La propuesta fue seleccionada entre más de 50 experiencias internacionales para participar en el Congreso Los Museos en la Educación, organizado por el Museo Thyssen.
Acerca del Congreso: http://www.congreso.educathyssen.org/
El Proyecto:
Durante los últimos cinco años, el Centro Cultural Nómade recibió a más de 15.000 participantes -muchos de ellos niños y adolescentes del barrio y la zona sur de la ciudad- su público objetivo.
El “Nómade” un dispositivo móvil que se instala en la explanada de Fundación Proa -y otros puntos de la zona sur de la ciudad- como un laboratorio de experimentación artístico y social. Nacido en 2011 para generar un “puente” entre institución y contexto; hoy en día va más allá y se propone desdibujar ciertos límites entre productores y receptores, educación y arte, museo y espacio público.
Pensado desde la Pedagogía Urbana, el Nómade genera conexiones hacia el interior de la Fundación y hacia el barrio: su paisaje, patrimonio urbano e instituciones.
Cuenta con una batería de actividades que buscan abordar -a partir del arte- temas significativos para el barrio, detectados junto a referentes comunitarios y a los propios participantes. Paralelamente, es un punto de encuentro, socialización y colaboración entre personas que no interactúan habitualmente (vecinos, artistas, turistas y público de Proa). Entre dichos temas se destacan la identidad, lo urbano contemporáneo y los derechos ciudadanos, con la urgencia de discutir y repensar las valoraciones culturales en un contexto complejo. La Boca es una zona signada por profundos problemas socioeconómicos, un barrio receptor de inmigraciones históricas y actuales, y –paralelamente- una escenografía para el turismo. En este marco, buscamos un agenciamiento entre distintos actores que, a partir del arte, reconozca y promueva distintas formas de habitar el mundo. Posicionar a niños y adultos como sujetos de derecho –y activos- en la construcción de otros mundos posibles, abre campos de posibilidad que expanden ciertos límites de lo establecido. Para ello, tomamos estrategias y procesos creativos del arte contemporáneo -procesuales, abiertos e interdisciplinarios- que apuestan al intercambio y la colaboración. En esta experiencia, el rol del artista-educador, sin desdibujarse, se mantiene en un límite móvil que lo in-diferencia de un participante, que también es educador y artista.
Luego de seis temporadas, nos aventuramos a rediseñar el dispositivo del “Nómade” a partir de las propuestas de los participantes. Agradecemos especialmente al estudio de arquitectura a77 cuyo dispositivo nos acompañó durante 5 años (y 6 temporadas). Y a Mecenazgo Cultural, Buenos Aires Ciudad, por apoyar el proyecto.