La ciudad invisible, 2012
Video y pintura sobre pared. Dimensiones variables
En el rincón más íntimo de toda pintura existe una ciudad. Los mecanismos y engranajes necesarios para su funcionamiento son de carácter sumamente misterioso; esta obra no pretende descubrirlos, sino adentrarse en ese misterio. Situada en un lugar fronterizo de lenguajes, la pieza propone un viaje en el tiempo, una hipotética desviación en el universo de Aizenberg.