Postales de un programa educativo 2

ENCUENTROS DOCENTES CON ESPECIALISTAS: SALIR DEL CENTRO. 

¿Se pueden unir los fragmentos? 

En el área de Educación algo aprendimos con el tiempo: a veces es mejor no ser el centro, dejarle el lugar a otros. Correrse del centro es asumir un riesgo y permitir que suceda la inesperado.

Hoy, lo inesperado tiene forma de rata. Podría ser arte contemporáneo, pero no: es ciencia.

Los que estamos sentados en el auditorio -profesores de arte, educadores de museos y demás- miramos fijamente la imagen monumental en la pantalla. La rata tiene una oreja humana en la espalda: por debajo de la piel le hicieron crecer una oreja.

Entre la rata y nosotros está Pablo Lapadula, artista y científico contemporáneo (o viceversa), que tiene el desafío no menor de abordar temas como Interdisciplina, Educación y Arte Contemporáneo, además de lidiar con el posible aburrimiento o dispersión de 80 personas sentadas en un ambiente semioscuro.

Por mi parte, comienzo a sospechar que por ahí exageramos al encargarle todo esto a Pablo, pero en la reunión previa que tuvimos él se mostró bastante confiado.

Probablemente haya sido esa confianza la que nos permitió –a Agostina y a mí- darle rienda suelta a ese delirio místico-educativo que a veces nos ataca y a través del cual queremos -por lo menos- cambiar el mundo. Mientras nosotras expresábamos nuestra catarata de deseos y objetivos, él se limitaba a responder “Ajá”, “ajá” y se agarraba la pera, medio pensando, medio sonriendo. 

Lo que Pablo logra después es mágico: las categorías estallan. En el auditorio el espacio y el tiempo se curvan -como en la teoría de la relatividad- poniendo en contacto el paleolítico con la ciencia de punta. Todo es orgánico: un imaginario similar se encuentra tanto en quimeras históricas como en experimentos genéticos, todo se relaciona. La ciencia es duda, es pensamiento creativo como el arte.

Seguimos, y el tiempo comienza a estirarse tomando la forma de línea, el saber se divide, se rompe. Llega así hasta nosotros que los transmitimos fragmentado. Hasta nosotros -que ahora- dudamos que sea la mejor manera de comprenderlo.

¿Disciplinas? ¿Materias?

Fracturado, como las relaciones entre educadores y artistas, entre museos y escuelas, entre creadores y obras, y a veces también, entre complejidad y educación. Algo de lo que nos proponíamos recomponer al imaginar estos Encuentros con artistas, curadores, docentes e historiadores para que seamos parte de una comunidad de acción y pensamiento.

Tratamos de hacer suturas: costuras que ojalá un día sean tejidos, tramas y redes.

Redes, como el camino que después siguió Pablo para trabajar directamente con los niños en las escuelas y no ya con los docentes; porque los docentes lo llevaron a los chicos; porque ellos estuvieron en Proa; porque nosotros conocimos a Pablo en una muestra y lo invitamos al Centro Cultural Nómade. Por su parte, Pablo cuenta que estas experiencias cambiaron la forma en que piensa su proceso creativo. Es entonces cuando todo se conjuga.

Volviendo al auditorio, cuando todo termina, siento que desperté de un sueño. Pienso.

Pienso, pienso, pienso.

Todo salió más que bien.

Respiro.

En un Encuentro Docente, Silvia Alderoqui se pregunta por las experiencias significativas en el vínculo Museo / Escuelas.