Ballet de Gigantes, 2013.
Elásticos envolviendo, conectando y enroscando el espacio, gimnasia que permite improvisar in situ, exigiendo entender y hacer a partir de las lógicas y posibilidades de usos que ofrece el espacio.
Soy terriblemente incapaz de inventar algo, es un plan imposible para mi.
En cambio el alrededor, lo aproximado, es el mejor destino de mis visiones y pensamientos, educados en trabajar con la potencia que reside en las cosas para volverse inusuales y con las infinitas oportunidades que proponen los espacios, objetos y situaciones, entendiendo siempre la transformación como una necesidad del entorno.
Entramos en la librería y vemos líneas espaciales logradas por elásticos negros, que entrelazan las columnas, pasan por, suben hacia las columnas de la cafetería, vuelven a bajar y enroscan un libro.
La idea es sumar posibilidades de percepciones visuales partiendo de puntos inherentes a la arquitectura del edificio, cambiando ritmos y agregando líneas elásticas y confundidas proyectadas en sentidos extraños.
Me gusta pensar la instalación como un conjunto flexible, apuntando a los posibles desplazamientos que se puedan producir, ya que una eventual acción performática por parte del visitante, dada en el movimiento de los objetos atados a los elásticos, modificaría los dibujos y tramas visuales que las “líneas móviles” logran en el espacio. Lindas e inocentes macetitas sujetas a hilos pueden ser desplazadas voluntariamente por las mesas generando nuevas figuras cada vez que cambian de lugar.
Cada idea, cada imagen que construyo surge siempre de una historia que combina la lógica más blanda y la fantasía más dura. No hay una única manera de explicar lo que se ve, la mediación conceptual entre el mundo y cada uno de nosotros plantea un espacio donde todo se vuelve múltiple. Desde el itinerario de una mosca o la estela de pasos que una pareja de gigantes fantasmas dejan al bailar. O también descubrir la trayectoria de un pájaro alterado que sobrevoló la zona de manera errante buscando una posible salida.
CV
Mariana Telleria (Rufino, Santa Fe, 1979) Artista visual. Estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario. Recibió diferentes distinciones entre las que se destacan el Premio hartaba - Petrobrás 2011, donde recibió el 2do Premio Adquisición del LXV Salón Nacional de Rosario, en 2012 fue seleccionada para participar en The Ungovernables, New Museum Triennial 2012, y a principios de 2013 fue invitada a participar del Premio Braque. Entre sus principales exposiciones individuales se destacan: “Los Ángeles” Galería Ruth Ensacar, Buenos Aires (2013), “La mujer serruchada”, Museo Diario La Capital, “El mundo no existe”, Galería Alberto Sendrós, “Mortal Kombat”, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (2011), “El nombre de un país”, Galería Alberto Sendrós (2009), “Último lugar”, Museo de Arte Contemporáneo Rosario (2007). Participó en numerosas muestras colectivas, entre ellas; “El primer momento de la existencia de algo”. Estadio River Plate. Ensayo de Situación II, organizado por el Departamento de Arte de la UTDT (2013), “Allí, Allá, Plataforma Bogotá”, Colombia (2012), LXV Salón Nacional de Rosario, Museo Municipal de Bellas Artes, Rosario, Arte de Santa Fe, Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, Rosario (2011), arteBA 2010, Stand Galería Alberto Sendrós, Buenos Aires, LXII Salón Nacional de Rosario, Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, Rosario. Concurso 50º Aniversario del Fondo Nacional de las Artes (2008).
Vive y trabaja en Rosario.