Presentación
{NOTA_BAJADA}

A partir del sábado 24 de octubre y hasta el mes de enero de 2010, FUNDACION PROA presenta la exhibición Lindero . Una intervención en la que varios artistas modifican con sus obras distintos espacios de la Fundación.

“El lindero es aquello que está al límite, al umbral. Es un punto de pasaje que denota los límites, sea de un predio, de un espacio, o de un concepto. Es también un vecino, una convivencia, entre el afuera y el adentro¨, así la curadora da cuenta del título de esta exhibición.

Las obras preparadas especialmente para la exhibición “Lindero” narran un recorrido sobre estos temas a través del edificio de Proa. Ana Gallardo convocó a un grupo de artistas que trabajan con textos, dibujos, sonidos e instalaciones y tratan sobre el límite inserto en la forma plástica, entre forma y naturaleza, entre el paisaje y el edificio.

María Inés Drangosch interviene en el espacio de la librería su obra “Recolectora de Paisajes”. En estas piezas, la artista representa cartografías, caminos compuestos por palabras que nos da referencias para transitar de escritura en escritura, de rama en rama. En la imagen aparente de una enredadera que toma el espacio, se observa el detalle de 3 textos de poesías de Charles Bukowski, Arthur Rimbaud y Roberto Juarroz. Esta enredadera cubre los espacios de Proa hasta llegar a los individuales en las mesas de la cafetería que retratan el árbol de mora del jardín de Drangosch. Vinculada con el paisaje, esta pieza encuadra a la naturaleza fotográficamente para destacar formas plásticas que determinan su belleza.

El artista Daniel Joglar presenta “La distancia entre las cosas”, una pieza creada con lanas y varillas de madera. La obra rescata materiales de uso cotidiano para la realización de piezas escultóricas abstractas que conforman un dibujo geométrico hueco. Estas esculturas “sin adentro” juegan sobre la idea del límite entre interior y exterior. Siempre interesado en la ciencia y su vínculo con el arte, Joglar busca ilustrar las líneas de fuerza que operan en el espacio en obras que recuerdan a la arquitectura y el minimalismo.

Fernanda Laguna cuelga los 80 libros de su editorial “Belleza y Felicidad”, de la rama de un árbol. Con madera, papel y tanza arma un árbol de libros, un paisaje artístico e intelectual que crea un espacio íntimo en el marco institucional, un ámbito de lectura y reflexión que comparte con el público. La presencia de la rama realza el origen natural del papel vinculando creación y naturaleza, además de resaltar el contraste con el espacio nítido y moderno del museo. Acompañan esta obra 2 libros de memorias fotográficas de “Belleza y Felicidad”.

El músico y artista Ismael Pinkler presenta “Acapellas” una intervención sonora en la terraza con sonidos que habitualmente pasan desapercibidos y se integran al ambiente como un elemento más. Incorpora también sonidos abstractos tratando de producir un paisaje auditivo común y habitual al espectador.

Mariela Scafati, presenta la obra “Marrón”, una pared de espejos en la cafetería de Proa. Sobre la superficie espejada indica detalles de este paisaje señalándolos con marcos serigrafiados o pintados a mano que trazan el linde del paisaje incorporando el exterior dentro del espacio. El fondo de espejos refleja el otro lado, el paisaje y el mismo interior que potencia la forma arquitectónica, duplica la imágenes.

Marcela Sinclair, por su parte, con su obra “Crecida” pinta con esmalte negro el paisaje que se ve sobre el límite visual que establece el muro de la terraza. Genera un juego entre el positivo y el negativo de la imagen. El paisaje de la Vuelta de Rocha se reintroduce pero invertido, es más bien su reflejo o su sombra.

El agua negra brillante de aceite, contaminada y sucia del Riachuelo crece y traspasa el límite de esta nueva arquitectura. Pero sin olor ni suciedad, sólo permanece su brillo. Una cuestión de perspectiva: a la línea de horizonte del barrio, la arquitectura de Proa le suma una propia.

También forma parte de esta exhibición “Video a la carta”, un programa de videoarte que se encontrará a disposición del público en la cafetería de la fundación. El menú de videos ofrece a los comensales un listado de proyectos de videoarte de los artistas Ailin Chen, Estanislao Florido, Laura Glusman, Alejandra Urresti, Marcelo Galindo y Marisa Rubio.

Fundación Proa prosigue así con su programa de intervenciones que dan cuenta de los aspectos contemporáneos del arte. El programa consiste en invitar a curadores y a artistas a intervenir con site-specific, proyectos especialmente realizados en los espacios de la sede. Se intenta borrar los límites del museo, generar un diálogo entre arquitectura/arte y también exterior/ interior en la gran ciudad.

La muestra está auspiciada por Ternium.