Prensa Publicada

  • Título: Vaivenes del proceso creativo
    Autor: Maria Eugenia Maurello
    Fecha: 12/07/2024
    Ver nota completa
    Ver nota original (Clarin)

    Revista Ñ

    Vaivenes del proceso creativo
    • Videos y prototipos de alumnos de la cátedra de Andrea Saltzman en Diseño Textil revelan cómo nacen las ideas y los ejes fashion del presente.
    • Hasta el 21 de julio en PROA21

    Vaivenes del proceso creativo
    Imagen de Human 001, el proyecto de Macarena Ovalle y Pedro Sharry.

    MARÍA EUGENIA
    MAURELLO
    ​​​​​​

    12/07/2024 16:05
    Imagen de Human 001, el proyecto de Macarena Ovalle y Pedro Sharry. Atopos, de Michelle Calles y Valentina Elías.

    Casa para llevar, proyecto de Fiona Grosmark.

    • Erógena, el proyecto de Victoria Escudero.  Casa para llevar, de Fiona Grosmark.

    •  

    En un contexto donde la proliferación de pantallas es la constante, y el registro de la vestimenta y su aspecto comercial, la moda, se enfoca más en el producto y, en esa línea, en la diversidad de artilugios para que éste sea inmediatamente adquirido y usado, destaca la exposición de proyectos de la cátedra a cargo de Andrea Saltzman. Transitando la incertidumbre, en PROA21, se vuelve esencial para comprender cómo una pieza de diseño es pensada, en este caso desde el aula, y sobre todo al narrar los vaivenes en el tiempo desacelerado del proceso creativo.

    Y sí, justamente, el aspiracional de la escena fashion consiste en elevar lo producido y volverlo un objeto de deseo para el consumidor, ese hedonismo –que se concreta con la compra de una prenda o accesorio– ahora se remonta a lo más primigenio en el goce que implica el hacer, desde el momento en el que se gestiona hasta que toma forma y luego, se recapitula.

    Atopos, de Michelle Calles y Valentina Elías. Atopos, de Michelle Calles y Valentina Elías.

    Seis trabajos de alumnos de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, exponen su labor en un derrotero que incluye un mapa de relaciones entre impresiones, referentes y construcciones que abarcan representaciones que incluso podrían ser consideradas como obras en sí mismas.

    Algo para destacar es que, los proyectos no redundan en la autorreferencialidad tan frecuente en esta época, sino que, aunque comprendan citas autobiográficas, literales o metafóricas, de los autores, no por eso, pierden de vista el entorno político y social que habitan, tampoco su vínculo en el aquí de ahora, con remisiones al pasado y con vistas al devenir que se preanuncia poco alentador.


    Casa para llevar, proyecto de Fiona Grosmark. Casa para llevar, proyecto de Fiona Grosmark.

    A su vez, en todos los casos, se trata de piezas que, aún en la fase del desarrollo creativo, por los tópicos en los que se detienen, podrían formar parte de una colección de vestimenta ya que problematizan al menos dos de los ejes más relevantes para la agenda actual de la industria de la indumentaria, a este y al otro lado del globo: la sustentabilidad y la idea de una moda más amorosa a la que le cabe el mote de afectiva, donde lo doméstico puede ser tanto un tema como un recurso.

    De acuerdo con esto último, el dúo de Florencia Alvián Roman y Julieta Licandro Meta hace lo propio con Sobremesa, con piezas desarrolladas a partir de manteles, servilletas y fotos, donadas por sus madres y abuelas. Están gestionadas bajo los parámetros de la técnica del zero waste, que tal cual lo anticipa su nombre, procura minimizar los descartes generados. Eso agregado a la inevitable comparación epocal que puede poner en sintonía la laboriosidad y la preocupación por la comida en analogía con la vestimenta.


    Erógena, el proyecto de Victoria Escudero.  Erógena, el proyecto de Victoria Escudero.

    También en lo afectivo se enfoca Fiona Grosmark que, con Casa para llevar, le adiciona valor a aquellos elementos que fueron acumulados, coleccionados e incluso atesorados, donde esos fragmentos textiles son susceptibles de ser rearmados en torno al cuerpo que los convoca.

    Asimismo, Erógena de Victoria Escudero, se involucra en el plano doméstico a partir de la materialidad del crochet. Ese saber transmitido por las mujeres de la casa está puesto en práctica en distintos objetos tejidos en formato tridimensional que emulan formas corporales rosadas. Caracterizadas sobre todo por la sensualidad, y donde el ámbito privado hace estallar lo público y viceversa. Este trabajo reconfirma cómo el conocimiento antes anclado en las tareas femeninas hogareñas se vuelve un lenguaje que transgrede a través de la trama.

    Capítulo aparte para Atopos de Michelle Calles y Valentina Elias, quienes fusionan arte, tecnología y ciencia. Exploran en la posibilidad de los biotextiles producidos con desechos de borra de café y pigmentos naturales que, unidos a remanentes de fibras, crean objetos en el inevitable transcurrir de vida, muerte y transformación. Lo hacen incorporando el mimetismo, la biodegradación y la adaptabilidad, propios de la naturaleza. ¿El propósito? Replantear los modos de producción de la industria, en consecuencia, del consumo y de los descartes ocasionados.


    Casa para llevar, de Fiona Grosmark. Casa para llevar, de Fiona Grosmark.

    Del reciclaje también surge Human 001, obra de Macarena Ovalle y Pedro Sharry que sumado a la recirculación y reconversión ensaya un relato ficticio, cuyos personajes pueden ataviarse con diseños adaptables y multifuncionales con referencias outdoor acordes para habitar en el pasaje que va del escenario urbano e industrial a un territorio natural.

    Y finalmente, el elocuente y decididamente autobiográfico No quiero callarme de Javiera Billeke Viera. Recupera el tramo del vacío estrepitoso de la niñez de la diseñadora durante la dictadura chilena, y va en busca de esa chica. Se expresa a través de un universo textil asociado a la impronta no future de los 80 y las ineludibles alusiones al bondage para los adminículos y las piezas creadas mediante las técnicas del collage y los yeites de la cultura del fanzine.

    La expo Transitando la incertidumbre se puede visitar de miércoles a domingo de 12 a 19, hasta el 21 de julio, en PROA21, Av. Don Pedro de Mendoza 2073, La Boca.

    En el marco de la exhibición Transitando la incertidumbre el sábado 13 de julio a las 16 se realizará una mesa redonda sobre procesos creativos de Carolina Antoniadis, Fabiana Barreda y Rosa Skific, artistas y ex docentes que dejaron su impronta en la evolución de la Cátedra Saltzman.



    Ocultar nota
  • Título: #LOfficielMuestras. @proa21___ presentó Cátedra Saltzman. Exhibición de proyectos: Transitando la incertidumbre
    Autor: Paula Guardia Bourdin
    Fecha: 05/07/2024
    Ver nota completa
    Ver nota original (LOfficiel Argentina)

    #LOfficielMuestras@proa21___ presentó Cátedra Saltzman. Exhibición de proyectos: Transitando la incertidumbre. Se trata de una muestra que reúne seis trabajos finales de la carrera de Diseño de Indumentaria de la FADU-UBA con la curaduría de Andrea Saltzman, titular de la cátedra.

    La exposición propone un recorrido material por distintos estadíos del proceso de diseño hasta arribar a “esa instancia misteriosa que muchas veces queda ensombrecida en el producto”. Dentro de ese marco, las vivencias de las y los alumnos sirven como disparador para reflexionar sobre las técnicas de producción textil y de confección, el reciclaje de objetos familiares, la inclusión social y los escenarios presentes y futuros.

    Allí exhiben Julieta Licandro Meta, Florencia Alvián Roman, Fiona Grosmark, Victoria Escudero, Michelle Calles, Valentina Elías, Macarena Ovalle, Pedro Sharry y Javiera Billeke Viera. Se podrá visitar de jueves a domingos durante todo el mes de julio en Proa21 (Av. Don Pedro de Mendoza 2073) de 12 a 19h. Cobertura: @revistapola.

    @fundacion_proa @catedra_saltzman @faducomunica

    Ocultar nota