La exhibición
Patria Petrona presenta seis escenas compuestas por “tortas” y vestidos de Pablo Ramírez. En cada una de esas situaciones, Alfredo Arias recrea el festejo, la reunión social, el evento o la celebración para las que esas “tortas” fueron diseñadas. Las tres pinturas de Juan Stoppani completan “el escenario”. Junto a las funciones de Tortazo –el espectáculo basado en recetas de Doña Petrona, a cargo de Arias y de Alejandro Radano– la propuesta del director es recorrer el pasado desde el presente, apelando a esa capacidad regenerativa propia de algunas imágenes.
Boda, 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada. 55 x 37 cm
Pablo RamÌrez
Traje. Gabardina alpacuna y tul
Sola, pendiente de su ilusión, la novia de Patria Petrona es excesiva y abarcadora. Para Doña Petrona, la boda siempre porta el augurio de los sucesivos aniversarios y esta escena marca el comienzo de una ilusión. La novia, con su extensa cola de tul, cubre una mesa dispuesta al brindis que termina con la torta de casamiento: cuatro pisos de merengue, flores y pareja de novios en miniatura.
Patria, 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada.
Tortas patria: 18 x 43 cm
Torta capillita de mi pueblo: 47x36 cm
Tortas choclo: 12 x 48 cm
Pablo Ramírez
Traje. Gabardina alpacuna
En un extremo, la maestra y su delantal: un uniforme de líneas estrictas y terminaciones rígidas. En el otro, la alumna y su guardapolvos, generoso en volados ampulosos y engalanado con la banda celeste y blanca. Entre las dos figuras, dos tortas patrias y dos tortas choclo. En el centro, la torta La capillita de mi pueblo. Valores nacionales, tradición escolar y símbolo religioso en una escena central.
Bautismo, 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada. 28 x 40 cm
Pablo Ramírez
Trajes. Gabardina alpacuna y tul
Una madrina en traje de dos piezas amarillo, mangas suntuosas y tiesos volados. Ella impone su presencia entre la torta de bautismo para un varoncito, en celeste pleno, y su equivalente en rosa, la torta de bautismo para niña. Ambas, señalan la importancia del rito. Pobladas por niños en pañales que agitan sus brazos, la escena festeja entre confites plateados el milagro de la vida.
Familia de La Boca, 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada. 42 x 47 x 20 cm
Pablo Ramírez
Traje. Gabardina alpacuna, cinta gros y tul
La familia tipo, destinatario ideal de Doña Petrona, aparece homenajeando al barrio de La Boca. Todos en azul y oro -madre e hija en delantal, padre e hijo en overol- Patria Petrona rinde tributo al destino por excelencia de la inmigración argentino, y dispone en el centro de los integrantes de la familia boquense la torta barco Marcelo, símbolo del tránsito hacia una nueva tierra.
Hora del té (I), 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada. 12 x 44 cm
Pablo Ramírez
Traje. Gabardina alpacuna y tul
Hora del té (II), 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada. 12 x 44 cm
Pablo Ramírez
Traje. Gabardina alpacuna y tul
Monocromáticas, y rodeando las pinturas de Juan Stoppani, las dos señoras vestidas de ocasión para una tarde de té son acompañadas por la torta panal, poblada de abejas, mariposas y alfajorcitos de maicena, y la torta reloj, que marca la hora señalada. Verde y representación de lo natural. Rojo y determinación del tiempo. Un intercambio femenino con el grado justo de formalidad y frescura propio de las siluetas evasé de los años 50.
Cumpleaños, 2011
Alfredo Arias
Cerámica esmaltada.
Torta tambor: 30 x 45 cm.
Torta calesita: 60 x 45 cm
Pablo Ramírez
Traje. Gabardina alpacuna y tul
Un cumpleaños cualquiera en la vida de dos niños: la torta tambor, sindicada por Doña Petrona como especial para varones, ostenta sus cinco músicos, el director de orquesta y los dos palillos marrones dispuestos a marcar el pulso de alguna marcha. El niño, erguido a su lado, viste pantalones cortos y camisa con alforzas y jabot celestes. Para ella, en cambio, de estricto y acampanado fucsia, pura diversión: la torta calesita, en cuyo extremo flamea la bandera argentina.
Pinturas
Juan Stoppani
Torta aniversario 50 años, 2011
Acrílico sobre tela. 175 x 195 cm
Arrollado Caruso, 2011
Acrílico sobre tela. 167 x 195 cm
Conejo, 2011
Acrílico sobre tela. 167 x 195 cm