Título: Andrés Serrano Autor: Ana M. Battistozzi.- Crítica de arte. Fecha: 08/06/2018 Ver nota completa Ver nota original () Aquél escándalo puritano promovido en 1989 en torno de Piss Christ, un trabajo que formaba parte de la serie fotográfica de Serrano sobre el cuerpo y sus fluidos -la sangre, el esperma, el pis- tuvo la virtud, como sugirió el artista alemán Hans Haacke, de sacar al mundo del arte americano de su obsesivo entusiasmo por los números de mercado.
En plena apoteosis de los Ochenta, Serrano logró, con la ayuda de Helms, presentar al arte como un terreno simbólico que tiene mucho que ver con la libre expresión en la vida cotidiana. Ese derecho que el ciudadano americano medio siente como uno de los pilares de su sociedad, fue paradójicamente conculcado en nombre del bien común y el interés de los contribuyentes. En defensa de ellos Helms consideró que la obra de Serrano, no merecía el apoyo del National Endowment of Arts porque atentaba contra la sensibilidad religiosa del pueblo americano.
Lo que en verdad se proponía este latino de profunda raíz católica era cuestionar el carácter binario de la civilización occidental. Ni blanco, ni negro, sus imágenes trabajan la desarticulación de un mundo basado en polaridades sacro-profano, femenino-masculino, joven-viejo, vida-muerte, abstracción-representación. Todo eso aparece en la obra de Serrano en una prolongación recíproca que circula naturalmente como los fluidos en el cuerpo contenidos por la carne. Aquellas imágenes de su serie La Morgue de 1992 no son otra cosa que una reflexión sobre la vida y la muerte. En la era en que se juega con la ilusión del triunfo sobre la muerte, Serrano la trae dramáticamente a escena y muestra fragmentos de ese estado de integración humana que inevitablemente produce. En ese punto donde los matices se clausuran y diluyen diferencias económicas, de razas, credos políticos o religión.
La fotografía, a su vez, le sirve para dar cuenta de esa realidad. desde un naturalismo exasperado que recuerda la imaginería persuasiva del barroco español, hasta una sutil fuga hacia la abstracción que no se aparta del erotismo, acaso el rasgo más sugerente de sus imágenes.
Título: Andrés Serrano Autor: Martín Weber. Fecha: 18/08/1997 Ver nota completa Ver nota original () De los trabajos de Andres Serrano los que más interés me despiertan son los de La Morgue y los de Budapest.
En ambos trabajos la preocupación sobre los temas de la belleza entendida como tal y por los cuerpos humanos en su existencia material, se combinan dando resultados conmovedores por su riqueza expresiva y de lectura. En el caso de La Morgue se enlista en una fotografía memorial con una gran historia, en la cual se retrataba a los muertos con el objeto de preservar su imagen y recuerdo. En esos tiempos (en la época de los daguerrotipos y después) el ser fotografiado representaba en sí un gran evento, equiparable a los acontecimientos que se consideraban fotografiables. Es por ello que ambos confluían: el acontecimiento de una muerte convertía en fotografiable al sujeto por motivos varios, entre ellos, si era un menor sería el único recuerdo que tendrían de sus rasgos físicos. Circunstancia y uso convergían. Serrano vuelve sobre esa circunstancia: muerte, cuerpo que se convierte en cadáver y lo visita aislado del lugar acontecido (como podría aparecer en los diarios o archivos policiales), en ese tiempo que transcurre entre el haber sido descubierto y su preparación para una eventual cremación o entierro.
Los cuerpos aparecen despojados y al mismo tiempo embellecidos por una iluminación soberbia, delicada y no efectista. Esto acompañado del uso del color y el formato grande nos devuelve de manera casi hiperrealista poros, cabellos, y laceraciones varias sufridas por los cuerpos. Nos invita a leer y a los cuerpos a "hablar" desde los distintos indicios, signos y huellas de los cuales son soportes. Seres anónimos cuya identidad queda grabada tal vez sólo en sus huellas dactilares.
Es por ello que no podemos dejar de mirar esta contradictoria composición: cadáver que se vuelve cuerpo por la belleza que recuperan ante la mirada sobre estos restos de seres humanos cuyas vidas han sido troncadas por diferentes tragedias. Es una síntesis del devenir trágico de lo material corpóreo.
En los trabajos de Budapest reaparecen los cuerpos, algunos referidos por su belleza a una iconografía: el Marinero bello, la Madre que amamanta, el Loco. Pero de nuevo con el mismo tratamiento: buscando resaltar las marcas que el tiempo se ha encargado de registrar en sus cuerpos, cuerpos de nuevo con historia: la vejez con una vida por detrás y la juventud del marinero con un erotismo en el rostro que va a desaparecer.
Título: Andrés Serrano: The body politic Autor: Robert Hobbs.- Catálogo ICA. Fecha: 11/08/1997 Ver nota completa Ver nota original () En su primera década de trabajo maduro, Andres Serrano probó sus límites y los de la sociedad. Al utilizar al arte como una herramienta de investigación, para explorar su nostalgiosa espiritualidad residual y para dar cuenta de la construcción cultural que es la publicidad, fusiona estos dos intereses en trabajos centrados en el cuerpo político. Su uso de los fluidos corporales puede ser tomado como una metáfora de la condición humana, en momentos en que preocupan sobremanera los exámenes compulsivos por el sida y las drogas, cuando se debate el aborto y la legalidad de la eutanasia, existe un número ascendente de personas sin techo, se verifica un resurgimiento del Klan. Serrano ha creado imágenes provocadoras que no sólo se niegan a resolver estos temas difíciles sino que introdujo elementos que hacen de éstas nuevos objetos del deseo. El artista fuerza al espectador a definirse sobre estos asuntos, que él muestra sin tomar partido. Serrano también utiliza el lenguaje visual de la publicidad y de la fotografía de moda para alentar al espectador a que considere hasta que punto la condición humana, incluida la esfera espiritual, ha sido reducida a una mercancía al fin del Siglo XX.
Título: Andrés Serrano: Retrospective Autor: Marcia Tucker. - Catálogo ICA. Fecha: 08/08/1997 Ver nota completa Ver nota original () "El trabajo de Serrano tiene tanto impacto en los espectadores porque los atrae a un dominio privilegiado donde se confunden las dimensiones públicas y privadas. Serrano entra en el mundo secreto del convento, la morgue, los sin techo, el Klan y en el cuerpo mismo para mostrar lo que son y lo que no son. En la tradición de la fotografía, su trabajo funciona simultáneamente como revelación y como crítica, haciendo perceptible lo escondido y lo invisible, y aún lo verdaderamente indigerible. A costo del espectador, manipula secretos haciendo visible cosas que la mayoría de las personas prefieren no ver o reconocer".
"Pero, en definitiva, la gran fuerza de su trabajo reside en su difícil y problemática naturaleza, en su voluntad de confrontar la formidable temática del sexo, la religión, la raza y el poder".
Título: Andrés Serrano Autor: Gumier Maier. - Artista y curador. Fecha: 18/07/1997 Ver nota completa Ver nota original () Éramos Elba Bairon, Schiavi y yo, y Adriana Rosenberg dice "tengo una sorpresa para ustedes". Nos conduce a un cuartito alargado y estrecho, todo blanco, sin aberturas. No acertábamos a poner el proyector de diapositivas en funcionamiento, así que estuvimos un buen tiempo ubicados en nuestras sillas, esperando como a escondidas.
Un chico rubiecito trajo café.
Recuerdo especialmente tres fotos. Un niño muerto tan bello. Luego una púber desnuda, enmarcada en un cielo en calma. La tercera era una enana acostada, tomada de perfil, como si la camilla fuera el horizonte. Estaba siendo penetrada y miraba a la cámara con una expresión dura, irrenunciable. Era rubia y tenía un increíble parecido con Cecilia Roth. Mirábamos cada foto un rato largo, fumando, tomando café. Hablábamos poco -para decir "qué linda ésta".
Título: Andrés Serrano Autor: Raquel Bigio. - Centro Cultural Recoleta. Fecha: 17/07/1997 Ver nota completa Ver nota original () Imágenes de dolor, de soledad, de contacto con lo oscuro, lo desconocido, la muerte y la resurrección. Nos producen atracción, fascinación y rechazo al mismo tiempo. Hay un vínculo entre lo frágil y lo violento; algunos de los cuerpos fotografiados han sido asesinados o sea que la violencia llegó a esa oscuridad máxima. Hay una energía que lo lleva a rodearse de muerte y de conflicto. Pero amar a la muerte misma es amar a la vida de una manera mucho más profunda, es como si la belleza de la imagen pudiera redimir y quitar el temor.
¿Cuál es la esencia del cuento de la Bella y la Bestia? "Si ese ser me ama, yo dejo de ser una bestia". Mostrar el horror es provocar rechazo. Pero la bestia se convierte en príncipe al ser transformada en belleza estética. Después de cada toma el fotógrafo muere y renace pues deja de tener la autoimagen de sí mismo. Hay un anhelo de traer estas imágenes a la vida a través de las fotografías. Serrano entra en la muerte para buscar la vida. Para mí, descubrir lo que es feo es encontrar lo hermoso, ahí se produce la alquimia de lo bello y lo feo, de la Bella y la Bestia y es lo que ha logrado Andres Serrano con sus fotografías.
Título: El huracán Andrés Autor: Guillermo Piro. - Radar, Página/12 Fecha: 16/07/1997 Ver nota completa Ver nota original () Estamos atravesando una auténtica "edad de oro" de la fotografía, con realizaciones de una intensidad difícilmente equiparable en toda su historia. Hay que hacer una lectura política del trabajo de Serrano porque en el fondo aquello que no se quiere ver y que él se empeña en mostrar no es otra cosa que el sueño americano: el moralismo, el desprecio por lo que es diferente.
Al final, quizás, se trata simplemente de un intento del fotógrafo por hacernos ver cómo somos en realidad, atraídos y al mismo tiempo repelidos por el sexo, fascinados por lo diferente pero al mismo tiempo incapaces de aceptarlo. Para poder "ver" sus fotografías hace falta ejercitarse. Incapaces de comportarnos de manera diferente entonces, aturdidos, atraídos y repelidos por estas imágenes, nos entregamos sin resistencia a una visión de la vida total, brutal: literalmente una visión del interior de la vida muy difícil de olvidar. Es posible rechazarlas, pero es verdaderamente difícil pasar delante de esos ventanales abiertos a la humanidad mirando para otro lado.
Título: Andrés Serrano Autor: Josefina Ayerza. - Directora de Fecha: 16/07/1997 Ver nota completa Ver nota original () Andres Serrano dice que sumergió la imagen del crucifijo en pis, persuadido que iba a resultar un color amarillo muy lindo. La orina simboliza el deshecho, agrega, pero también una función necesaria. Quizá la orina haya humanizado al Cristo, en lugar de perpetuarlo en una identidad inalcanzable... Si Serrano quiere humanizar el Cristo no lo podemos saber. A lo mejor hace al imponderable en lo que respecta a su sentido estético y a la mirada oblicua capaz de concertar cualidades únicas respecto del color, que se sublima en los fluidos corporales y en la variedad de los tonos de su combinación: orina, sangre, esperma; sangre y orina, sangre y esperma... porque esa cualidad, dice, se enseña a no mirar. En este mismo orden de cosas estaría la gente poco predispuesta a detenerse en los temas que el artista elige fotografiar: "homeless", miembros del Ku Klux Klan, víctimas en la morgue. Serrano quizo que las fotografías de los "homeless" pusieran nombre a las caras que ilustra el no mirar.
Las obras del Klan distinguen a los miembros encapuchados. Las tomas de muy cerca sirvieron para agregar inmediatez. Los ojos espiando detrás de las capuchas para mostrar lo humano por debajo. El artista dice que pudo encontrar humanidad en ellos porque se lo permitieron. Se dejaron fotografiar por un "Hispanic"!
Y la búsqueda de humanidad de Serrano continua en la morgue. Consignada por la muerte, en una cara manchada de sangre se destaca un ojo entreabierto y la cara de un hombre que la propia mujer atacó con un cuchillo.
Título: Introduction: Below Skin-deep Autor: Wendy Steiner. - Catálogo ICA. Fecha: 14/07/1997 Ver nota completa Ver nota original () "¿Cuál es el verdadero escándalo en las fotografías de Serrano? Las imágenes subvierten toda forma de control para poder admitir el temido desorden del significado. Al valorar el cuerpo, tornan nuevo al espíritu". "La sangre, la orina y la leche no son solo colores, fluidos corporales y símbolos sino también filtros que colorean al mundo".