Bellas Artes
    Foto: https://www.cultura.gob.ar/

    Con una curaduría especial, Lo que la Noche le cuenta al Día reúne el trabajo de los últimos 50 años de los artistas que mejor representan a Argentina localmente y en el mundo.

    Dejate llevar por un viaje sin igual por el mejor arte contemporáneo argentino de este último medio siglo. Sin duda, una de las mejores exposiciones en Buenos Aires y una de las más esperadas.

    Fundación Proa 📍Av. Pedro de Mendoza 1929
    📅Desde el 16 de marzo de 2024.

     

    12. Grupo Joven, arte y desacato en los años 50 en el Recoleta
    exposiciones en el centro Recoleta este 2024
    Foto: http://centroculturalrecoleta.org/agenda/grupo-joven-arte-y-desacato-en-los-anos-50

    Grupo Joven, arte y desacato en los años 50 es una exposición donde vas a poder recorre el trabajo y la historia de esta agrupación artística desde sus primeros trabajos transgresores hasta la producción individual de sus últimos tiempos.

    Encontrá obras de José Arcuri, Diana Chalukian, Alfredo Carracedo, Augusto Cuberas, Domingo Di Stefano, Eduardo Mac Entyre, Víctor Magariños D., Pedro De Simone y Miguel Ángel Vidal. ¡Son tres salas, es gratis y una de las mejores exhibiciones en Buenos Aires!

    Centro Cultural Recoleta
    📍Junín 1930
    📅 De martes a viernes de 13.30hs a 22hs. Fines de semana y feriados desde las 11.30hs.

    13. The Buenos Aires Affair: 50 años, en el Museo del Libro
    mejores muestras y exposiciones en Buenos Aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C4OPMrGujzS/?img_index=2

    Pasá por el Museo del libro y de la lengua “The Buenos Aires Affair: 50 años”, la muestra sobre Manuel Puig y los 50 años desde de la publicación de su obra máxima: el libro “The Buenos Aires Affair”.

    Museo del Libro y la Lengua
    📍Av. Las Heras
    📅Hasta el 31 de julio

     

    15. Gustavo Marrone en la Fundación Fortabat
    mejores exhibiciones en Buenos Aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C7T-aPSOIPx/?img_index=2

    La Fundación Fortabat tiene tres exposiciones este 2024 y una de ellas es la del artista Gustavo Marrone. En esta exhibición vas a descubrir el camino de artista de Gustavo Marrone porque vas a encontrarte con sus obras desde sus comienzos hasta la actualidad.

    La Fundación Fortabat está en Puerto Madero, así que visitar una de las mejores exhibiciones de Buenos Aires también te da la oportunidad de recorrer Puerto Madero, el Puente de la Mujer y alguno de sus muchos restaurantes y bares.

    Podés ver esta exposición hasta noviembre 2024

    📍Olga Cossettini 141

    16. Mondongo Manifestación
    mejores exhibiciones en Buenos Aires
    Foto: https://www.instagram.com/p/C7xOIAVx2va/

    Esta muestra es un homenaje a Antonio Berni, uno de los artistas más importantes de Argentina. No te la pierdas porque es un repaso por su trabajo más irreverente y, sin duda, una de las muestras que hay que ver en Buenos Aires. La podés ver hasta el 14 de septiembre.

    MALBA📍 Avenida Figueroa Alcorta 3415



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