UN PAÍS EN TRANSICIÓN - Recuerdos de un fotógrafo por Abel Alexander y Luis Priamo
La exhibición de Christiano Junior presenta 71 fotografías de inestimable valor documental, incluidas en el libro "Un país en transición. Fotografías de Buenos Aires, Cuyo y el noroeste. Christiano Junior 1867-1883" recientemente editado por la Fundación Antorchas.
El portugués José Christiano de Freitas Henriques Junior, conocido como Christiano Junior, fue uno de los fotógrafos más importantes del siglo XIX en la Argentina. Había nacido en la isla de Flores, archipiélago de las Azores, en 1832. Hacia 1855 se trasladó al Brasil con su esposa y sus dos hijos. En 1862 estaba instalado con estudio fotográfico en la ciudad de Maceió, al norte del país, y dos años después en Río de Janeiro, donde trabajó hasta su traslado a Buenos Aires.
El primer estudio que abrió en esta ciudad, en diciembre de 1867, estaba en Florida 159. Poco después se mudó a un local más amplio en Florida 160 (que en 1875, con el cambio de numeración de las calles de la ciudad se convirtió en Florida 208), donde permaneció hasta 1878, cuando lo vendió a Witcomb y Mackern, antecesores de la célebre casa Witcomb. En esos diez años de actividad Christiano Junior ganó un amplio prestigio profesional dentro de la sociedad porteña. Un examen de los álbumes de trabajo de su estudio, que se encuentran dentro de la colección Witcomb en el Archivo General de la Nación, reveló que entre abril de 1873 y septiembre de 1875 la casa realizó más de cuatro mil fotografías, es decir, promedió la atención de unos cinco clientes por día. Entre ellos hubo hombres públicos notorios, como Sarmiento, Mansilla, Luis Sáenz Peña o Adolfo Alsina. También fue fotógrafo oficial y socio de la Sociedad Rural Argentina desde 1875, cuando se organizó la primera exposición agraria, hasta que vendió su estudio.
Sin embargo, más allá de sus logros y éxito como retratista, lo que le daría un sitio relevante en la historia de nuestra fotografía fue un vasto y ambicioso proyecto que llamó Álbum de vistas y costumbres de la República Argentina desde el Atlántico a los Andes, integrado por una serie de volúmenes dedicados a provincias del centro y norte del país, cuyas fotos llevarían comentarios escritos por historiadores e intelectuales de nota de cada lugar. Los dos primeros, publicados en 1876 y 1877 respectivamente, estuvieron consagrados a Buenos Aires y tenían doce fotos cada uno. Los textos, escritos por Mariano Pelliza y Angel J. Carranza, estaban en cuatro idiomas: castellano, francés, inglés y alemán en el primero, mientras que en el otro el alemán fue sustituido por el italiano.
No fueron éstas las únicas fotos que Christiano Junior tomó de Buenos Aires, aunque sí las únicas que publicó. Una investigación que realizamos en la colección de negativos de la colección Witcomb, reveló que hay allí unas ciento setenta piezas de vistas y tipos populares porteños tomadas por el portugués antes de 1878, cuando entregó su negocio con los clichés, registros y álbumes de trabajo. Es posible diferenciar los negativos que pertenecen a Christiano Junior de los que hizo Alejandro Witcomb más tarde porque aquel trabajó con placas emulsionadas manualmente, con un proceso conocido como colodión húmedo (una solución de algodón-pólvora en éter y alcohol que se extendía sobre una placa de vidrio, la que era sensibilizada con un baño de ioduro de plata y se exponía inmediatamente, todavía húmeda). El color ámbar es característico de la emulsión al colodión y completamente diferente de las placas al gelatino-bromuro utilizadas por Witcomb. Esta determinación de autoría permitió incluir en el libro de Fundación Antorchas recién editado, Un país en transición. Fotografías de Buenos Aires, Cuyo y el Noroeste. Christiano Junior, 1867/1883, numerosas fotos que hasta hoy solían adjudicarse a Witcomb. También permitió actualizar los catálogos del Archivo General de la Nación referidos a esta colección.
En 1879, un año después de vender su estudio, Christiano Junior inició una gira por las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy con el propósito de completar su proyecto del Álbum de la República Argentina. El extenso periplo, que llamó Gira Artística, le tomó cuatro años. Comenzó en Rosario en abril de 1879 y terminó en Jujuy en mayo de 1883. En el último tramo estuvo con él su hijo, José V. Freitas Henriques, también importante fotógrafo de la época. En todas las capitales de las provincias donde trabajó instaló un estudio de retratos, generalmente en sociedad con un fotógrafo activo del lugar, mientras realizaba las fotos para el Álbum. No se le conocen vistas de Santa Fe y Córdoba, aunque sabemos que en la última hizo retratos de tipos populares. En las restantes provincias reunió un material extraordinario, publicado en varios álbumes, algunos dedicados a una sola provincia (San Juan o Mendoza) y otros con una selección del conjunto. Las fotografías llevan leyendas, pero en ningún caso los extensos comentarios en cuatro idiomas que tienen los dos primeros volúmenes dedicados a Buenos Aires. Los negativos tomados en el interior del país no fueron hallados. El Album, aun inconcluso, es una obra extraordinaria, no sólo en el marco de la fotografía argentina del siglo XIX sino, también, de la fotografía latinoamericana.
Después de 1883 Christiano Junior abandonó la práctica fotográfica y se dedicó a otras actividades comerciales. Durante más de quince años invirtió su esfuerzo y dinero en la fabricación y comercialización de licores en el Brasil, la Argentina y el Paraguay. De esa experiencia surgió un libro, Tratado práctico de vinicultura, destilería y licorería, publicado en Buenos Aires en 1899, con prólogo del científico y literato E.L. Holberg, que en uno de sus párrafos dice: Su libro es un libro serio, escrito con el conocimiento de la materia y el amor al prójimo. Desde el punto de vista económico, sin embargo, el negocio fue un fracaso.
A mediados de 1901 Christiano Junior vivía en la ciudad de Corrientes. Se ganaba la vida como gestor del estudio de pintura y fotografía que su hijo José V. Freitas Henriques tenía en Buenos Aires, y dando lecciones de iluminación -es decir coloreado- de fotografías. Un trabajo editado por el historiador Marcelo Daniel Fernández, Christiano Junior, uno de los grandes precursores de la fotografía argentina, residió sus últimos años en Corrientes, relata dicha actividad y cita una serie de artículos periodísticos que el portugués publicó en el diario La Provincia, entre diciembre de 1901 y mayo de 1902. Varios de estos trabajos son recuerdos de algunas etapas de su vida transcurridas en la isla de Flores, en el Brasil y en nuestro país. El profesor Fernández tuvo la gentileza de enviarnos una reproducción fotográfica de todos ellos. El más extenso se titula Tempora mutantur, Buenos Aires de 1866 y 1900, publicado en los números del 15, 18, 21 y 25 de enero de 1902. Se trata de una serie de viñetas de costumbres porteñas que oponen ambas épocas, generalmente con añoranza de la primera y fuertes críticas a la última, pero que a pesar del tópico siempre resultan entretenidas, con toques de humor e información interesante. A continuación ofrecemos una selección de las mismas, junto con algunas fotos del maestro portugués que forman parte del libro de Fundación Antorchas. Hasta donde sabemos Christiano Junior, que murió en Asunción del Paraguay el 19 de noviembre de 1902, fue el único de nuestros grandes fotógrafos del siglo XIX que dejó recuerdos escritos sobre su vida y su trabajo.
Agradecemos la colaboración del profesor Marcelo Daniel Fernández, como así también a las autoridades del Archivo General de la Nación por facilitar la investigación sobre la obra de Christiano Junior que se encuentra en la institución.