Una silla contraCOOLtural
¿Qué es hoy la contracultura? ¿Es posible expresarla en algo material? ¿Cuáles son las posibilidades reales de salir de las lógicas culturales hegemónicas? ¿Puede el diseño funcionar como un canal de crítica y reflexión? ¿Son los objetos neutrales dentro de la discusión política? ¿Cómo el mundo objetual comunica —o puede comunicar— estas tensiones? ¿De qué manera el entorno cotidiano y los objetos que nos rodean condicionan nuestras formas de vida? ¿Qué rol cumple el mobiliario en nuestra cultura? ¿Existe aún espacio para algo nuevo en su diseño? ¿Podría una silla ser contracultural y seguir siendo una silla?
A partir de estas preguntas, estudiantes de la Licenciatura en Diseño de la Universidad Torcuato Di Tella desarrollaron los proyectos que aquí se presentan. Cada uno de ellos parte de un gesto crítico: interrogar los mandatos históricos, funcionales, estéticos, simbólicos e industriales que han definido al mobiliario.
Desde esa mirada, la silla se propone como un dispositivo capaz de desafiar el orden cultural establecido, ensayando nuevos lenguajes a través de la forma, la función, los materiales, los modos de producción o los significados que encarna.
Este ejercicio académico retoma las discusiones abiertas por Dick Hebdige, quien en Subculture: The Meaning of Style entiende los objetos y las estéticas como estrategias de resistencia simbólica frente a los códigos dominantes. Pero también se enfrenta a la paradoja señalada por Thomas Frank en La conquista de lo cool y por Potter & Heath en Rebelarse vende: la capacidad del sistema de absorber y comercializar sus propias críticas, transformando la rebeldía en mercancía.
No se trata de diseñar asientos, sino de ensayar posiciones. De sentarse en la incomodidad del presente y, desde ahí, imaginar otras formas de sostener. Tal vez lo contracultural no esté en lo que la silla niega, sino en lo que permite: sostener una postura, una conversación, un tiempo compartido.
Vera Ferreiro Vildósola, Alfredo Guzmán, Lucila Berenblum y Rocío Nerón Coiro
1| Anomya
El diseño contemporáneo suele asociar el orden visual, la repetición y la homogeneidad con la calidad, considerando lo diferente como un defecto o una desviación. Este proyecto desafía esa suposición al situar la diversidad, la variación y la singularidad en el centro del proceso de diseño. A través de esta silla, se explora cómo la diferencia, la irregularidad y la individualidad también pueden construir coherencia y belleza, cuestionando la idea de que la uniformidad es condición para el valor estético y proponiendo una mirada donde la diversidad se vuelve el verdadero motor del diseño contemporáneo.
Materiales: Caño de hierro, tela plush, mdf.
Procesos: Doblado, costuras
Dimensiones: 67x74x63 cm
2| WU
Este proyecto busca diseñar una silla que redefina el acto de sentarse desafiando las convenciones del confort y la función. En lugar de ser un objeto neutral, se concibe como un elemento activo que provoca movimiento, expresión y emoción. Puede parecer estable, pero sorprende con flexibilidad, rompiendo las expectativas habituales. No pretende ser minimalista ni puramente estética; abraza el color, el humor y la ansiedad, permitiendo que el cuerpo simplemente lo sienta. WU, como abreviatura de Wake Up, impulsa a las personas a moverse, reaccionar y conectar con su cuerpo y emociones, como un recordatorio de permanecer presentes.
Materiales: Hierro tubular; lona y resortes.
Procesos: Flexado y soldado.
Dimensiones: 60x88x70 cm
Equipo: Ohad Aizic - Magdalena Cueto - Vera Ferreiro - Lautaro González Toledo
3| MUTO
MUTO es una silla en constante transformación. Compuesta por tres piezas principales, permite infinitas configuraciones que se adaptan a cada contexto y usuario. Su esencia contracultural reside en rechazar la idea de un objeto fijo, no busca ser reemplazada, sino evolucionar. A través del cambio, propone una nueva relación con los objetos, donde el valor está en la capacidad de mutar y permanecer vigente. “MUTO” invita a experimentar, recombinar y reinventar la forma de sentarse, desafiando la rigidez del diseño tradicional.
Materiales: Acero inoxidable.
Procesos: Corte láser, plegado, pintura al horno.
Dimensiones: 52x91x75 cm
Equipo: Alejandro Demuro - Sofia Ramos - Tomás Vazquez - Iván Zsabo
4| Reconocer
Reconocer es una silla diseñada para sentarse al revés. Su nombre, palabra capicúa, refleja la idea de mirar las cosas desde ambos lados: cuestionar lo establecido y replantear lo cotidiano. Este objeto propone celebrar un gesto no tan habitual, sentarse al revés, como acción contracultural. Su estructura guía y sugiere esta postura, invitando al usuario a adoptar una relación diferente con el cuerpo y el espacio. Así, Reconocer no busca imponer una forma de uso, sino provocar una experiencia: la de habitar lo familiar desde otra perspectiva.
Materiales: Caños de acero, tapizado.
Procesos: Curvado, soldado, pintura, tapicería.
Dimensiones: 48x79x67 cm
Integrantes: Violeta Casabal - Juana Cuenya, India Lagos - Luna Quesada - Felicitas Zaballa
5| CUDA
CUDA nace como una respuesta a la cultura demostrativa, extravagante y superficial de la sociedad actual. Va en contra de aquello que busca ser más de lo que es. Es una declaración silenciosa de calidad, presencia y autenticidad. Nace de las formas elementales, del círculo, el cuadrado y el triángulo para poder revalorizar y recuperar la sencillez de la función y la precisión de la forma. Es una manifestación por la belleza perdida que se gana y mantiene a través de la honestidad, la elegancia y la simpleza. Honra la funcionalidad perdida del mobiliario y declara que eso es suficiente.
Materiales: Madera Gripa; terciado de pino; goma espuma; tela Chenille.
Procesos: Corte y ensamble; laminado curvo; tapicería.
Dimensiones: 75x56x50 cm.
Integrantes: Matthew Lopez - Román López Leone - Serafín Vieiro
6| Inestable
Inestable desafía y pone en cuestión la noción de confort y estabilidad típicamente asociada a una silla convencional. Su diseño, elaborado en acero tubular, se caracteriza por una estructura lineal que presenta curvaturas y cruces, generando en la pieza una sensación inmediata de inestabilidad e incomodidad estructural, lo que llega a hacer dudar de su funcionalidad. La propuesta se basa en esta premisa inicial, creando una pieza que, a pesar de su apariencia deliberadamente frágil, es en realidad completamente sólida y estable.
Materiales: Acero curvado, PVC.
Procesos: Curvado y ensamble.
Dimensiones: 46x81x53 cm
Equipo: Juan Spohn - Chiara Scaglione - Martina ustares - Clara Vassia
7| Sedimentos
El proyecto propone una silla contracultural que reinterpreta los lenguajes formales primitivos desde las posibilidades tecnológicas contemporáneas. Se inspira en las primeras soluciones constructivas de la humanidad, donde la forma surgía de la observación, la intuición y la necesidad: piedras apiladas, troncos entrelazados, estructuras que alcanzaban equilibrio sin técnica formalizada. Esa estética de lo esencial, donde las uniones y sobrantes eran parte visible de la composición, guía la búsqueda actual. El diseño explora cómo esa sensibilidad primaria puede dialogar hoy con procesos industriales, recuperando la honestidad material y cuestionando los cánones establecidos del diseño contemporáneo.
Materiales: Madera de Kiri; Acero; cuero vacuno.
Procesos: Corte, Soldado
Dimensiones: 88x68x77 cm
8| Yegua
Yegua reinterpreta la montura tradicional desde una mirada contemporánea. La silla propone un gesto contracultural: para usarla hay que montarse, abrir las piernas y adoptar una postura activa, históricamente censurada para las mujeres. Fabricada en madera laminada, combina calidez y firmeza, proponiendo una nueva relación entre cuerpo y objeto. El nombre hace referencia tanto a la hembra del caballo como a un insulto usado para descalificar a mujeres libres o con poder, transformándolo en símbolo de autonomía y resistencia.
Materiales: Madera de Eucalipto, varillas de pino; laca poliuretánica.
Procesos: Router CNC 2D; mecanizado 3D; lijado; encolado.
Dimensiones: 30x87x65 cm
Equipo: Guadalupe Casé - Isabella Macchiavello - Camila Oro - Camila Salazar
9| Tenkai
Es un acto que se esconde en lo cotidiano: una pausa mínima dentro del ritmo acelerado que solo aparece cuando uno decide detenerse. Lejos de la lógica del algoritmo y la exposición constante, su valor reside en la experiencia atenta y silenciosa que habilita. La silla invita a repensar gestos que damos por hechos: cómo nos sentamos, desde dónde miramos y qué vínculo creamos con los objetos. Su estructura, hecha de planos triangulares que se despliegan y sostienen, cambia según el punto de vista. Tenkai, construida en chapa plegada, oculta sus uniones para sugerir un único gesto continuo.
Materiales: Chapa SAE 1010, 1.6 mm.
Procesos: Corte, plegado y soldadura.
Dimensiones: 100x840x828 cm
Equipo: Guadalupe Castellá - Paula Cortina - Valentina Ercolessi
10| Taboo
Taboo es una silla inspirada en el sexo y la sensualidad. Su diseño explora formas orgánicas que evocan la fluidez del cuerpo humano y la manera en que éste se mueve, se curva y se ofrece. La pieza propone una experiencia en la que el usuario no solo se sienta, sino que participa activamente en un juego de exposición y deseo. Al ocuparla, la postura que induce abre las piernas y coloca al cuerpo en una posición íntima y vulnerable, haciendo visible aquello que normalmente se oculta. Taboo convierte la acción cotidiana de sentarse en un gesto cargado de erotismo.
Materiales: Acero inoxidable; perfil estructural; madera terciada.
Procesos: Curvado y cilindrado; madera con rajas para doblado.
Dimensiones: 52x94x72 cm
Equipo: Santiago Baglioni - Pedro Benadiba - Constantino Gatti - Joaquina Videla
11| Artemisa
Artemisa propone un choque entre mundos. La silla combina artesanía e industria, mezclando materiales ancestrales con procesos actuales. Su lenguaje es el contraste: líneas y planos, precisión industrial y el carácter emocional del trabajo manual. El metal representa la modernidad y su versatilidad; el cuero, los modos de producción que dejamos atrás pero aún valoramos. El nombre también refleja esta dualidad. Artemisa remite tanto a la diosa griega de lo natural y lo hecho a mano como al programa espacial de la NASA, símbolo de tecnología y futuro. Así, la silla se sitúa en un equilibrio constante entre lo ancestral y lo contemporáneo.
Materiales: Caño SAE 1010; cuero vacuno.
Procesos: Corte, curvado, soldadura MIG; pintura electrostática; corte manual de cuero.
Dimensiones: 50x94x77 cm
Equipo: Antonia Quirno - Adam Kronenberg - Desmond Ostrom - Chiara Saccone