Otras Voces: Alejandro Cesarco / Jorge Méndez Blake
Inauguración
Sábado 23 de enero de 2010, 18 horas
Curadora invitada
Florencia Malbrán
Coordinadora
Camila Jurado
Diseño y montaje
FUNDACION PROA
Agradecimientos
Ricardo Calderón
La exhibición de Jorge Méndez Blake cuenta con el apoyo de la Embajada de México en Argentina
Con el auspicio de Tenaris / Ternium
Otras Voces
Por Florencia Malbrán
Otras voces reúne obra de dos artistas que recurren a la literatura, pero también al cine y la arquitectura, para reflexionar sobre el presente y sus vínculos con el pasado. Alejandro Cesarco y Jorge Méndez Blake presentan las voces de Marguerite Duras y Jorge Luis Borges, entre otros autores. Sus obras no se limitan a ilustrar la literatura, tampoco citan el texto escrito para explicarlo ni para manifestar los supuestos de su trabajo artístico. Se juega, en estas obras, una operación muy distinta entre la palabra y la imagen.
Claro que palabras e imágenes muestran elecciones y pensamientos, hablan de un tiempo y de un lugar, tienen una memoria. ¿Pero cómo hacer nacer estos signos al hoy? ¿Más aún, cómo comprender el presente, acceder al aquí y el ahora? Podríamos responder que necesitamos conocer el pasado para explicar el momento actual y proyectarnos hacia el futuro. Sabemos, sin embargo, que la historia está compuesta por miles de hechos que pueden interpretarse por otros miles de puntos de vista. Jamás podremos reconstruir el pasado en su significado pleno. Esta imposibilidad, lejos de llevarnos a la renuncia o el relativismo, no hace más que renovar en su ardor las preguntas sobre nuestro presente. Debe haber una manera de pensar y medir el tiempo diferente a la de cronómetros y calendarios, insta Jean-Luc Nancy, una figura clave de la cultura contemporánea. Y Nancy se compromete con el hoy, busca otorgar sentido a sus fragmentos. Las obras exhibidas en Otras voces, justamente, participan de esta búsqueda, proponen espacios que abren el tiempo y nos permiten explorar el presente, en una suerte de intervalo, fuera de la sucesión furiosa de minutos en la que se precipita el mundo.
Al volcarse sobre el pasado, al leerlo, estas obras lo hacen presencia. Exponen voces que brindan diferencias, nuevas conexiones, pero que no suenan a coro ni llevan a efecto una resolución. Cesarco, Méndez Blake, Borges, Duras, Link, ¿enuncian lo mismo? ¿O presentan lenguajes irreductibles, con incumbencias específicas y singulares? Diría que en estas obras no hay un discurrir, de una voz a la siguiente, para alcanzar una conclusión. Hay, en su lugar, nuevamente según Nancy, un “paso suspendido”. No podemos hacer surgir, a partir de la yuxtaposición de voces, una significación superior. Es que ni estas obras son estructuras fijas, ni lo somos nosotros en tanto espectadores. Pareciera que lo único permanente son los cambios, como señaló una vez Cesarco al explicar su visión artística.
Si las voces que presentan Cesarco y Méndez Blake se encuentran en variados estados de agitación, podría ser porque responden a un tipo de inquietud manifiesta ya en el mismísimo espacio de estas obras. Ambos artistas dan cuenta de una implosión, ocurrida hace tiempo, que rompió a la obra única y singular en muchos fragmentos, expandidos en la sala de la exposición. Nos toca ahora, en lugar de mirar a la distancia, entrar dentro de estas zonas dilatadas: caminar, ver, leer y explorar sus astillas y destellos. La literatura no sería entonces el único “otro” en estas obras. Estas obras abrazan el “afuera”, están hechas de “otras partes” que parecen no referirse al arte. Quedó lejos la contención que brindaban el marco y el pedestal —tan lejos como la certeza de la interpretación. Tenemos que vérnosla con esta apertura, no nos queda otra más que vivirla, acompañar su esclarecimiento. Está en cada uno la posibilidad de entablar diálogos, de romper o enfatizar dichos y susurros. Así como también está en cada uno la posibilidad de pensar estos espacios y, en ellos, a través de ellos, ir transformando el presente.
La concepción curatorial de Otras voces responde al propio partido arquitectónico de la FUNDACIoN PROA, en donde la biblioteca no sólo está ubicada contigua a la salas de exposición, sino que se yergue en el centro del edificio. De este modo, en sintonía con la sensibilidad actual, Proa no limita la cultura en áreas de competencia, sino, más vale, se abre a la complejidad e intensidad de la experiencia contemporánea.
Florencia Malbrán es curadora independiente. M.A. in Curatorial Studies por el Center for Curatorial Studies, Bard College (Nueva York) y Licenciada en Artes por la Universidad de Buenos Aires.
Ejecutó múltiples proyectos críticos y curatoriales en diversas instituciones y países. En 2009, realizó una residencia curatorial en ARTIUM, Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo (España). Integró el departamento curatorial de los museos Guggenheim y trabajó en el Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York), el Museo Guggenheim Bilbao y la Peggy Guggenheim Collection (Venecia). También trabajó en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y en la Pinacoteca do Estado de São Paulo.
Publicó ensayos en catálogos especializados y revistas de arte contemporáneo. Recibió becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el Fondo Nacional de las Artes y la Fundación Cisneros.
Alejandro Cesarco
Marguerite Duras´ India Song, 2006
Video proyección de dos canales (9 min.), paredes rojas, texto, medidas variables
Marguerite Duras’ India Song, 2006, de Alejandro Cesarco, presenta voces en tránsito. En dos grandes pantallas, se ve metraje de la película India Song, 1975, dirigida por Marguerite Duras y basada en su obra teatral homónima (1973). Cesarco realizó una edición en la que desaparecen los personajes de la película. Sólo quedan los rastros de su presencia, en las copas de cristal finamente tallado, en el florero con rosas, el piano o la araña con caireles. Las dos proyecciones, en simultáneo, impiden fijar la atención y comienzan a manifestar cuán imposible es alcanzar ese sentido superador. Desaparecen, además, las voces de la película. Las reemplaza una voz en off femenina, escrita por Cesarco a partir de la literatura de Duras e inspirada en las “voces externas” que utilizaba la autora. Duras rompió con las convenciones narrativas mediante estas “voces externas,” que no procedían de los personajes de sus relatos ni tampoco se correspondían con la pluma omnisciente del escritor. Permitían, por ello, imaginar sensaciones y memorias bien diversas. A pesar de tales variaciones, la voz en off que presenta ahora Cesarco no tiene estridencias, es tan constante como el flujo de información que recibimos al ingresar en este espacio.
La voz habla de una historia de pasión. Habla de otras voces, invisibles, que narran la historia de dos personajes que “interpretan una danza de un amor fatal”. Los rincones de la mansión, vistos en las pantallas, parecen proveer a esa afición vehemente de una escenografía ideal. Y el color rojo que Cesarco eligió para las paredes no hace más que enfatizar la perturbación, el amor, el drama. El texto de Daniel Link, otro de los componentes de la obra, construye también este raro ambiente de deseo. Dos cuerpos, dos voces, miran el film India Song. Según Link, viven dos días de amor aunque, ahogada de calor, una de las voces le diga a la otra que no quiere siquiera tocarla. Recostadas en un colchón, entre murmullos, opinan sobre la película de Duras. Una voz comenta “hay que encontrar una manera de ver las cosas”, pero la respuesta es solamente una pausa.
“El aire está tan quieto y denso”, se lee en el texto de Link. Si, la obra de Cesarco es espesa, está cargada de voces. Palabras muy grandes llenan el espacio: “feminismo”, “modernidad”, “colonia”, “literatura”, “cine”, “lepra”. Nada podría remover esta atmósfera intoxicante.
Alejandro Cesarco nació en Montevideo (Uruguay), en 1975. Vive y trabaja en Nueva York.
Expuso en América Latina, Estados Unidos y Europa. Entre sus últimas exhibiciones individuales se destacan Two Films, Murray Guy, Nueva York, 2009; 3 Works, Tanya Leighton, Berlín, 2009; Now & Then, Charles H Scott Gallery, Vancouver, 2009; Once Within A Room, New Langton Arts, San Francisco, 2008; Retrospective, en colaboración con John Baldessari, Murray Guy, 2007; y Marguerite Duras’ India Song, Art in General, Nueva York, 2006.
Se desempeña también como editor y curador. Curó exhibiciones en Argentina, Estados Unidos y Uruguay, y un proyecto reciente para la Sexta Bienal del Mercosur en Porto Alegre, 2007. Es editor de Between Artists, una serie de libros basados en conversaciones entre artistas.
Jorge Méndez Blake
La Biblioteca Borges, 2009-10
Pintura sobre muro, madera, espejos, dibujos, medidas variables
La Biblioteca Borges, 2009-10, de Jorge Méndez Blake, continúa la investigación del artista en torno a las voces que dan sentido al concepto de “biblioteca”. Para Méndez Blake, el aspecto arquitectónico, material, de la biblioteca, su función en tanto archivador de libros, debería ser indiscernible de sus contornos culturales, sus posibilidades de generar y transformar el conocimiento.
La biblioteca, precisamente, es un tópico fundamental en la literatura de Borges. Méndez Blake explicó, sobre la obra que realizó especialmente para Proa, “el nombre Biblioteca Borges surgió al recordar los cuentos de La Biblioteca de babel y El jardín de los senderos que se bifurcan, ya que ésta biblioteca se forma por un módulo repetible al infinito y a la vez es un proyecto pensado para estar al aire libre, formando un laberinto en su repetición”. En aquel primer cuento, Borges propone una biblioteca, un universo, que consta de galerías geométricas e idénticas, que se repiten una y otra vez, creando un laberinto no obstante su regularidad.
Méndez Blake expone, junto a una serie de dibujos y un mural, una maqueta articulada en módulos. Utiliza una herramienta típica de la construcción para pensar un edificio cuya lógica excede a la de la arquitectura tradicional. Los módulos crean en el espacio una retícula sin un centro. Su construcción limpia y abstracta hace que no se vean los anaqueles con los libros. Cada uno de los módulos vendría a componer, paradójicamente, la biblioteca. Estas unidades, finitas y discretas, enumeran, en su parcialidad, lo infinito y lo maleable. La retícula podría alinearse así con la biblioteca que propone Borges, que incluye todo, de manera absoluta. Su cuento es muy claro: “Todo: la historia minuciosa del porvenir, las autobiografías de los arcángeles, el catálogo fiel de la Biblioteca, miles y miles de catálogos falsos, la demostración de la falacia de esos catálogos, la demostración de la falacia del catálogo verdadero, el evangelio gnóstico de Basílides, el comentario de ese evangelio, la relación verídica de tu muerte, la versión de cada libro a todas las lenguas, las interpolaciones de cada libro en todos los libros, el tratado que Beda pudo escribir (y no escribió) sobre la mitología de los sajones, los libros perdidos de Tácito”. Méndez Blake podría haberse inspirado en esta estructura en abismo para su biblioteca, que también presentaría voces que batallan entre sí, interrupciones y añadidos e implicaciones personales. Mientras que la voz del relato de Borges habla al “tú”, al lector —como la biblioteca es insondable, sabe acerca de tu muerte— la obra de Méndez Blake se nos abre a “nosotros”, los espectadores. El espejo en cada módulo multiplica las perspectivas de la biblioteca pero, además, nos devuelve nuestra imagen, nos interpela.
Los rectángulos del mural podrían ser tanto los lomos de los libros de la biblioteca, como los ladrillos que construyen sus estanterías. Los colores están tomados del diseño de las cubiertas de diversas ediciones de los libros de Borges. En la biblioteca que planteó Borges el sentido se desliza permanentemente. Los libros todo lo saben pero los hombres no logran encontrar la respuesta final. Méndez Blake exhibe este desplazamiento. Su obra cuestiona órdenes y métodos. Instala otras voces en la biblioteca, en la arquitectura, el arte y la cultura.
Jorge Méndez Blake nació en Guadalajara (México), en 1974. Vive y trabaja en Guadalajara.
En México, expuso en el Museo de Arte Moderno, el Museo Tamayo, el Museo Carrillo Gil, el Museo Nacional de Arte, la Fundación JUMEX, la Sala de Arte Público Siqueiros, el Museo MARCO y el Museo Cabañas, entre otros espacios. A nivel internacional, expuso en la Maison Rouge, el Museo Mac/Val y el Instituto de México en Paris; la Zacheta National Gallery en Varsovia; la Casa Encendida en Madrid; y el Instituto Paranaense de Arte en Curitiba, entre otros espacios.
Realizó residencias artísticas en España, Inglaterra, Italia y Estados Unidos. Otros trabajos que investigan la biblioteca incluyen La biblioteca de la exploración, La biblioteca del paisaje, La biblioteca Muro y La biblioteca Romeo y Julieta.