Gabriel Baggio
Motivo para sábana (variaciones cromáticas), 2013
Vinilo
Says the artist: This is one of the mutations of my project of variations on antique decorative motifs. These motifs come from design patterns of previous decades: flowers that have decorated living rooms, kitchens, bathrooms and that have have been stamped on clothes, towels, dishes, bed sheets, etc. I observe the drawing's outline exactly, but I transform the colors. Memories leave sensations that are scarcely faithful to what we've lived. These alterations are the "chromatic and formal variations" of which this series is composed. At the same time, that design for mass consumption has been de-serialized and cristalyzed in a unique object.
Ma ligne de l'oxydation, 2012
Cadena (con óxido y cromo)
El proyecto consiste en una secuencia de eslabones que conforman una cadena que pegada al muro. Una de las particularidades de la obra es que los eslabones de hierro van creciendo de tamaño y se acompañan de un proceso de oxidación. En su comienzo la cadena presenta un alto grado de oxidación pero a medida que avanza la secuencia y crece el tamaño de los eslabones, la oxidación es menor, hasta concluir en cromo. Es una lógica inversa, a mayor tamaño menos oxido.
Tore Aizenberg, 2012
Madera pintada
Instalación compuesta por una columna octogonal escalonada, una puerta con marco y cerradura, y una pintura al óleo sobre cobre. Medidas variables Remake de una de las torres de Aizenberg, salvo que en esta pintura la torre se ha fugado dejando a su fantasma en el paisaje despojado. A su lado la puerta con silueta de torre “aizenberguiana” encierra su secreto detrás de una clave formal, esta es la cripta. La columna, la tercera torre, extiende el campo gravitatorio y es el cuerpo, el monolito, el guardián.
After LeWitt, 2011-13
Impresión sobre papel
Tiza azul sobre pared. Medidas variables Dice el artista: Secuencia, repetición y acumulación son estrategias a las que recurro en varias de mis instalaciones. Como si fuera un gráfico, una representación de ondas cerebrales. Generar un ritmo en este pasaje-corredor, un espacio no ocupado. Volver a crearlo. La creación de números, conjuntos o espacios involucra una simulación mental de situaciones. La búsqueda de especies implica un rastreo por la memoria de vagas trazas fósiles. Estas historias se encuentran en dos puntos en situaciones que se parecen y que ocupan gran parte del tiempo no ocupado: jugar y dormir, o, más precisamente, jugar y soñar.
Boda, 2012
Cerámica esmaltada
Idea, proyecto y dirección Alfredo Arias
Con la colaboración de Pablo Ramírez y Juan Stoppani / Cerámicas José Luis Caruso
Patria Petrona, por Alfredo AriasPatria Petrona es un homenaje a la memoria, a la capacidad de cada uno de nosotros de reconstituir el paisaje donde crecimos, ese lugar donde las palabras, los gestos, los perfumes, las imágenes quedarán para siempre grabados y harán parte de nuestra persona. Definirán nuestra percepción del mundo adulto.
La Patria es la tierra que nos hizo; en ese territorio viven hadas y fantasmas. Petrona es uno de esos personajes de la fantasía Patria.
La experiencia que propone Patria Petrona es ir más allá del personaje elegido, de su mundo visual sin igual, puesto que son esas láminas en los libros de cocina de la gran maestra que hacen parte de mis recuerdos infantiles. Sólo imágenes. Nunca probé un plato preparado por Petrona, todo era transmisión televisiva, ondas e interpretaciones de esas recetas; más allá, en lejanos barrios del Gran Buenos Aires.
La casa donde miraba los programas de Doña Petrona se situaba en Remedios de Escalada. Ahí, frente al chalet a la americana que mi padre había construido, se produjo un cataclismo: el gobierno decidió expropiar las casas vecinas para hacer pasar un Camino de Cintura, o una General Paz, o una Panamericana que nunca pasó.
En ese desierto se fue instalando poco a poco una villa de emergencia, mientras que el baldío se extendía chato y silencioso hasta el club Talleres, un gran potrero para los fantasmas donde cocinaba la doña.
Cuando Perón daba sus discursos, la gente de la villa nos pedía ver la televisión; mis padres acercaban el aparato a la ventana y detrás de unas rejas el Coronel arengaba a sus fieles. Era una misa. En ese mismo aparato apareció un día Petrona: para mí fue un refugio; en cambio de ir a Disneylandia iba a Petronalandia, y cada vez que mis padres se peleaban (se peleaban seguido) yo trataba de realizar un plato, de preferencia un postre de Petrona, para evadirme.
Esos postres de Petrona que yo preparaba eran siempre un fracaso. Además del disgusto de no lograrlo, este acto contribuía a reforzar las nefastas dudas de mi madre sobre mi tendencia a apreciar todo lo femenino, como leer Para Ti o Radiolandia… Puedo suponer ahora que Petrona hizo parte del cortejo de íconos que me llevaron a pasar cinco años de Liceo Militar, institución en la cual mis padres depositaron todas las esperanzas donde finalmente deberían borrarse esas fascinaciones fantásticas y así aligerado, bien parado y con la cabeza bien despejada, podría enfrentar el futuro que me esperaba. Tortazo no es un trabajo histórico o sociológico, es solo un planeo poético de la memoria. Un twist again.
Marrón, 2013
Mural. Pared de espejo, serigrafía y pintura
Mariela Scafati interviene la pared de Café Proa con la obra Marrón, una pared de espejos con marcos serigrafiados o pintados a mano que indican detalles del paisaje reflejado. Se provoca así un cruce de miradas que complejiza el espacio, buscando potenciar el absurdo de cada forma arquitectónica y las geometrías producidas. La elección de la paleta de marrones vincula la pieza al color del río, con el cual busca vincularse a través del reflejo. El espejo interviene la cafetería desafiando la percepción frente al paisaje boquense, insertándolo en el exterior de manera imponente. “el espejo potenciaría la forma arquitectónica; ver duplicada la imagen no familiar de una arquitectura que parece inhabitable; ver duplicado lo más familiar del afuera (…) Es la magia de la palabra de un artista, que señaló eso, tan simple y tan bello y tan transformador,” comentó la artista acerca de la contemplación de su obra. El carácter frágil y reflectivo del espejo también alude a la fragilidad del paisaje, los cambios perceptivos y el campo visual que nos rodea. Se trata así de otra obra de Lindero que indaga sobre los límites: del espacio real de Proa y su vínculo con el Barrio de La Boca, de la arquitectura interior y exterior, del espejo en tanto que otro reflejado y la pintura de los marcos, y también del marco como límite entre el mundo de afuera y la representación del interior .
Texto de Mariela Scafati
Una pared espejada que refleja el otro lado el otro lado es el paisaje y el mismo interior el espejo potenciaría la forma arquitectónica ver duplicada la imagen no familiar de una arquitectura que parece inhabitable ver duplicado lo más familiar del afuera, supongo...el río, el cielo. la isla Maciel, el puente, las casas. y sobre el espejo marcos impresos en serigrafía y en los marcos la pintura óleo marrón Marrones que se irán formando en la mezcla en la misma pintura. Construciones espesas marcas del pincel y la espesura del óleo expresionismo boquense todo el tiempo pienso en De Loof que no sé si lo soñé o lo leí o lo escuché diciendo que el agua de nuestro río marrón es oro ¡Cuando uno observa el río ve oro! Es la magia de la palabra de un artista, que señaló eso, tan simple y tan bello y tan tranformador.
Dialoguille, 2009
Vidrio soplado libre
La artista argentina Alejandra Seeber, radicada en Nueva York, presenta dos obras en diálogo. Por un lado, un mural de papeles pintados está presente en la Sala 5. Este Muro O’Reverie, realizado especialmente para Proa, da cuenta, a través del gesto de Seeber, de la historia, la memoria y el valor de las imágenes para reconstruir una época, un carácter, una manera de ver el mundo. La obra Dialogville, 2009 está constituída por grupos de burbujas de diálogos distribuidas en diversos lugares de la Fundación, lugares de encuentro, de conversaciones inconclusas, de diálogos interrumpidos. Estas obras, realizadas por la artista especialmente para Fundación Proa, muestran sintética y claramente el universo plástico de Seeber, ligado a la memoria, al rescate de la pintura y de la subjetividad de las imágenes en la historia. Las obras Muro O’Reverie, 2009 Pintura, fresco y diversas capas de empapelado En Muro O’Reverie, una pared revela la memoria de una habitación mediante la superposición de empapelados, fresco y pintura, que la artista arranca en segmento. Sugiere el paso del tiempo en un interior arquitectónico. Se trata así de la historia construida y ficcional de una habitación que ha tenido diversas funciones, como ser un cuarto infantil, un refugio punk rock adolescente, un aula de escuela, un local en liquidación, una bailanta, un garaje. La acción permite imaginar los sucesos y las vidas de aquellos que habitaron dichos espacios. Unido a la tradición de la pintura mural, Seeber usa elementos industriales: los empapelados para contar historias. Cada empapelado es la presencia de alguien que estuvo ahí y nos propone que, a través de las imágenes que la industria pone al alcance del individuo, se puedan reconocer tiempos, momentos, oficios. De esta manera las imágenes se convierten en signos arqueológicos en una gran ciudad. En una esquina, un agujero negro corta el efecto cromático del mural, en un vacío que, rasgando la pared misma, enfatiza el gesto de la artista: destapar, des-cubrir y esta metáfora del agujero negro se encuentra al lado de los restos de una escalera, de un rescate de las líneas abstractas de un edificio que desapareció. Dialogville, 2009-2010 Vidrio soplado libre. Medidas variables Realizado por Roberto Salazar, de Crystal Uno Presenta una serie de burbujas de diálogo que carecen de palabras. Se trata de esculturas de vidrio translúcido creadas con la técnica de soplado libre que remiten al lenguaje del cómic, pero que se encuentran, en este caso, vaciadas de texto, frases o conversaciones. ¿Ausencia de palabras o espacio abierto a la multiplicidad de conferencias? La artista pensó en el concepto de agrupación de estos diálogos, de cruce de estas conversaciones reunidas en los espacios en los que circulan los espectadores, saliendo de las exhibiciones, o ingresando al auditorio; rincones de opinión, para compartir alguna reflexión. Los grupos de burbujas encontrados en los rincones delimitan un espacio donde aconteció un diálogo: ¿amoroso, político, violento, artístico…? También en esta obra, Seeber nos muestra su territorio artístico que es la reconstrucción de la historia, el tiempo a través de signos, de imágenes vulgares y universales en la era global.