La curadora invitada, Victoria Noorthoorn, junto al agregado cultural de la Embajada de Francia en la Argentina, Hervé Delmare, presentaron esta semana en Fundación Proa la 11ª edición de la Bienal de Arte Contemporáneo de Lyon, a desarrollarse en la ciudad francesa desde el próximo 15 de septiembre hasta el 31 de diciembre.
Ha nacido una belleza terrible (A terrible beauty is born), verso original del poeta irlandés Willian Buter Yeats, es el título elegido por Noorthoorn para la tercera bienal que encara como curadora independiente (en 2006, fue Curadora General de la 29ª Bienal de Arte de Pontevedra, España, y en 2009, de la 7ª Bienal del Mercosur, “El grito y la escucha”, en Porto Alegre, Brasil). Tras recibir el año pasado la invitación especial del director artístico del evento de Lyon, Thierry Raspail, Victoria Noorthoorn sumó un nuevo desafío profesional de carácter internacional.
El evento contó con la presencia de algunos de los artistas argentinos seleccionados -estuvieron Jorge Macchi, Roberto Jacoby, Ernesto Ballesteros, Diego Bianchi, Luciana Lamothe e Irina Kirchuk-, el diplomático y curador Sergio Baur, la historiadora Andrea Giunta, el escritor Carlos Gamerro (coordinador, junto a Noorthoorn, Alejandro Tantanian y Rubén Mira del catálogo de la Bienal), el director teatral Martín Bauer, Adriana Rosenberg, presidente de Fundación Proa, y un grupo de periodistas de medios nacionales: Alicia de Arteaga (La Nación), Eduardo Villar (Revista Ñ), Ana Martínez Quijano (Ámbito Financiero), Victoria Verlichak (Noticias), Laura Isola (Perfil) y Marcela Costa Peuser (Arte al Día).
Tras una introducción general sobre la Bienal a lo largo del tiempo a cargo de Hervé Delmare, Noorthoorn sintetizó los ejes sobre los que concibió la propuesta para un evento que históricamente ha sido, a su juicio, “de autor”. La certeza de un presente acuciante, tan perdido en el encanto como colmado por el horror, fue decisiva. “He trabajado y he viajado para que esta exposición haga todo al mismo tiempo; para que se ocupe de la incertidumbre del presente y del futuro cercano, para que hable sobre la condición del artista y sobre la necesidad de arte” dijo. Sus ideas fueron seguidamente ilustradas por imágenes de los desarrollos específicos y el uso del espacio que harán muchos de los 78 artistas invitados, para los 14 mil metros cuadrados de las cuatro sedes (La Sucrèrie, la Fondation Bullukian, el Museo de Arte Contemporáneo y la ex fábrica de seda T.A.S.E.).
Con especial detenimiento, la curadora comentó los proyectos de los artistas locales: los pequeños y livianísimos aviones que Ernesto Ballesteros hará volar durante cuatro meses en un espacio fijo; la intervención de Irina Kirchuk sobre la pintura del pasillo de la ex fábrica, en alusión a un antiguo sistema de defensa de ese predio durante la Segunda Guerra Mundial; la estructura arquitectónica de Luciana Lamothe, desafiando la resistencia de los materiales; la ironización del “escenario de las premoniciones sobre el futuro inmediato” de Diego Bianchi; la reproducción en un terreno baldío del jardín original del filme El año pasado en Marienbad de Alain Resnais (1961), con la que Jorge Macchi buscará ya no representar la aristocracia francesa sino invocar los fantasmas de un pasado castigado por las limitaciones del presente; y, finalmente, la reasignación del dinero para producción de obra que Roberto Jacoby destinará a la institución de Lyon que recuerda la matanza de 44 niños por parte del Jefe de la Gestapo de esa ciudad, Klaus Barbie, el mismo que terminó años después, desde Bolivia, asesorando sobre técnicas de tortura a dictadores latinoamericanos y formando parte del Plan Cóndor (una pieza a la que el artista tituló de manera kilométrica, y cuya elocuente y oficial abreviatura es El hilo rojo de la historia…).
Noorthoorn le dedicó un apartado especial a la publicación de la Bienal: un voluminoso catálogo que cruza imágenes de obras con una delicada selección de fragmentos de textos literarios, en una relación de necesidad e implicancia. Una edición que impacta en su diseño y constituye para el acontecimiento un núcleo de reflexión inescindible.
Los días 13 y 14 de septiembre, la organización de la Bienal de Lyon brindará sus Jornadas para Profesionales. Uno de los eventos que podrá contribuir, tal como afirma el Manifiesto de Noorthoorn, a “responder, suponer y contradecirse con libertad”: la Bienal, “si tiene que estar en guerra consigo misma para poder así hablar de la inexplicabilidad del presente y de la fuerza del arte, intentará hacerlo”.
Más información en: www.labiennaledelyon.com