Protagonistas y eventos del futurismo italiano
Cronología del movimiento futurista
La literatura futurista
Presentación de la Exhibición
Fragmentos del texto curatorial incluido en el catálogo El Universo Futurista: 1909 – 1936
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Cuando Filippo Tommaso Marinetti escribe Fondazione e Manifesto del Futurismo (“Fundación y manifiesto del Futurismo”)i, en febrero de 1909, acaba de cumplir 32 años.ii Ya en la adolescencia, la poesía y la prosa son sus verdaderas pasiones. Desde los tiempos de la precoz y juvenil experiencia en la revista Le Papyrus,iii que le costó la expulsión del colegio jesuita de Alejandría (Egipto), hasta 1909, Marinetti realiza grandes pasos en este campo, aunque sin descuidar los estudios de leyes de los que se gradúa en 1899, complaciendo así la férrea voluntad paterna que obstaculiza su vocación literaria de todos los modos posibles. (…)
Lo que más impacta del Manifesto es la síntesis extrema de la escritura, persuasiva y lapidaria, que contiene la primera verdadera profecía de la edad contemporánea italiana, donde todos los lugares comunes que conciernen al glorioso pasado artístico del Bel Paese están condenados sin posibilidad de apelación y donde, por primera vez, toma forma acabada una idea concreta de modernidad (…) que se encuentra en un espacio urbano completamente transformado por la tecnología de las fábricas, al espacio cósmico, que llevará a la conquista de mundos desconocidos. (…)
Después de la velada en el Politeama de Turín (8 de marzo de 1910), que se puede considerar como el primer acto oficial de adhesión al Futurismo de los cinco pintores firmantes del Manifesto dei pittori futurista (“Manifiesto de los pintores futuristas”) del 11 de febrero de 1910, el segundo encuentro importante coincide con la publicación del Manifesto tecnico della pittura futurista (“Manifiesto técnico de la pintura futurista”), el 11 de abril de 1910. Si bien muchas de las ideas más originales e innovadoras del Futurismo fueron difundidas por Marinetti en las numerosas veladas organizadas a partir de febrero de 1909, no cabe duda de que el primer intento sistemático de dar soporte teórico a esta poética en el campo de la pintura se realiza, precisamente, a través de las páginas de este tercer manifiesto, que se debe considerar junto con el Manifesto tecnico della scultura futurista (“Manifiesto técnico de la escultura futurista”) de Boccioni, del 11 de abril de 1912, como el verdadero vademécum de la teoría futurista en pintura. (…)
Se teoriza sobre una nueva forma de representación, donde la forma hace explosión e implosión en una unidad de tiempo-espacio, se dilata y se contrae, se multiplica y se divide, se enciende y se apaga como consecuencia de su movimiento centrífugo o centrípeto, donde el color se torna elemento estructural de la propia forma y donde la materia cromática “dividida” entre colores primarios y complementarios, gracias a los toques y los filamentos, permite la realización de todo eso. (…)
En el transcurso de seis años, de 1909 a 1915, la estructura teórica completa de la poética futurista se puede considerar casi concluidaiv y concierne no sólo a la renovación de la pintura y la escultura, sino también de la arquitectura, la literatura y la poesía, el diseño, el arte publicitario y la música. (…)
El Manifesto tecnico della letteratura futurista (“Manifiesto técnico de la literatura futurista”, 11 de mayo de 1912) introduce elementos que de modo inequívoco serán tomados poco tiempo después en la escritura dadaísta, y anticipa en un año la segunda e igualmente extraordinaria intervención teórica de Marinetti en el campo de la poesía y la literatura, contenida en el Manifesto distruzione della sintassi. Immaginazione senza fili, parole in libertà (“Manifiesto destrucción de la sintaxis. Imaginación sin hilos, palabras en libertad”) del 11 de mayo de 1913. Expresión de una aún más radical revolución lingüística, el Manifesto distruzione… exalta la benéfica repercusión de los descubrimientos científicos sobre la nueva sensibilidad del hombre moderno, y en particular el valor de novedad contenido en las diferentes formas de comunicación, transporte e información, del telégrafo al teléfono, del gramófono al cinematógrafo, del automóvil al trasatlántico, al dirigible, al aeroplano, expresiones todas de un progreso que necesariamente modifica la vida cotidiana y, por ende, también la nueva capacidad expresiva del poeta y el literato, a quienes el Futurismo ofrece instrumentos preciosos para la redacción de la composición lírica o en prosa: la onomatopeya (el uso de palabras capaces de representar todos los sonidos y los ruidos, hasta los más cacofónicos, de la vida moderna), las palabras en libertad, la analogía, la revolución tipográfica del lettering, que desde ese momento en adelante debe corresponder a la descripción de los estados de ánimo del poeta. (…)
Sin contar la exposición de abril de 1911 en Milán en el pabellón Ricordi, de la que lamentablemente no existe el catálogov y en la que participan Boccioni, Russolo y Carrà, la primera muestra de los futuristas italianos no se realiza en la patria sino en París, del 5 al 24 de febrero de 1912, en la Galería Bernheim Jeune. Es un hecho relevante, sobre todo si se pone en relación con la publicación del Manifesto futurista, de 1909, que ve la luz primero en París y luego en Italia, como demostración de que la acción de promoción programada por Marinetti va más allá de los confines italianos ya desde su inicio. (…)
Las diferencias teóricas entre Cubismo y Futurismo son muchas y Boccioni es el primero en poner por escrito la cuestión. En el breve texto “Che cosa ci divide dal Cubismo” (“Qué nos separa del Cubismo”),vi una especie de declaración de guerra a los que considera límites formales y conceptuales de la experimentación cubista, explica: “Un cuadro de Picasso no tiene ley, no tiene lirismo, no tiene voluntad. Presenta, desarrolla, trastorna, divide en facetas, multiplica los detalles del objeto hasta el infinito. La división del objeto y la fantástica variedad de aspectos que pueden asumir en su cuadro un violín, una guitarra, un vaso, etcétera, crean una maravilla análoga a la que nos brinda la enumeración científica de los componentes de un objeto que hasta hoy habíamos considerado como unidad, por ignorancia o por tradición. Era un descubrimiento fatal, necesario en el arte. Es el fruto precioso de una elaboración, pero no es aún la emoción o al menos es sólo un lado de la emoción. Es el análisis científico que estudia la vida en el cadáver, que diseca los músculos, las arterias, las venas, para estudiar sus funciones y descubrir en ellas las leyes de la creación. Pero el arte ya es creación en sí mismo y no desea acumular conocimientos. La emoción en el arte necesita el drama. La emoción, en la pintura y la escultura modernas, canta a la gravitación, al desplazamiento, a la atracción recíproca de las formas, de las masas y de los colores, o sea, el movimiento, la interpretación de las fuerzas. Proponerse como único objetivo el análisis integral del volumen y de los cuerpos es un freno. Continuar haciéndolo es querer crear contra natura. Es concebir de nuevo el objeto en un absoluto inmutable ya destruido y fuera de nuestra concepción de la vida”.vii (…)
La conquista de la París “cubista” es algo imposible también para el incansable Marinetti. Pero su desilusión se ve ampliamente reconfortada por la extraordinaria ocasión de aprovechar a pleno esta vidriera internacional para continuar con su obra de propaganda del Futurismo y para hacer algo de escándalo, cosa que no perjudica su fama de gran seductor de mujeres, hombres e ideas. Así, en la capital francesa recibe en las filas del Futurismo a la anticonformista pintora y literata, feminista ante litteram Valentine de Saint-Point, quien en la primavera de 1912 publica con la supervisión de Marinetti el Manifesto della donna futurista (“Manifiesto de la mujer futurista”), presentado al público francés con gran clamor,viii un manifiesto que hace justicia a las palabras no siempre demasiado reverentes que Marinetti ha reservado hasta aquí a su público femenino. (…)
Sin embargo, el Futurismo sigue viviendo, al contrario de muchas otras vanguardias europeas obligadas a declarar su propio fin por agotamiento natural de su fuerza subversiva o por razones aún más vinculantes, debidas a la implacable avanzada de los totalitarismos. Por lo menos hasta la desaparición de Marinetti en 1944, el Futurismo sigue expresando una fuerte vitalidad creativa, a menudo en abierto contraste con las representaciones retóricas de las glorias romanas preferidas por los jerarcas fascistas, en busca de una identidad histórica que el Futurismo no podía ciertamente garantizar.ix A partir de las premisas teóricas del manifiesto Ricostruzione futurista dell’universo, que por sus particulares intuiciones, como se ha escrito, abre el camino a la conjunción del arte con la vida, el Futurismo se dedica en el transcurso de los años veinte y durante todos los años treinta a hacer actuar su estética en la dimensión de lo cotidiano, transfiriendo el propio credo a todas las disciplinas: del arte a la decoración de interiores, de la arquitectura al diseño, de la cocina a la literatura, de la gráfica publicitaria a la moda, de la poesía al teatro, cada lugar de la vida del hombre moderno debe responder a los cánones estéticos del Futurismo. (…)
El paso siguiente de esta nueva temporada de experimentación se define hacia 1929, con la redacción del Manifesto dell’aeropittura (“Manifiesto de la aeropintura”), que lleva a ulteriores desarrollos las premisas mecanicistas. La experiencia de la pintura “aeronáutica”, como simple representación “desde lo alto” de un paisaje o una ciudad, o como extraordinaria intuición de una visión cósmica, nace entonces como filiación directa de las teorías mecanicistas de los primeros años veinte.
i En adelante, nombrado como Manifesto futurista o Manifesto.
ii Filippo Tommaso Marinetti (cuyo verdadero nombre es Emilio Angelo Carlo) nace en Alejandría, Egipto, el 22 de diciembre de 1876, segundo hijo de Enrico Marinetti, oriundo de la ciudad de Voghera, que en 1872 se traslada a Egipto, donde cursa una próspera carrera de abogado, y de Amalia Grolli, hija de un profesor de letras milanés, mujer de grandes intereses literarios. No están casados debido a un vínculo matrimonial anterior de Amalia.
iii En 1894, a los 18 años, Marinetti, listo para recibir el diploma, es echado de improviso de la escuela por haber defendido la prosa de Zola y su naturalismo en las páginas de una pequeña revista fundada por él, Le Papyrus, donde escribe con el seudónimo Hesperus. En abril de 1894, para cerrar el ciclo escolar y obtener el diploma de bachillerato, lo envían solo a París, mientras la familia, entre otras cosas por dificultades económicas, vuelve a Italia, a Milán, a la casa que luego será de Filippo Tommaso, en la calle Senato 2.
iv Desde el punto de vista teórico, las mayores novedades de la poética futurista están sin sombra de duda contenidas en los manifiestos publicados entre 1909 y 1915. Después de la muerte de Boccioni, sobre todo en el transcurso de los años veinte, se registran otras nuevas intervenciones teóricas, como el manifiesto de la aeropintura o de la publicidad, textos que de todos modos se juzgan de indudable valor para la continuidad del pensamiento futurista en las décadas que preceden a la muerte de Marinetti (1944).
v Esposizione di Arte Libera (Exposición de Arte Libre), Milán, pabellón Ricordi, 30 de abril de 1911. En esa ocasión la pintura de Boccioni La risata (La risa) es dañada por un fanático.
vi U. Boccioni, “Che cosa ci divide dal Cubismo”, op. cit. p. 115.
vii U. Boccioni, ibidem, pp. 119-120.
viii C. Salaris, Filippo Tommaso Marinetti, op. cit., p. 119.
ix Ya es un dato cierto que, no obstante la personal amistad de Marinetti con Mussolini, nacida en los tiempos de la militancia socialista del Duce y salpicada en el transcurso de los años con muchas tensiones e incomprensiones, causadas en particular por la renuncia de Mussolini a los principios anticlericales y antimonárquicos que había compartido con Marinetti en la segunda mitad de la década de 1910, el futurismo artístico tuvo una vida muy autónoma respecto de las instancias más abiertamente tradicionales y conservadoras del fascismo, que casi siempre prefirió utilizar para sus fines propagandísticos la figuración de los artistas de Novecento, el grupo fundado en 1923-1924 por la crítica de arte Margherita Sarfatti.
Fragmentos de la “Cronología” del futurismo desarrollada por la curadora e investigadora del Museo di Arte Moderna de Trento e Rovereto (MART), Beatriz Avanzi, e incluida en el catálogo de El universo futurista. 1909 – 1936, editado por la Fundación Proa.
1909 / El 20 de febrero, Filippo Tommaso Marinetti publica en el diario francés “Le Figaro” el manifiesto Le Futurisme (“El futurismo”), partida de nacimiento del futurismo italiano, también conocido por el título de Fondazione e manifesto del Futurismo (“Fundación y manifiesto del futurismo”), que es publicado en italiano en la revista “Poesia” (febrero-marzo 1909).
1910 / En torno a Marinetti, se reúne un grupo de pintores que comparten con el poeta la necesidad de una renovación de la cultura artística. Después de una serie de encuentros, los jóvenes artistas suscriben Il Manifesto dei pittori futuristi (“El manifiesto de los pintores futuristas”) –editado por la revista “Poesia” en forma de volante–, que es declamado durante una velada en el Teatro Politeama Chiarella de Turín, el 8 de marzo.
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1910 / El 11 de abril, aparece el manifiesto La pittura futurista. Manifesto técnico (“La pintura futurista. Manifiesto técnico”), que lleva las firmas de Boccioni, Balla, Carrà, Russolo y Severini. El texto contiene precisiones sobre las características de la nueva pintura.
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Se celebran numerosas “veladas” futuristas en Trieste, Milán, Turín y Venecia.
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1911/ El 11 de enero, Marinetti publica el Manifesto dei drammaturghi futuristi (“Manifiesto de los dramaturgos futuristas”).
El 30 de abril, en el Pabellón Ricordi de Milán, se inaugura la Mostra d’arte libera (Muestra de Arte Libre), donde exponen Boccioni, Carrà y Russolo. Durante la muestra, un espectador le inflige algunos tajos al cuadro La risata (La risa), de Boccioni.
El 15 de junio, el escritor y crítico Ardengo Soffici publica en la revista La Voce su artículo Arte libera e pittura futurista (“Arte libre y pintura futurista”), defenestrando la muestra de los futuristas. Boccioni, Carrà, Marinetti y Russolo responden con una “expedición punitiva” al café Giubbe Rosse de Florencia, donde interpelan a Soffici, Papini, y a otros intelectuales ligados a La Voce. La reyerta desemboca en una “apasionante discusión artística y pictórica”, que marca el acercamiento de Soffici y Papini al futurismo.
1912 / Del 5 al 24 de febrero, se realiza en la galería Bernheim-Jeune de París la exposición Les peintres futuristes italiens (Los Pintores Futuristas Italianos), donde se exhiben obras fundamentales para el desarrollo de la poética futurista y su afirmación a nivel internacional, entre ellas, La città che sale (La ciudad que sube), Visioni simultanee (Visiones simultáneas), La strada entra nella casa (La calle entra en la casa), y Le forze di una strada (Las fuerzas de una casa), de Boccioni, Uscita da teatro (Salida del teatro), Ciò che mi ha detto il tram (Lo que me dijo el tranvía),y I funerali dell’anarchico Galli (Los funerales del anarquista Galli), de Carrà, Rivolta (La revuelta) y Ricordi di una notte (Recuerdos de una noche), de Russolo, y Danse du Pan-Pan au Monico (La danza de Pan-Pan en el Mónico) y Souvenir de voyage (Recuerdos de viaje), de Severini. El único cuadro de Balla previsto para la muestra, Lumière électrique (al que se identifica con Lampada ad arco, [Lámpara de arco]), jamás llega a la exposición.
A continuación, la muestra futurista se presenta también en la Sackville Gallery de Londres, así como en Bruselas, Hamburgo, La Haya, Amsterdam, y en Berlín, a instancias de Herwart Walden, director de la revista Der Sturm.
1913 / El 1 de enero sale en Florencia el primer número de Lacerba, revista literaria quincenal fundada por Ardengo Soffici y Giovanni Papini, que dará amplio espacio a la difusión de los escritos teóricos del futurismo.
El 11 de febrero, junto al foyer del Teatro Costanzi de Roma, se inaugura la Prima Esposizione di Pittura Futurista (Primera Exposición de Pintura Futurista), de la que participan Balla, Boccioni, Russolo, Carrà, Severini y Soffici. El 21 de febrero, se realiza en el mismo lugar una velada futurista, en el transcurso de la cual Papini pronuncia el discurso Contro Roma e contro Benedetto Croce (“Contra Roma y contra Benedetto Croce”). Balilla Pratella interpreta Musica Futurista. Inno alla Vita (“Música futurista. Himno a la vida”).
El 11 de marzo, Russolo publica L’arte dei rumori. Manifesto Futurista (“El arte de los ruidos. Manifiesto futurista”), y en la edición de Lacerba del 1 de julio aparece el escrito Gli intonarumori futuristi (“Los entonaruidos futuristas”). Sus experimentos con los “entonaruidos” –máquinas que producen diversos tipos de ruidos– serán presentados el 2 de junio durante una velada futurista en el Teatro Storchi de Módena, y luego el 11 de agosto, junto a la Casa Rossa de Marinetti.
En los primeros meses de 1913, se suscita una encendida polémica entre Apollinaire y Boccioni acerca de la cuestión del orfismo, término utilizado por el crítico francés para definir la pintura de matriz cubista de Robert Delaunay, a la que relaciona con las búsquedas del futurismo.
1914 / El 29 y 30 de enero, Il Piccolo Giornale d’Italia publica L’atmosfera-struttura. Manifesto per una architettura futurista (“La atmósfera-estructura. Manifiesto para una arquitectura futurista”), de Enrico Prampolini, que se propone aplicar al campo de la construcción, la nueva percepción “atmosférica” del espacio que se deriva de la poética futurista.
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En febrero, Marinetti se encuentra en Rusia para dar una serie de conferencias en Moscú y San Petersburgo…
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El 11 de septiembre, Balla publica el Manifesto del Vestito Antineutrale (“Manifiesto del vestido antineutral”), donde enuncia sus ideas sobre la vestimenta futurista.
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Durante los últimos meses de 1914, la actividad de los futuristas adquiere un tono propagandístico e intervencionista, con numerosas manifestaciones en toda Italia. El estallido de la Gran Guerra es recibido como la oportunidad para poner en práctica los principios bélicos expresados ya desde la aparición del manifestó fundacional del movimiento –“guerra sola igiene del mondo” (“la guerra es la única higiene del mundo”) – y los futuristas se abocan a exigir que Italia entre en guerra con Austria, considerada como el emblema del pasatismo y el culto al pasado.
1915 / En enero-febrero, Marinetti, Settimelli y Corra suscriben el manifiesto Il teatro sintetico futurista (“El teatro sintético futurista”). Durante los meses siguientes, se llevan a cabo representaciones teatrales en Ancona, Boloña, Padua, Venecia, Bérgamo, Génova, Savona y San Remo. Giacomo Balla y Fortunato Depero publican el manifiesto La ricostruzione futurista dell’universo (“La reconstrucción futurista del universo”), fechado el 11 de marzo, texto fundamental para el nuevo rumbo del movimiento, que a partir de entonces se orienta a extender el ideario de la estética futurista a todos los ámbitos del arte y de la vida.
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El 11 de marzo, Balla, Corra, Marinetti y Settimelli son arrestados junto a Benito Mussolini durante una manifestación intervencionista en Roma.
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El 24 de mayo, con la entrada de Italia en la guerra, los futuristas Boccioni, Funi, Marinetti, Piatti, Russolo, Sant’Elia y Sironi, junto a Anselmo Bucci, Carlo Erba y Mario Bugelli, se enlistan en el Batallón Lombardo de Ciclistas y Automovilistas Voluntarios. Después de un periodo de entrenamiento en Gallarate, a fines de julio el batallón es enviado a Peschiera, junto al lago de Garda, primera línea del frente de batalla. En octubre, el batallón sale de Malcesine para su única acción de guerra, la toma de Dosso Casina, llevada a cabo el 24 de octubre.
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En diciembre, los voluntarios son dados de baja temporalmente. Como consecuencia de esta experiencia, Marinetti, Boccioni, Russolo, Sant’Elia y Piatti escriben el manifiesto belicista L’orgoglio italiano (“El orgullo italiano”), que lleva fecha del 11 de diciembre.
1917 / En febrero, Picasso y Jean Cocteau se reúnen con Diaghilev en Roma para discutir la escenografía del ballet Parade. En esta ocasión, conocen a Balla y Depero.
1918 / En febrero, Picasso y Jean Cocteau se reúnen con Diaghilev en Roma para discutir la escenografía del ballet Parade. En esta ocasión, conocen a Balla y Depero.
1919 / Durante enero y febrero, la Galleria Bragaglia de Roma exhibe una muestra individual de Fortunato Depero. De vuelta en Rovereto, ese otoño Depero funda su Casa d’Arte, el primer taller futurista de artes aplicadas.
El 11 de enero, Marinetti participa con Mussolini de la manifestación contra el rinunciatario Leonida Bissolati en el Teatro alla Scala, de Milán.
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Marinetti es elegido para integrar el Comité Central y es nombrado, junto con Mussolini, como miembro de la Comisión Nacional de Propaganda e Imprenta.
El 15 de abril, los futuristas y los Arditi participan de la toma por asalto de la sede del ¡Avanti! de Milán.
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En octubre, Marinetti pronuncia un discurso en el Congreso Fascista de Florencia, y continuará con discursos electorales junto a Mussolini en Milán y Monza.
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Después de la derrota electoral del fascismo de noviembre de 1919, las relaciones entre Marinetti y el movimiento fascista se enfrían. Marinetti, anticlerical y antimonárquico, no comparte el acercamiento de Mussolini con la Iglesia y el rey.
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De vuelta en Rovereto, ese otoño Depero funda su Casa d’Arte, el primer taller futurista de artes aplicadas.
1920 / Durante el III Congreso Fascista, celebrado en mayo, Marinetti se opone rotundamente al programa de “restauración” mussoliniano, que contradecía la línea antimonárquica y anticlerical sostenida por los futuristas. El 29 de mayo, Marinetti y otros representantes futuristas renuncian al Partido Fascista.
1922 / En enero y con discurso de Marinetti, se inaugura la Casa d’Arte Bragaglia de via degli Avignonesi, característica por el cielorraso luminoso realizado por Balla. En abril, la sala albergará una retrospectiva dedicada a Boccioni. También inicia sus actividades el Teatro Sperimentale de Anton Giulio Bragaglia.
Desde el 27 de marzo hasta el 27 de abril, en el Winter Club de Turín, se presenta la Esposizione futurista internazionale (Exposición Futurista Internacional). En marzo, numerosos futuristas participan de Die Grosse futuristische Ausstellung (La Gran Exposición Futurista), en Berlín. El catálogo de la muestra aparece reproducido en Der Futurismus, publicación periódica fundada en mayo por Ruggero Vasari.
1923 / Después de la marcha sobre Roma del 28 de octubre de 1922 y el ascenso al poder del gobierno fascista, Marinetti vuelve a acercarse a Mussolini. Firma junto a Prampolini el manifiesto Diritti artistici propugnati dai futuristi italiani (“Derechos artísticos propugnados por los futuristas italianos”), publicado el 1 de marzo en la revista Il Futurismo, y en abril en Noi.
1924 / El 10 de enero, sale a escena el ballet mecánico Anhiccam del 3000 (Anhiccam del 3000), de Depero, con música de Casavola, en el Trianon de Milán, primer espectáculo de la Compañía del Nuevo Teatro Futurista.
1925 / En enero, se lleva a cabo en el Palazzo Madama de Turín una Mostra futurista (Muestra futurista) organizada por los Sindicatos Artísticos Futuristas. En el catálogo, se publica el manifiesto Alfabeto spirituale (“Alfabeto espiritual”), de Bracci, Filila y Maino.
En la III Biennale romana (III Bienal de Roma) del Palazzo delle Esposizioni, se presenta una Mostra collettiva futurista (Muestra Colectiva Futurista) entre el 1 de marzo y el 30 de junio.
1926 / Marinetti se embarca junto a su esposa, Benedetta, en un transatlántico rumbo a Brasil, Argentina y Uruguay. Dicta 35 “conferencias-declamaciones” en Río de Janeiro, San Pablo, Santos, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario y Montevideo.
Entre mayo y septiembre, un nutrido grupo de futuristas participa también de la XV Biennale d’Arte Internazionale di Venezia (XV Bienal de Arte Internacional de Venecia).
1927 / La editorial Dinamo-Azari publica, Depero Futurista (Depero Futurista) un “libro abulonado” que representa uno de los ejemplos más innovadores de edición futurista.
1928 / Continúa la participación de los futuristas en exposiciones nacionales e internacionales.
1929 / El 18 de marzo, Marinetti es nombrado Académico de Italia.
1930 / El 11 de abril, Marinetti y Tato firman el manifiesto La fotografía futurista (“La fotografía futurista”), publicado en la edición del 11 de enero de 1931 de la revista Futurismo.
Los futuristas participan de la XVII Biennale Internazionale d’Arte (XVII Bienal Internacional de Arte) de Venecia, que se realiza entre mayo y septiembre (…)
El 28 de diciembre, La Gazzetta del Popolo de Turín publica el Manifesto della cucina futurista (“Manifiesto de la cocina futurista”) de Marinetti.
1931 / En abril, Marinetti publica el manifiesto Teatro Aereoradiotelevisivo (“Teatro Aereoradiotelevisivo”).
Después de la I Mostra de aeropittura (I Muestra de Aeropintura) de los futuristas Balla, Ballelica, Benedetta, Diulgheroff, Dottori, Fillia, Oriani, Prampolini, Bruna, Somenzi, Tato y Thayaht, organizada por Marinetti en la Camerata degli Artisti de Roma para celebrar el vuelo transatlántico de Italo Balbo. Se suceden numerosas muestras de aeropintura en toda Italia.
Sin escritura no hay futurismo: la escritura es una actividad creadora incesante para el grupo. Desde la aparición del primer manifiesto, en 1909, hasta los estertores de la aventura vanguardista, Filippo Tommaso Marinetti siempre alentó la actividad escrituraria. Los manifiestos, poemas, ensayos, novelas, obras de teatro y textos propandísiticos que él y otros integrantes del movimiento elaboraron a lo largo de más de tres décadas de ejercicio artístico integran un verdadero sistema textual inescindible de las máximas desde las que la corriente articuló su visión del mundo. Y cada desplazamiento hacia nuevas zonas de producción significaba la necesidad de construir, antes que nada, un manifiesto. Para terminar de destruir el lenguaje del pasado, el futurismo rompe con la métrica propia de la poesía, utiliza un verso libre y quiebra la oración, buscando una forma y una tipografía propias, hechas de tecnicismos, barbarismos, exclamaciones, interjecciones, números. El mecanismo es el mismo para el teatro, la narrativa y la propaganda. De esta actitud hacia la escritura- y sumada a la traducción al español de varios manuscritos incorporados al catálogo -la exhibición El universo futurista. 1909 - 1936 da cuenta a través de más de 40 publicaciones que iluminan el procedimiento por el que, si bien lejos del museo y de la biblioteca, el futurismo se aseguró, con su palabra siempre escrita y tan perecedera, esa condición de vanguardia programática que tanto lo distancia de otras formaciones artísticas más inestables de principios del siglo XX.
Presentación de la Exhibición. Publicado en el catálogo “El Universo Futurista. 1909-1916”.
FUTURO, FUTURISMO. Palabras que resuenan en nuestra memoria. Cuando un pintor en los años treinta, cuarenta, en Latinoamérica, quería ser actual, revolucionario, audaz, decía: ¡Soy futurista!, o decían de él: ¡Es futurista!. Los pintores modernos se llamaban futuristas, las acciones artísticas novedosas se llamaban Futurismo. Así, en el concierto de palabras que se reúnen en torno al arte, en la palabra Futurismomno se halaba de un movimiento, ni tampoco de un tiempo histórico, ni tampoco de algunos artistas, como en el caso del Cubismo. Futurismo era el gesto del nuevo mundo, del porvenir, del deseo de libertad. La palabra navega en nuestro español con una carga propia e independiente de los hechos, pero adquiriendo personalidad para ser comprendida por multitudes, cuando se habla de modernidad.
Esta es la herencia con que el Futurismo impregnó de sentido la creación moderna en muchos artistas, y construyó una de las utopías más destacadas del siglo XX. El Futurismo irradió todas las disciplinas artísticas con la ideologÌa del progreso, del amor a la máquina, de la devoción al industrialismo. Se cumplen 100 años del grito de Marinetti que traspasó mares, viajó y visitó infinitos lugares. Una sola palabra que da cuenta de una época, de una ilusión, de un mundo que nació y murió y de la que los más prestigiosos museos celebraron su centenario con las pompas propias de un gran aniversario.
Fundación Proa decidió sumarse a los festejos y presentamos El Universo Futurista. 1909-1936, una histórica exhibición que da cuenta de la riqueza del movimiento, su influencia y creatividad. Desde nuestro país, abarcar todo el universo que los artistas futuristas crearon y poder consolidar y mostrar la riqueza de este en una exhibición se transformaba en una tarea monumental. Fue la visita de Franco Bernabé a nuestra Fundación, junto con la Embajada de Italia, quienes nos abrieron las puertas del MART, Museo de Arte Moderna e Contemporanea di Trento e Rovereto. Es un centro neurálgico de archivo y documentación, que cuenta en su acervo con la más variada, numerosa y lograda colección de piezas del futurismo italiano. Forman parte de ella los escritos y publicaciones de los escritores futuristas, las pinturas de muchos de los artistas, la música de Russolo, la arquitectura de Depero, los teatros, las escenografías, la moda futurista y la fotografía. Una colección única y obligada cuando hablamos de Futurismo italiano. Y fue su directora, Gabriella Belli, quien se comprometió a curar esta exhibición, con el objetivo de reconstruir ese Universo.
El Universo Futurista: 1909-1936, con obras de la colección del MART, se presenta en Proa para dar cuenta de la historia y poner en su justo lugar al movimiento que a lo largo de un siglo transitó por todas las contradicciones propias de las vanguardias. La exhibición cumple con el objetivo de mostrar este universo creativo, febril, revolucionario. Más de 240 piezas están presentes dialogando entre sí, reconstruyendo la historia de los primeros años de la pasada centuria. Los manifiestos, los ruidos que revolucionaron toda la música del siglo XX (Intonarumori), los escritos y las publicaciones de Marinetti, su poesía, la revolución tipográfica, se pueden apreciar en un numeroso conjunto y comprender el ímpetu de libertad que exigían. La escultura y la pintura dialogan entre sí y en sus imágenes se aprecian los estudios sobre el movimiento, la riqueza y la evolución que a partir del Cubismo logran los pintores en el afán de desprenderse de la naturaleza del objeto y dar cuenta del movimiento, de la velocidad y del desplazamiento. En estas pinturas se ve la evolución en el tiempo hasta llegar al Manifiesto de la Aeropintura, obras que muestran las primeras imágenes desde el aire, de la ciudad vista desde las alturas, haciendo tributo a la nueva era del avión. No hay duda de que sus intuiciones se hicieron realidad; miramos esas imágenes como si fueran de nidos, imágenes ingenuas que dan cuenta de los inicios de un siglo XX cargado de acontecimientos extraordinarios en la historia de la civilización.
El Futurismo logró salir de las fronteras del arte e invadir la vida cotidiana: los artistas organizaron manifiestos sobre cómo debía ser la arquitectura, cómo debía vestirse la mujer, cómo debía ser el nuevo teatro, el cine, la cocina. Inventaron reglas para el nuevo mundo; en contra de lo acontecido, escribieron y distribuyeron sus panfletos con las nuevas pautas. En la búsqueda de la máxima voluntad de libertad, organizaron y reglamentaron los aspectos de la vida cotidiana. Consideraron la guerra como una acción, un gesto para la concreción de esta nueva era. Estos núcleos están presentes en esta exhibición, con muchas piezas históricas y algunas reconstrucciones de trajes y de vestuario para el teatro.
El Futurismo se propone difundir sus ideas por el mundo. Marinetti concibe un Futurismo global y dos veces emprende viaje para SudamÈrica. Acompañado de su esposa, llega generando una gran expectativa en el Brasil, el Uruguay y la Argentina. El Manifiesto Futurista se había editado en la revista Martín Fierro a unos pocos meses de su publicación en Le Figaro. Es así que el primer viaje de Marinetti genera mucha expectativa y efervescencia en la elite intelectual local. Su segundo viaje, en ocasión del XIV Congreso Internacional de los PEN Clubs, es mucho más controversial por sus posturas polÌticas ligadas al fascismo. En un apartado especial la investigadora Cecilia Rabossi presenta, a través de un video documental, el clima de los años veinte en Buenos Aires y la grandiosidad de los eventos en 1936. Las fotografÌas, y las controvertidas reseñas dan cuenta de la importancia mítica que este movimiento generó y lo polémico de su visita. También la presencia de Emilio Pettoruti considerado un pintor futurista, durante su estadía en Italia, con dos obras tempranas y sus ilustraciones, muestra cómo el Futurismo llegó a nuestras tierras y cuál fue la respuesta de los intelectuales locales.
El presente catálogo fue pensado para convertirse en una pieza de estudio, en nuestra lengua, del Futurismo italiano. El texto de la curadora Gabriella Belli, ®Protagonistas y Eventos, es una introducción y reflexión actual sobre los artistas, sus sueños y los eventos más destacados que el Futurismo protagonizó en las primeras décadas del siglo XX. La voz de los protagonistas y artistas está presente en el apartado Manifiestos Futuristas. Esta sección, concebida por Cintia Mezza, permite sumergirse como en un viaje a través del tiempo en la estética y la filosofÌa de la época. Los viajes a Sudamérica de Marinetti y de Bragaglia, con su nuevo teatro, están documentados en un importante capítulo que aporta al debate internacional los acontecimientos vividos en la región. Cecilia Rabossi armó un diario de viaje que reconstruye, con notas de periódicos y citas, los momentos cruciales de la visita. El catálogo deja el espacio principal para las imágenes de las obras presentes en la exhibición. Y estas, silenciosamente, van construyendo página por página El Universo Futurista.
Es un orgullo para Fundación Proa presentar esta histórica exhibición con el patrimonio del MART; a todo el equipo del museo, a su presidente, Franco Bernabé, a la curadora y directora, Gabriella Belli, nuestro más profundo agradecimiento. A la Embajada de Italia y al Instituto Italiano de Cultura en nuestro país, nuestros respetos por ser compañeros de ruta en la construcción del proyecto. A las colaboradoras Cintia Mezza, Cecilia Rabossi y Cecilia Iida, nuestra admiración porque con notable empeño lograron proponernos nuevas lecturas sobre el Futurismo. A Rodrigo Alonso por su aporte didáctico-visual. A todo el equipo de Fundación Proa, un merecido reconocimiento porque atraviesan las adversidades con inteligencia, humor y orgullo, sabiendo que cada exhibición que presentamos es un aporte fundamental en la construcción de nuestra cultura.
La exhibición, el catálogo, el proyecto educativo, las numerosas actividades que nos proponemos organizar durante los meses de presentación, los encuentros y diálogos son posibles gracias al aporte permanente de Tenaris – Organización Techint. En esta ocasión queremos dejar constancia del agradecimiento a los asistentes en las sucursales de Italia y Argentina, que generosamente nos respaldaron.
A partir de ahora, es el visitante quien debe sumergirse en El Universo Futurista.
Buenos Aires, marzo de 2010.
Adriana Rosenberg