Prensa Publicada
Hace unos días una empleada de limpieza del museo italiano Bozen-Bolzano confundió una obra de arte contemporáneo con basura y sencillamente la barrió. Se trataba de la instalación Dónde podríamos ir a bailar esta noche de las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari compuesta entre otros elementos por unas botellas vacías desparramadas en el piso, y colillas de cigarrillo. Esto abrió entre críticos, pero también entre consumidores de arte contemporáneo, un debate respecto de la entidad que ciertas obras tienen para ser consideradas arte. Hubo quienes celebraron este acto performático involuntario de la empleada de limpieza y pidieron que fuera entronizada como curadora de la sala. Hubo, también, quienes defendieron el lugar que el arte contemporáneo tiene para plantear reflexiones, provocaciones y preguntas. Un puente entre el arte y el pensamiento.
En esta línea dos muestras en Fundación Proa interpelan el estado de las cosas. Una de ellas, Es posible porque es posible, del grupo indio Raqs Media Collective, plantea a través de la experiencia multimedia preguntas sobre las sociedades globalizadas, la territorialidad, los autoritarismos, la literatura. Haciendo el contrajuego a la sigla FAQs (Frecuent Asqued Questions, preguntas frecuentes, en inglés) los RAQs (Rarely Asqued Questions, preguntas raras) son un colectivo de artistas que se creó en 1992 en Nueva Delhi y que se autodefinen como “agentes filosóficos provocadores” o, también como experimentadores del pensamiento.
La muestra está compuesta de videos, esculturas, instalaciones. Una de ellas, por ejemplo, ubicada en la sala 2 del espacio de La Boca, son dos escritorios contiguos. Uno recibe al público para plantear preguntas raras. Una persona del museo escogerá al azar una respuesta de un fichero que contiene afirmaciones. El otro mostrador está siempre cerrado porque es el de las FAQS, las preguntas frecuentes (que siempre obtienen la misma respuesta). Raqs, una palabra en persa, en urdu y árabe que se utiliza para definir un estado de meditación, es el nombre que Jeebesh Bagchi (1966), Monica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968) –los miembros del colectivo- eligieron para referir esta experiencia entre el arte contemporáneo y la filosofía.
La selección fue realizada por los curadores Cuauhtémoc Medina (México) y Ferrán Barenblit (argentino que dirige el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y las obras proponen interrogantes sobre el tiempo, las ideologías, la economía, la globalización, las redes de comunicación.
Algunas de las preguntas que se formulan en el recorrido son “¿Cómo experimentamos la sensación del tiempo en un mundo productivo? ¿Cómo distribuimos nuestra vida en relación a ese tiempo? ¿Cómo imaginamos el futuro? ¿Cómo es administrada nuestra vida y hasta qué punto podemos alterar las lógicas cotidianas y políticas en que esta se nos presenta?” Es posible porque es posible plantea esas reflexiones a través de su contemplación política. Haciendo preguntas sobre lo contemporáneo desde una estética particular. “Es un extraordinario alegato por la complejidad y pluralidad de las realidades que habitamos, tanto por las energías de los vivos como por los ecos de los muertos, y la intensidad que habita en la batalla que ocurre entre los sistemas sociales, nuestros deseos y cuerpos, la historia, los otros seres sobre la tierra, las palabras y las imágenes”, escribe en un diálogo curatorial Cuauhtémoc Medina.
En la sala 1 la obra Aquí, en otro lugar (Rueda de escape) está compuesta por cinco relojes en aluminio y vidrio que emulan a los que se encuentran en los aeropuertos con las horas de distintas ciudades. Es que uno de los ejes principales de esta muestra es la cuestión del tiempo como noción motora del capitalismo. En cada reloj en lugar de números (que controlan el tiempo, la producción, el trabajo) hay sentimientos y estados de ánimo. De modo que en lugar de 1, 2, 3, puede encontrarse “angustia, alegría”. Las tensiones entre la vida y el sistema productivo.
En la sala 3, la instalación Pregúntale al de al lado (2012) fue hecha en Corea y consiste en una serie de videos con frases (en coreano) tomadas del Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam. Son reflexiones que muestran la actualidad de preguntas sobre los órdenes representativos y políticos que conectan los siglos XVI y XXI. Así la muestra de este colectivo de artistas propone pensar la manera de estar en el mundo.
Presentándose en este espacio de arte, sin ser ellos un grupo que se dedique al arte, Forensic Architecture es un equipo de investigación internacional alojado en la Universidad de Goldsmiths, en Londres. Está formado por arquitectos, artistas, cineastas, activistas y científicos que exponen sus estudios espaciales en foros legales y políticos alrededor del mundo.
En la muestra titulada Forensis que también está alojada en PROA, se encuentra Ataques con drones: a partir de imágenes satelitales este equipo estudia los agujeros que dejan los misiles lanzados por drones en edificios de distintas ciudades. “Un agujero no es simplemente una ausencia, contiene más, y no menos información que la materia que lo rodea, ya se trate de hormigón armado o de una atmósfera rica en ozono. Esto se debe a que un agujero es información tanto de la materia que atraviesa como a la forma de su ausencia”, dice el catálogo. Otro proyecto que se exhibe es Hannibal en Rafah o Un día en la guerra de Gaza 2014. Con documentación sobre los ataques del 8 de julio en la ciudad más al sur de la Franja de Gaza en la que Forensic Architecture se abocó a la reconstrucción detallada de los eventos de ese día. Con análisis de testimonios de las víctimas, videos y fotografías tomadas en terreno o subidas a las redes sociales e imágenes satelitales que devino en una video instalación.
Se trata de la exhibición de parte del trabajo de una agencia contraforense que se puso la misión de dar vuelta la dirección de la mirada forense para así enfrentar los abusos de poder de los Estados y las corporaciones en situaciones de tensión política y conflictos violentos.
Con el propósito de liberar el potencial de la ciencia forense como una práctica pública y política los Forensic Architecture proponen exponer la lógica de los conflictos armados donde se plantean interrogantes teóricos, históricos y estéticos. «
El dato
La muestra del colectivo RAQS puede visitarse hasta el domingo 22, mientras que la exhibición Forensis se mantiene hasta fin de año.
Ambas se exhiben en Fundación Proa, Avenida Pedro de Mendoza 1929,CABA.
<www.proa.org>
Preguntar es un arte en el que Raqs siempre ha brillado. De ahí viene el nombre del grupo, que quiere decir “danza” en árabe, persa y urdu pero también es el acrónimo de rarely asked questions (preguntas infrecuentes), doble zumbón del faqs (frequently asked questions) con que los portales de la web procuran morigerar la ansiedad que genera la interacción cuando borra toda interlocución humana. (En la performance Bufete de Raqs y Faqs, donde un mostrador recibe las primeras y otro las segundas, sólo el primero atiende al público). Muchas de las mejores preguntas que formula la exposición —las que mejor amalgaman el costado duro del grupo, su determinación crítica, con su formidable lirismo— se serializan en la obraPregúntele al de al lado (2012), una risueña colección de vídeos protagonizados por un megáfono, unos manifestantes de Corea del Sur y preguntas —inspiradas en el Elogio de la locura de Erasmo— que suenan a koans políticos, como si Brecht reescribiera el Will happiness find me? de Fischli y Weiss. “¿Se puede marchitar la libertad si no se la riega?”, dice una pregunta. “¿Cuánta lluvia, cuánta luz solar, cuánto aire necesita la libertad?”, dice otra.
'Pregúntele al de al lado', 2012. / RAQS MEDIA COLLECTIVE
Sólo encerrados entre signos de pregunta el lenguaje y el pensamiento se abren a lo que todavía no se alcanza a decir o a pensar. Propia de todo “agente filosófico provocador” (como los Raqs suelen definirse a sí mismos), esa vocación interrogativa anima el uso inspirado, a la vez virtuoso y anti espectacular, de los media que el grupo modula en la muestra: objetos, esculturas, maquetas, fotografía, performance, videoinstalación. Como caído del carousselde la historia, el rinoceronte de fibra de vidrio que recibe al visitante (No obstante, incongruente, 2012) implanta en el presente un regalo colonial del siglo XVI inmortalizado por una xilografía de Durero, mientras una colección de relojes marca las horas de cinco ciudades en afectos (Aquí, en otro lugar. Rueda de escape, 2009-2014) y en un pizarrón apaisado, escritos en tiza (Economía de pizarra, 2014), se superponen citas y lemas de una tradición que hace del presente su objeto privilegiado de reflexión y su campo de batalla.
Es posible porque es posible ratifica la fertilidad conceptual de cierto marxismo en la escena artística contemporánea. Un marxismo singular, a la vez herido y vital, siempre afilado y clínico, que en los Raqs puede asumir la ironía warholiana de Marks (2012), donde una hoz y un martillo de leds brillan por turno, nunca juntos, íconos de un marksismo conyugal problemático, o la melancolía benjaminiana de El capital de la acumulación (2012), la bellísima videoinstalación donde el trío (que viene del cine documental) exhuma el cuerpo y el legado de Rosa Luxemburgo para analizar la complicidad que une al presente con el capitalismo, al fascismo de la inmediatez (ya denunciada hace 30 años por Alexander Kluge, otro marxista iconoclasta, en El ataque del presente al resto de los tiempos) y al parásito que sólo puede existir si se devora a todos los demás modos de producción (como lo describió Luxemburgo en La acumulación del capital), en el plan de erradicación de lo posible como tal.
Es posible porque es posible. Fundación Proa de Buenos Aires. Hasta el 11 de noviembre.
Desde aquel Soyez réalistes, demandez l’impossible , (sean realistas, pidan lo imposible) que movilizó a la juventud del Mayo Francés, pasó tanta agua bajo el puente de las ideologías que su espíritu terminó por disolverse ante la impasible certeza de que la lógica del capitalismo global, sean cuales sean sus consecuencias, es irreversible. Tras ella hoy se para el colectivo de artistas indios RAQS con el grupo de obras que integran Es posible porque es posible , exhibición de título tautológico que parece alentar un curso distinto del escepticismo cínico que ganó lugar en las últimas décadas. Integrado por Jeebesh Bagchi (1966), Mónica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta, nacidos los tres durante aquella década que agitó a los jóvenes a nivel mundial pero criados en pleno apogeo del pensamiento débil y la redistribución de roles en el capitalismo global, se formulan preguntas infrecuentes ( Rarely Asked Questions , como sugiere el acróstico en inglés que les da nombre como grupo). Y, a partir de ellas surgen originales espacios críticos modelados por la filosofía, la historia, la economía, la literatura o el arte que se valen de variadas estrategias interdisciplinarias o multimediales, incluida la ironía y los juegos de lenguaje.
Curada por el mejicano Cuauhtémoc Medina y Ferrán Barenblit, argentino que dirige el MACBA de Barcelona, la exhibición de Proa, que viene del MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) de México y el CA2M ( Centro de Arte 2 de Mayo) de Madrid, abre con una presencia enigmática. Un rinoceronte de carrusel a escala apenas menor que la real que pareciera traer a escena la típica representación africana a gusto del consumidor europeo, desde Plinio a Durero o Dalí.
A su alrededor se abren en abanico muchas de las preguntas (o cuestiones) infrecuentes que proponen una reflexión sobre la relación del tiempo, el trabajo y el valor económico asignado en dos piezas. Por un lado una pared pizarrón colmada de signos y textos tales como “deseo sin progreso ni acumulación” “la deuda como futuro social”, “consumo sin placer” y otras elocuentes menciones a las prioridades de la economía en la sociedad del capital. Y por otro un conjunto de cinco relojes, dispuestos como en las fachadas la antiguas relojerías con las equivalencias horarias en distintas capitales del mundo. En este caso Nueva Delhi, lugar de residencia del grupo, México, Madrid y Buenos Aires, escalas de la muestra. En ellos no hay números sino palabras: pesar, miedo, pánico, apatía, culpa. Y en la reiteración de esas cinco instancias a escala internacional, la pieza “Aquí en otro lugar (Rueda de escape)”, que ése es su título, exhibe los efectos de un sistema de producción que no admite escape, que lo extrae todo del sujeto y sólo lo colma de ansiedad.
El grupo indio se propone como un laboratorio de pensamiento y desde esta posición resulta de interés rescatar el otro sentido que asume la palabra RAQS. Meditación o danza meditativa, en persa y urdu, sugiere la necesidad de una actualización de la tradición contemplativa que tome distancia de la estética idealista y asume la forma de una “contemplación política”, más apropiada al momento de actual crisis del capitalismo y a este tipo de propuestas estéticas. Así el colectivo trabaja en función de un espacio reflexivo llamado a interrumpir la aceleración del tiempo económicamente productivo.
Pero también pone en evidencia la persistencia de una dinámica burocrática que se ha deslizado sin cambios sustanciales de la oficina decimonónica a la web. RAQS instala en el espacio las dos opciones. Por un lado el vetusto escritorio que recibe las “Preguntas Raramente Formuladas” para las que tiene respuestas ya preparadas y por otro el que recibe las “Frecuentemente Formuladas” que no son otras que las que sugiere cualquier entrada a la web.
Es como si la historia repitiera sus ritos necesarios y sólo se renovaran los medios o las formas. Así, un juego de signos y letreros lumínicos encuentran formato y significación en versiones distintas. Por un lado “Marks”, la instalación que el grupo concibió originalmente en 2010 para una exposición en la sede del Partido Comunista Francés en París, establece relaciones polisémicas a través de analogías sonoras que operan como reversiones del sentido visual. De tal manera la palabra marks (signos, en inglés) se opone y complementa con Marx (Karl) y al mismo tiempo asimila los signos de interrogación y admiración a la hoz y el martillo. El juego visual opera en el mismo tono que “Re- volt-age”, un precario letrero luminoso que se enciende de a poco y va modificando su sentido a medida que aparece cada tramo de su problemático encendido. A esto suma una contradicción entre el contenido ambiguamente revolucionario de cualquiera de estos textos y el formato comercial-informativo que asumen ante el público ya sea desde la tecnología LED o las simples bombillas interconectadas por cables eléctricos. Es posible que ninguno de estos juegos hubieran tenido un lugar en el arte político de hace 40 o 50 años, cuando la gráfica de la revuelta era clara, nítida y no hacía lugar a ironías.
Las piezas más intensas coronan la exhibición en la tercera sala: “Pregúntale al de al lado” y el “El Capital de la acumulación”. La primera es una instalación que reproduce una obra presentada en cuatro vagones del subte de la ciudad de Gwangju (Corea del Sur). Allí una serie de actores interpelaban insólitamente a los viajeros con frases tomadas de Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam, una obra que ya en el siglo XVI postulaba el uso de la razón como forma de emancipación del sujeto. Aquí las escenas del subte Gwangju son reproducidas en una serie de pantallas colocadas a ambos lados del túnel.
En la videoinstalación “El Capital de la acumulación” RAQS invierte el orden del título de la obra de Rosa Luxemburgo La acumulación del capital para revisar las relaciones entre las metrópolis y las colonias. Desde Bombay, una geografía que los involucra, el video que dura cincuenta minutos –vale la pena dedicárselos– traza un recorrido dramático a través del trágico siglo XX, vinculando Varsovia, la ciudad donde nació Rosa Luxemburgo con Berlín, la ciudad donde militó, maduró como militante y teórica y murió asesinada. El film hilvana imágenes de gran belleza en permanente tránsito entre pasado y presente, rescatando el interés de la revolucionaria por los animales y la naturaleza en general. A un punto que conmueve y acerca afectivamente a la figura de esta gran mujer que reflexionó sobre su presente proyectándose al futuro. No hay en ninguna de las obras de esta muestra ninguna marca significativa de estilo. Sin embargo todas exhiben la marca de las reflexiones que alumbró el pensamiento y la realidad poscolonial que, por otro lado, es lo que hizo posible que un grupo que nació y reside en Nueva Delhi tenga un lugar de reconocimiento a nivel internacional.
FICHA
Raqs Media Collective
Es posible porque es posible
Lugar: Proa, Av Pedro de Mendoza 1929.
Fecha: hasta el 26 de noviembre.
Horario: martes a domingos, 11 a 19.
Entrada: $40; est. y doc., $30; martes, gratis para estudiantes y docentes.
Es posible porque es posible es el nombre de una muestra que se exhibe en la Fundación Proa y que reúne un conjunto de piezas de Raqs Media Collective, grupo artístico creado en 1992 y afincado en Nueva Delhi. También con esa afirmación doble sobre la idea de posibilidad, algo remoto y muchas veces difícil de predecir, se sumergen en un tipo de pensamiento lógico que se asocia con la tautología. En un sentido amplio llamamos “tautología” a toda repetición del mismo pensamiento con distintas palabras: “Lo que no se puede hacer no se puede hacer, y además es imposible”. Los enunciados que se han denominado analíticos, desde Hume en adelante, son clasificados como tautológicos. Son, por ejemplo, las definiciones en cuyo sujeto está implícito el predicado. El triángulo tiene tres ángulos es la más conocida de estas. No hay más información en lo que se dice del sujeto gramatical y no necesito contrastar con el mundo para saber que es verdad. En un sentido más estricto, y desde que Wittgenstein acuñó el término en el Tractatus, se llama “tautologías” a todas las proposiciones compuestas cuya verdad se comprueba mediante las tablas de verdad y toman el valor “verdadero” para cualquiera de los valores de los enunciados elementales. Para el filósofo, las tautologías no tienen condiciones de verdad: son incondicionalmente verdaderas para todo mundo posible, son compatibles con cualquier situación posible, y ello porque en realidad dichos enunciados no hablan acerca del mundo, simplemente describen la forma de razonar. El número de tautologías es infinito y algunas de ellas son precisamente las leyes de la lógica de enunciados. “La lógica llena el mundo”, escribirá en su famoso texto, y los límites del mundo son también sus límites.
Estas precisiones son indispensables, entonces, para poder entrar en el laboratorio que propone este colectivo para una reflexión social y política. Por medio de una obra que son dos escritorios ubicados, estratégicamente, en el centro de la segunda sala conviene ingresar a la muestra. Uno de ellos tiene atención al público y allí se pueden hacer las preguntas poco usuales o raramente formuladas. De ahí viene RAQS: el acrónimo que significa Rarely Asked Questions, la palabra en persa, en urdu y árabe para definir un estado de meditación y por fin, el nombre que Jeebesh Bagchi (1966), Monica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968) eligieron para nombrar esta fascinante experiencia entre el arte contemporáneo y la filosofía como provocación. El otro mostrador está siempre cerrado y allí se contestarían las preguntas frecuentes, las FAQS. Pero este no parece ser el lugar apropiado.
Porque la selección de obras que hicieron Cuauhtémoc Medina y Ferrán Barenblit propone un cierto extrañamiento que suscita interrogantes inusuales pero permanentes. Sobre el tiempo como finitud humana y además, como valor en el sistema de consumo. La manera de estar en el mundo: la ideología, la economía, las fuerzas productivas. Asimismo, la potencia de un complejo entramado cultural que no se rinde ante la normativización que implica vivir en un mundo global y más un pensamiento que intenta ser revolucionario sobre qué significa ser cosmopolita sin ser colonizado. Todo esto expresado con la libertad que da el arte contemporáneo. La utilización de diferentes materiales para la realización de las obras cargadas de múltiples sentidos y referencias.
Es posible porque es posible acarrea un cierto romanticismo en su expresión. Contrarresta el desánimo y la derrota. Es sutil y poderosa, al mismo tiempo. Tiene algo de capricho, como las buenas hipótesis. No es potencia en la resistencia sino es el esqueleto de una estructura lógica. Su grado cero. Ese momento en el que se le trasluce la fantasía.
Magnífica la muestra Los maestros del arte gráfico italiano, que se puede ver en el Museo Nacional de Bellas Artes; sin embargo, todo esplendor exige un sacrificio. Este caso no es la excepción a esa regla.
Empecemos por el esplendor. La exposición está integrada por las matrices de grabados del siglo XVI al XX de las colecciones del Instituto Central de Gráfica de Roma. Algunas de las matrices (en zinc o en cobre, de un color entre rosa y sepia) están acompañadas por las láminas. De Marcantonio Raimondi, uno de los grabadores preferidos de Rafael, es la pieza más antigua, La cacería de los leones, inspirada en un bajorrelieve de un sarcófago del patio del Belvedere, en el Vaticano. Otra de las obras de Rafael, La expulsión de Heliodoro del Templo, aparece en la matriz de Giovanni Volpato, realizada en el siglo XVIII. Entre las curiosidades se encuentran cuatro animales en planchas de zinc de Antonio Tempesta. Durante los siglos XVI y XVII, los coleccionistas estaban ávidos de exotismo, por eso abundaban los bestiarios que incluían especies reales y otras imaginarias. El rinoceronte, por ejemplo, llamaba la atención en toda Europa. No por casualidad la actual exposición del colectivo RAQs en la Fundación Proa se abre con la escultura de un gran rinoceronte en fibra de vidrio, a la manera del grabado de Durero que causó conmoción en la Europa renacentista.
Las iglesias, las plazas y los monumentos de Roma están representados por las matrices de zinc de Piranesi. Hay también una espléndida plancha de El genio, de Salvatore Rosa. Impresiona por su brillo plateado la de Hércules y Licas, de Canova, realizada por Giovanni Folo en cobre acerado. Entre los artistas del siglo XX que forman parte de la muestra se destaca Giorgio Morandi, con sus típicas naturalezas muertas, pero también con un hermoso paisaje del río Sabena, de 1929. Además, hay un grabado de Renzo Vespignani que muestra casas populares y varias planchas muy bellas de Carlo Carrà.
El sacrificio. Para desdicha de los visitantes, las matrices en cobre y en zinc están protegidas por vidrios. Sobre esos vidrios, cae una luz tan inoportuna que el espectador, en lugar de observar las imágenes creadas por los artistas, se ve reflejado como en unaselfie. Por si fuera poco, la luz desencadena destellos muy intensos que a menudo tornan invisibles los detalles de cada trabajo. Hay que desplazarse de un lado al otro, como nómadas estéticos, para tratar de ver las obras fragmentariamente. En pocos casos, se puede admirar una obra íntegra sin problemas para el cuello y la columna. ¡Pobres cervicales, pobres lumbares! ¿No podría haberse buscado una solución menos dolorosa para los aficionados al arte? Con cuatro exposiciones como ésta, uno tendría ganado el éxtasis, pero también el corsé o la silla de ruedas.
...
Conmovedora la lectura de Kaddish, el poema de Allen Ginsberg, que realizó Arthur Nauzyciel en la Alianza Francesa como parte del programa del FIBA. Para lograr ese efecto, Nauzyciel sólo necesitó de una mesa, una silla y una lámpara que iluminaba las páginas que leía. A mitad de la lectura, se proyectó un video de pocos minutos, que mostraba a una mujer que preparaba una comida infecta (¿era un ave?). La comida que cocinaba Naomi, la madre de Ginsberg. Después Nauzyciel continuó leyendo con una voz colocada en el tono justo, casi neutro. No hacía falta más. Los versos eran desgarradores, por momentos insoportables.
Una vez más, ¿el azar o el destino? En la sala, estaba Marilú Marini, a la que Nauzyciel dirigió en Oh les beaux jours!, de Beckett, en el Teatro Municipal San Martín (2003). Marini está en Buenos Aires por pocos días (hasta hoy) para resolver problemas privados y no quiso perderse la función. Por supuesto, de inmediato la rodearon sus amigos Lía Jelin, Jorge Schussheim, Marion Eppinger y Monica Poggi. Jelin, emocionada por la obra que acababa de escuchar, comentaba: "Todo esto me recordó a mi madre. Después de su muerte, encontré en una caja fotos y más fotos del Holocausto. Eran recortes de revistas y diarios, donde se veían pilas de cadáveres y prisioneros de los campos de concentración. La madre de Ginsberg hablaba de eso, pero también del comunismo, de Stalin. Era lo que toda esa generación respiró durante años y que jamás pudieron olvidar".
Desde su formación a principios de los años 90, el RAQs ha adherido a la práctica no disciplinaria del arte contemporáneo, con la perspectiva de generar una conversación cosmopolita en oposición a la lógica colonial que habita nuestra cultura global. En esta instalación realizada en Corea, una serie de videos traduce al coreano frases tomadas del Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam; son reflexiones que muestran la actualidad de preguntas sobre los órdenes representativos y políticos que conectan los siglos XVI y XXI.
Bufete de RAQs y FAQs, punto de información, 2014.
RAQs evalúa la realidad como un campo de aprendizaje constante y uno de sus objetivos es que no seamos solo receptores, sino que a la vez nos transformemos en generadores y redistribuidores de sentido. En esta obra, operada por una persona, el público tiene dos opciones: ir al escritorio de las RAQs -que además de ser el nombre del grupo es el acrónimo de Preguntas Raramente Formuladas- o al de las FAQs -Preguntas Frecuentemente Formuladas- y realizar tanto unas preguntas como otras.
Aquí, en otro lugar (rueda de escape), instalación, 2009/2014.
Uno de los ejes principales de esta muestra es la cuestión del tiempo, noción fundamental para el capitalismo. Esta pieza, importante en la lógica y en la carrera del RAQs, consiste en proyectar en la estructura del reloj numérico -el controlador del tiempo, del trabajo y del valor- sentimientos y estados anímicos, las tensiones entre la vida orgánica y afectiva y el sistema productivo y social. La obra funciona como registro de la exposición, porque la geografía aludida es la de su recorrido: el pasaje de Delhi, sede del RAQs, a Madrid y Ciudad de México como etapas intermedias, y a la parada en Buenos Aires en el intento de escapar hacia El Dorado, donde el tiempo corre hacia atrás.
El capital de la acumulación, videoinstalación, 2010.
Esta película/ensayo es particularmente relevante para entender lo que hace el RAQs. Como es frecuente en la práctica del grupo, sus obras derivan de una conversación y registran investigaciones llevadas a cabo de manera artística. En este caso, plantea una imagen de la condición actual del mundo y registra la larga relación que el grupo ha tenido con el pensamiento de Rosa Luxemburgo. El título del film invierte el de La acumulación del capital (1913), el estudio más importante escrito por la teórica marxista. Ejemplo de las posibilidades de un pensamiento creativo no dogmático, ella alega que el capitalismo es la primera y única economía que "tiende a engullir el mundo entero y a erradicar el resto de economías, sin tolerar ningún rival a su lado". El capital de la acumulación es un discurso inspirado en su legado y en aquello que es domesticado dentro del sistema imperante.
Ingeniería invertida de la máquina de euforia, instalación multimedia, 2008.
A quí se hace referencia a una situación que se da en Europa a partir de finales de la década de 1940, cuando se inician las estrategias de consumo: se nos obliga a consumir en nombre de unos ideales y no de nuestras necesidades. Al mismo tiempo, la obra propone reflexionar sobre el actual proceso de desaparición de las abejas, una base económica global importantísima. Si desaparecen las abejas, un montón de especies de consumo humano dejarán de exisitir.
Marks, instalación, 2010.
Creada originalmente para una exposición en la sede del Partido Comunista francés en París, esta instalación lumínica otorga un nuevo sentido al símbolo que, según RAQs, es el más usado y abusado de la historia. Al reemplazar la hoz y el martillo por los signos de admiración e interrogación, reemplaza la unión del trabajador agrícola con el industrial por la unión de la duda y la exclamación.
La globalización, la economía, la política, el tiempo, la acumulación o los autoritarismos se ponen en duda en una docena de obras de tres artistas procedentes de la India que se autoproclaman agentes filosóficos provocadores. RAQS Media Collective se piensa como un laboratorio de pensamiento, y hoy inaugura su primera muestra en la Argentina llamada Es posible porque es posible, en Fundación Proa, con instalaciones, objetos, performance y multimedia.
RAQS está integrado desde hace más de veinte años por los artistas Jeebesh Bagchi, Mónica Narula y Shuddhabrata Sengupta. La clave de su trabajo es lo que ellos denominan contemplación política, y para eso también han fundado un instituto en Nueva Delhi, Sarai. La muestra está curada por Ferran Barenblit y Cuauhtémoc Medina, directivos de las dos instituciones que colaboraron con Proa, el Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid (CA2M) y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de México (Muac). "Son artistas, cineastas, filósofos, educadores y activistas. Establecen un punto de cuestionamiento muy informado, con erudición y refinamiento. Esta exposición es el primer intento de hacer una revisión de su trabajo para el mundo de habla española", dice Medina.
Lo primero que se ve al entrar en la sala es un rinoceronte tamaño natural con silla de montar y decorado como las manos de una novia con pintura de henna. "Evoca un famoso grabado de Durero, que registró -sin que Durero lo haya visto- el regalo de un rey de la India al rey de Portugal, que, para desgracia del rinoceronte, murió en el trayecto. Pero esa imagen de Durero fue la primera de un rinoceronte en Occidente. Un elemento significativo de los momentos de intercambio precoloniales, un envío de buena voluntad", explica. La escultura fue hecha para una muestra en Portugal, para completar aquel gesto quinientos años después. Más allá se ven un pizarrón lleno de palabras del mundo de la economía y los relojes que en vez de las horas marcan estados de ánimo: ansiedad, deber, culpa, apatía, asombro, fatiga. "Nuestra experiencia del tiempo es uno de los principales operadores de la cultura y la economía", señala Medina.
Pero quizá la pieza que más los represente sea el Bureau de RAQS y FAQS, dos escritorios donde dos personas especialmente preparadas responden diferentes tipos de preguntas: FAQS, frequently asked questions (preguntas frecuentes), y las que dan nombre al grupo, rarely asked questions (preguntas poco frecuentes), aunque raqs también es una palabra usada en persa, árabe y urdu para definir un estado de meditación. "Es un pequeño consultorio de autoayuda compartida", dice Medina.
Forensic es en cambio bien fáctica: imágenes satelitales, reconstrucciones 3D, videos y fotografías se constituyen en pruebas aportadas a tribunales de justicia, y buscan esclarecer crímenes en zonas de conflictos políticos y sociales contemporáneos. "La verdad es un proyecto común en permanente construcción", dice Eyal Weizman, investigador principal del equipo de arquitectos, urbanistas, artistas y cineastas alojados en la Universidad de Goldsmiths, en Londres, y de una red de especialistas dispersos en el mundo, a la que se sumó la curadora argentina Rosario Güiraldes. "Es importante esta muestra en la Argentina, porque la ciencia forense como práctica política dirigida a resolver crímenes del Estado comienza en el país en 1984, con el Equipo Argentino de Antropología Forense", detalla.
El programa Contemporáneo, coordinado por Santiago Bengolea, ofrece una bocanada de aire fresco. Tres instalaciones curadas por Pablo Caligaris proponen aproximaciones al vacío. Carolina Magnin desvanece recuerdos, Gaspar Acebo llena el hueco de la escalera con un globo de papel y Fabián Nonino evoca memorias de inmigrantes. Todas las muestras apuntan a lo mismo, explica Medina: "No permitirles a las estructuras de violencia, idiotez, la represión y autodestrucción cumplir su cometido con los vivos... no dejar que nos amarguen".
Nueve espacios con vista al ríoPor primera vez, los circuitos de arte a puertas abiertas de Gallery Day llegan a La Boca, y lo hacen un sábado, cuando hay menos tránsito y apuro. Con buen pronóstico de tiempo y de visitas, entre las 15 y las 18, nueve espacios ofrecen pasar una tarde con arte, buena música a cargo de Opus Trío y la Orquesta Académica del Teatro Colón e inauguraciones. Parten visitas guiadas cada media hora en Fundación Proa. También habrá servicio de traslado gratuito desde Recoleta, que sale hacia La Boca a las 14.30 en la esquina de Av. del Libertador y Callao.
Formado por los artistas Jeebesh Bagchi (1966), Mónica Narula (1969) y Shuddhabrata Sengupta (1968), los integrantes de Raqs -quienes se conocieron estudiando cine- se definen como "agentes filosóficos provocadores" y sus proyectos exploran múltiples conceptos como la globalización, la economía, la política, la literatura o los autoritarismos.
Algunas de sus temáticas predilectas se vuelven recurrentes aquí, como el tiempo, lo urbano, el capitalismo, y estas nociones se pasean ida y vuelta por la exposición, siempre canalizadas a través de una fuerte estética artística que se evidencia en instalaciones de una impronta poética arrolladora.
Existen múltiples explicaciones al nombre con el que el grupo decidió bautizarse: Raqs es una palabra persa, árabe y urdú que alude al movimiento, a la rotación, y también es utilizada para definir un estado de meditación, una contemplación extática del mundo, aunque un éxtasis que no se basa en el reposo sino en el movimiento constante.
Pero además, RAQS es un juego de palabras que refiere al acrónimo en inglés de "rarely asked questions" (cuestiones raramente preguntadas), un guiño a las FAQS, "frequently asked questions" (cuestiones frecuentemente preguntadas").
"La exposición quiere ser un planteamiento en contra de cierto determinismo fatalista que pareciera que dirige nuestras vidas, impuesto por un sistema económico en el cual solo hay una forma en que las cosas pueden ocurrir.
Margaret Thatcher en la década de los 80 tenía un slogan: 'There is no alternative', sólo se pueden hacer las cosas de una manera, respondiendo a los dictámenes del mercado. RAQS reflexiona sobre estos temas y ofrece más preguntas que respuestas", explica a Télam Ferran Barenblit, cocurador de la exposición junto al mexicano Cuauhtémoc Medina.
Las obras de Raqs -grupo que ya se presentó en la Bienal de Venecia y en la feria Documenta- son bellas, reflexivas, filosóficas y a veces van acompañadas de un gran sentido del humor: por ejemplo, con "Explore la profundidad", el espectador es tentado a calzarse un traje de buzo, de verdad, y pasearse con él por la sala, entre las obras; mientras que "Aquí, en otro lugar" enfila en la pared cinco relojes de aluminio y vidrio que en vez de horas del día posee sentimientos.
Entonces, uno se puede encontrar en vez de la una y media, es la "ansiedad" y "fatiga" y así en cada ciudad diferente, la hora o el minutero pueden marcar "epifanía" (a las doce en punto), deber, culpa, apatía, asombro, éxtasis, miedo, etcétera.
En "Lemniscate pantone" ofrecen las instrucciones para reproducir sin límites el logo de la bandera de "La última Internacional", idea que surge en contrapartida de la "Primera Internacional de los trabajadores", organización creada por Karl Mark y Friedrich Engels.
Marx vuelve a estar presente en la obra "Marks", un guiño a la similitud de las pronunciaciones: mientras que 'marks' son en inglés los signos de interrogación y exclamación, la hoz y el martillo, indistinguible símbolo del Partido Comunista, es a juicio de Raqs uno de los símbolos más usados y abusados del siglo XXI. Así, cientos de bombillas de luz rojas, sobre una gran placa blanca, forman la hoz y el martillo, pero a medida que se prenden y apagan se convierten en duda primero y en exclamación después.
"No obstante incongruente", una inmensa escultura de un rinoceronte que da la bienvenida al espectador es una reproducción del famosísimo grabado de Alberto Durero y que encierra una interesante historia: Portugal es la primera potencia en llegar a la India, una vez allí establece un virreinato, y empiezan a intercambiar regalos diplomáticos, entonces el virrey recibe de regalo un rinoceronte.
"Se trata del indio que pisa suelo europeo. Cuando el animal llega a Lisboa era como si hubiese llegado un extratrerrestre" dice Ferrán. De aquel ejemplar le llega a Durero un dibujo y una descripción en la que se basó para hacer su famosa xilografía. Los RAQS fueron invitados a exhibir en Lisboa el año pasado y decidieron llevar la escultura del rinoceronte.
La exposición de RAQS Media Collective, "Es posible porque es posible" se podrá visitar hasta el 1 de noviembre en Fundación Proa, Avenida Pedro de Mendoza 1929, de martes a domingos de 11 a 19 (lunes cerrado).