Luego de su participación en el III Congreso de internacional de museos en la educación: Repensar los museos realizado en el Thyssen de Bornemizsa, el Centro Cultural Nómade dirigido por el departamento de educación de Fundación Proa ha recibido una mención de honor en el Concurso Iberoamericano de educación y museos de Ibermuseos, edición 2016. El proyecto educativo del Centro Cultural Nómade fue reconocido con una mención de honor entre 167 proyectos participantes de las 18 países de la comunidad iberoamericana por ser una puerta de inclusión activa a la enseñanza del arte. Por este motivo, pasará a integrar el Banco de Buenas Prácticas del Programa Ibermuseos.
El Proyecto Centro Cultural Nómade
Durante los últimos cinco años, el Centro Cultural Nómade recibió a más de 15.000 participantes -muchos de ellos niños y adolescentes del barrio y la zona sur de la ciudad- su público objetivo.
El “Nómade” un dispositivo móvil que se instala en la explanada de Fundación Proa -y otros puntos de la zona sur de la ciudad- como un laboratorio de experimentación artístico y social. Nacido en 2011 para generar un “puente” entre institución y contexto; hoy en día va más allá y se propone desdibujar ciertos límites entre productores y receptores, educación y arte, museo y espacio público.
Pensado desde la Pedagogía Urbana, el Nómade genera conexiones hacia el interior de la Fundación y hacia el barrio: su paisaje, patrimonio urbano e instituciones.
Cuenta con una batería de actividades que buscan abordar -a partir del arte- temas significativos para el barrio, detectados junto a referentes comunitarios y a los propios participantes. Paralelamente, es un punto de encuentro, socialización y colaboración entre personas que no interactúan habitualmente (vecinos, artistas, turistas y público de Proa). Entre dichos temas se destacan la identidad, lo urbano contemporáneo y los derechos ciudadanos, con la urgencia de discutir y repensar las valoraciones culturales en un contexto complejo. La Boca es una zona signada por profundos problemas socioeconómicos, un barrio receptor de inmigraciones históricas y actuales, y –paralelamente- una escenografía para el turismo. En este marco, buscamos un agenciamiento entre distintos actores que, a partir del arte, reconozca y promueva distintas formas de habitar el mundo. Posicionar a niños y adultos como sujetos de derecho –y activos- en la construcción de otros mundos posibles, abre campos de posibilidad que expanden ciertos límites de lo establecido. Para ello, tomamos estrategias y procesos creativos del arte contemporáneo -procesuales, abiertos e interdisciplinarios- que apuestan al intercambio y la colaboración. En esta experiencia, el rol del artista-educador, sin desdibujarse, se mantiene en un límite móvil que lo in-diferencia de un participante, que también es educador y artista.
Luego de seis temporadas, nos aventuramos a rediseñar el dispositivo del “Nómade” a partir de las propuestas de los participantes. Agradecemos especialmente al estudio de arquitectura a77 cuyo dispositivo nos acompañó durante 5 años (y 6 temporadas). Y a Mecenazgo Cultural, Buenos Aires Ciudad, por apoyar el proyecto.
El nuevo dispositivo del Centro cultural Nómade 2017 está siendo diseñado por Julián Manzelli y va a ser producido por el taller RE-mobiliario.