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En el marco de la muestra Minimalismo, Posminimalismo y Conceptualismo, el artista Dan Graham inaugura Whirligig (Molinete), especialmente diseñada para la explanada de Proa. Brindará una conferencia pública sobre su vida y obra.
Este miércoles 28, Graham presenta en el espacio público una de sus obras. Como lo hizo en diferentes ciudades del mundo, es una estructura circular con espejos bidireccionales, diseñada para que el espectador la atraviese, y se sienta como en un laberinto hasta que llega a un punto sin salida.
Los espejos son reflexivos y transparentes, cambiando esta condición de acuerdo a los cambios de luz solar. A medida que los espectadores de cada lado caminan por este espejo bidireccional, podrán observar los cuerpos de cada uno, mirando a su vez aquello que rodea a PROA y al barrio.
El trabajo puede ser visto como un espacio lúdico o como una divertida casa de juegos para las más chicos.
"Molinete" se suma a las piezas que ya se exhiben de Dan Flavin (obras con tubos fluorescentes), Sol LeWitt (Wall drawings, objetos y diseños), Fred Sandback con sus sutiles piezas que delimitan el espacio y Bruce Nauman con su obra de Neón y videos.
A finales de los años setenta Graham empezó a hacer sus “pabellones”, definidos como híbridos entre arquitectura y televisión. Allí, esculturas de acero, vidrio y materiales espejados ocupaban la totalidad de una sala y, utilizando las transparencias y los reflejos para distorsionar el sentido del tiempo y el espacio en los sujetos observadores, creaba ambientes que ponían en crisis los sentidos del espectador. Estos conceptos, trabajados previamente en sus presentaciones multimediales, buscaban problematizar psicológicamente las capacidades humanas de diferenciar entre lo público y lo privado, entre lo propio y lo ajeno.
En mi trabajo siempre hay un reflejo entre la obra como objeto en sí y la idea de la gente viéndose como sujetos que perciben y son percibidos. - Dan Graham, fragmento de entrevista con Mike Metz
En la propuesta que Dan Graham diseña para la explanada de la Fundación Proa, se trabaja el diálogo existente entre el espectador y el paisaje, entre la obra y su contexto, planteando preguntas sobre los usos y efectos de los sitios que usualmente designamos como públicos.
“El molinete (Whirligig) es un espejo bidireccional, una estructura circular diseñada para que el espectador la camine y se sienta cómo en un laberinto hasta que llega a un punto sin salida. Los espejos bidireccionales son ambos reflexivos y transparentes cambiando esta condición de acuerdo a los cambios de luz solar. A medida que los espectadores de cada lado caminan por este espejo bidireccional podrán observar los cuerpos de cada uno mirando a su vez aquello que rodea la PROA y al barrio. El trabajo puede ser visto como un espacio lúdico o como una divertida casa de juegos para las más chicos. La obra de Dan Graham no debe ser observado simplemente como un objeto escultórico en el espacio público sino que su propósito es que el espectador tenga una experiencia al atravesarlo”
La conversación con Dan Graham puede llevarlo a uno a los brincos de un tema o un momento histórico a otro. Intelectual polifacético, fue galerista, ensayista de arte, crítico de rock y fundamentalmente escritor, que es donde se siente más confortable. Sus obras, sin embargo, tienen mucho de objetos escultóricos o bien de arquitecturas que desafían la uniformidad del entorno.
–¿Diría que esas cuestiones aparecen de algún modo en la pieza que acaba de instalar en la explanada de Proa?
–Mi trabajo es un híbrido, mezcla de arquitectura, diseño, algo de fotografía. Pero tengo que decirle algo: hace unos cuantos años hice unos laberintos de setos y espejos para una exhibición en Stuttgart, en Alemania, llamada “International Garden Year”. Cada tres años, la ciudad convoca a arquitectos para que rediseñen el lugar y ellos convocan a artistas. Concebida como un meeting point (punto de encuentro), la obrase llamó “2-Way Mirror Hedge Laberinth”. Ahí, pensé en combinar el tipo edificio de oficina con la arquitectura barroca y la de los márgenes suburbanos. Al final este trabajo, nunca se hizo en Alemania y ahora se hizo para el Walker Art Center de Minneapolis, en mi opinión, el mejor museo de los Estados Unidos. Ese trabajo no está para nada influenciado por Borges. Estoy interesado en laberintos pero en ese caso la fuente es más bien el escritor francés Michel Butor.
–¿Qué en particular de Michel Butor?
–El vivió en los Estados Unidos y para ganarse la vida tuvo que enseñar en una escuela. También estaba interesado en la ciencia ficción. Le gustaba Heinlein. Pero en cuanto a mi interés por Michel Butor, a Sol (Lewitt ) y a mí nos gustaba Butor porque uno de sus relatos, Passing Time, trata de alguien que se pierde en una ciudad industrial del norte de Inglaterra –podría ser Manchester– y refiere a la ciudad como un laberinto.
–¿Es realmente Manchester?
–No, con certeza puede ser cualquier otra ciudad industrial. Para mí Manchester es una ciudad que remite al rock, Joy Division, The Fall son todas bandas de Manchester. Me interesa esa idea de la ciudad como laberinto. Desde su formación como arquitecto, Sol Lewitt veía su trabajo como un plano de ciudad. Él fue quien me dijo que uno de los mejores planos de ciudad que habían sido pintados era el de Turín por Giorgio De Chirico. También Donald Judd fue inspirado por el mapa de su ciudad, Kansas.
–O sea que el mapa de la ciudad fue importante para varios de ustedes.
–Sol Lewitt y yo también estábamos interesados en el constructivismo ruso. Sol había hecho unos registros de la muestra de constructivismo que tuvo lugar en el MoMA, creo que en 1965. Las pinturas tempranas de Judd también revelan esa influencia.
–Y la obra de Flavin también, ¿no? De las piezas exhibidas aquí, los dos cuadrados de luz en el ángulo de la sala remiten al lugar que Malevitch asignó al cuadrado negro en la última exposición futurista de 1915.
–Si, todos estuvimos bastante influidos por el constructivismo ruso. Judd era de Kansas City, una ciudad de arquitectura,neoclásica y, siendo adolescente, se mudó a Nueva Jersey. Pienso que mudarse a otra ciudad para un adolescente debe ser muy dramático.
–¿Se conocieron ustedes entonces?
–No, no.
“Yo no me formé como artista –dice–, me veo a mí mismo más como un artista-escritor, como todos los artistas de mi círculo. Dan Flavin quería ser como Joyce; Smithson, como Borges. A Carl Andre le encantaba la poesía de Ezra Pound. Nos pensábamos más como escritores que como artistas”.
–¿Cómo debería entenderse esa combinación?
–Los jóvenes como yo, crecimos en la ciencia ficción. Yo fui muy influido por la ciencia ficción y esa fue una de las razones por las que me interesé en Borges a quien considero un escritor de ciencia ficción o al menos lo fue en sus comienzos.
–¿Sigue interesado en él ?
–No, ya no.
–¿Cómo fue ese vínculo que ya no es?
–Sus traducciones eran muy escasas. Una cosa que me interesó fue el esquema inspirado en La Biblioteca de Babel. Y pienso que estaba influido por Raymond Lull, un autor de Cataluña que Frances Yates, una gran investigadora, trató en un ensayo llamado El arte de la memoria.
–¿Dónde y cuándo se conocieron?
–Brevemente, cuando hice una exhibición llamada Plastics en mi galería, John Daniel’s gallery. Para esa exhibición, le pedí una pieza a Donald Judd.
–¿Cómo fue la experiencia de su galería?
–Un fracaso. Duró muy poco, aunque ahora se la considere por los artistas que expusieron allí (Dan Flavin, Donald Judd , Robert Smithson y la primera exhibición individual de LeWitt), no funcionó.
–¿Y su relación con la música? Tengo entendido que ejerció la crítica de rock.
–Cuando yo era adolescente, escuchábamos mucha radio en nuestros dormitorios y yo hacia de disc jockey (DJ). La radio fue una lengua secreta para muchos adolescentes. Además de música, había radio dramas o radio teatros. Elvis Presley, que era de Misisipi, desde los 14 años visitaba las estaciones radiales que difundían la música negra.
¡¡Ah!! déjame mencionarle una suerte de collages de sonidos que hizo Jack Goldstein, probablemente uno de los mayores artistas americanos. Tomó esa era de la radio en una pieza que se llamó “El gato ahogado”. Casi todo el material venía de la radio. Esos fueron los años 60. Hay un ensayo de Walter Benjamin que me pareció oportuno para lo que sentía frente a la década corporativa de los 70, Benjamin critica un historicismo falso que afecta la continuidad y dice: si no te gusta la última década, invéntate una década falsa. Bueno ahí están los 60: figuras como Sam Phillips, Jerry Lee Lewis, Little Richard eran musicalmente muy importantes. Pienso que Mick Jagger tomó de él muchas ideas. Esa fue mi generación y mi formación. Mi madre me acercó también a Margaret Mead.
–A propósito, el otro día le escuché que no toleraba el feminismo académico. ¿Cómo es eso?
–Es que conozco a muchas feministas que ingresaron a la docencia académica e hicieron del feminismo una forma de hacer carrera. Soy muy crítico del arte entendido como carrera o de los artistas como una marca registrada. No me interesan los artistas interesados en hacer carrera. Recuerdo una letra del primer álbum de Neil Young que dice Here we are in the years/ … where jobs become carreers. ( Aquí estamos con los años /nuestras ocupaciones se volvieron carreras).
¿Cuanto tiene esto que ver con la organización de la ciudad actual, su idea del laberinto y su propia resistencia a admitir un orden urbano que no contemple la experiencia de goce? Su ambición es que sus piezas aporten una dimensión lúdica a grandes y niños, que a menudo la arquitectura urbana no contempla. Originalmente pensada como una maqueta para una obra en París que finalmente no se concretó, se relaciona con la serie de “pabellones” que el artista empezó a concebir como estructuras de gran tamaño hacia fines de la década del setenta. Entonces, se presentaban como estructuras de acero, vidrio y espejos, en un primer momento concebidas para espacios interiores, pero pronto ganaron el exterior en plazas y jardines según el espacio o el entorno propuesto. Un dato de importancia tiene que ver con el intenso interés del artista por la arquitectura paisajística que a través de los siglos ha sabido poner en relación el arte, la arquitectura, el entorno y fundamentalmente al público.
Algunos de sus primeros pabellones por ejemplo,Two Adjacent Pavilionsfueron exhibidos en la emblemática documenta VII (Kassel, 1982,) Allí el artista puso su obra en diálogo con los jardines históricos de la ciudad. Cinco años más tarde, presentó Octagon en el vecino Skulptur Projekte de Münster. Más recientemente, en 2014 realizó otra versión Hedge Two Way Mirror Hedge, arabesque para la terraza del Metropolitan de New York. Su obra en Proa es la primera que hace para Sudamérica.
Dan Graham. WhirligigLugar: Explanada de Proa. La obra es parte de la muestra Minimalismo, Posminimalismo y Conceptualismo /60, en Proa Fecha: hasta fin de octubre. Horario: lunes a domingos, 0 a 24
Dan Graham en Fundación Proa
La Boca: un molinete donde nos vemos en modo fantasmaEl multifacético y prestigioso Dan Graham está en Buenos Aires a propósito de la inauguración de “Whirligig” (Molinete), una pieza producida durante este año para la Fundación PROA. La obra ya puede ser visitada en La Boca por todo aquel que desee experimentar a uno de los artistas conceptuales más interesantes de la época, con una creación que se mezcla con el entorno.
Durante una conferencia pública dirigida por la curadora de su obra, Sandra Antelo-Suárez, el artista compartió parte de su filosofía de trabajo, dejando diversos conceptos que sirven para aproximarse a su trabajo. Entre ellos está una de sus nociones iniciales sobre qué es un artista: “Alguien que es un adicto al trabajo y tiene un humor muy seco”.
Aunque Dan Graham tiene 77 años, su capacidad para recordar y enlazar conceptos y momentos es notable. Eso le permite recordar que, durante sus comienzos, a partir de 1964, los artistas con los que normalmente compartía querían ser escritores. Lo que cambió esa intención fue la inauguración de las escuelas de arte, según comentó. Y agregó: “Todo lo que sé del arte es por haber estado rodeado de artistas y haber hablado con ellos”.
Él mismo es reconocido por sus textos y el uso de la palabra en distintas obras. Esa relación lo llevó a confesar durante la conferencia que “todo lo que leo es ciencia ficción para sacar ideas”. Entre sus autores favoritos se encuentra Jorge Luis Borges. Es posible que eso haya nutrido esa necesidad de crear dimensiones a través del manejo de los espejos y los reflejos, por los cuales es mundialmente reconocido.
En estas piezas se mezclan arquitectura, naturaleza y las posibilidades que se produzcan a través de los reflejos, como quien da a la realidad un toque de fantasía a través de sus intervenciones. Una de esas obras es “Skateboard Pavilion” (1989), a través de la cual combinó una disciplina urbana con una pirámide de características empresariales.
Esa relación con el espacio público sigue hasta el presente. Con “Whirligig“, los seguidores de su trabajo o curiosos que estén en Buenos Aires podrán vivir parte de su experiencia artística. Graham no solo disfruta de intervenir un lugar sino que también le interesa que las personas se mezclen con la obra y busquen significados a través de ella.
Como fin de su creación, describió una especie de paradoja: “En mi trabajo trato de generar esa circunstancia en la que se produce placer y a la vez no”. Esa intención se logra en la Fundación PROA, con una pieza que en apariencia es sencilla pero que encuentra una gran profundidad a partir del juego con la luz, las sombras y los reflejos. Como Dan Graham, compone un universo propio.
En el marco de la muestra MINIMALISMO, POSMINIMALISMO Y CONCEPTUALISMO NORTEAMERICANO - 60’ / 70’, el destacado artista conceptual norteamericano Dan Graham llega a nuestro país para inaugurar la obra Whirligig (Molinete) 2019, especialmente diseñada para la vereda de Proa, y brindar una conferencia pública sobre su vida y obra.
Whirligig (Molinete), 2019 es una estructura circular con espejos bidireccionales, diseñada para que el espectador la atraviese y se sienta como en un laberinto hasta que llega a un punto sin salida. Los espejosson reflexivos y transparentes cambiando esta condición de acuerdo a loscambios de luz solar. A medida que los espectadores de cada lado caminan por este espejo bidireccional podrán observar los cuerpos de cada uno mirando a su vez aquello que rodea a PROA y al barrio. El trabajo puede ser visto como un espacio lúdico o como una divertida casa de juegos para las más chicos.
Sobre la muestra:
La exhibición Minimalismo, posminimalismo y conceptualismo norteamericano en los años 60’y 70’. Con la curaduría de Katharine J. Wright, la muestra tiene como objetivo exponer los inicios y fundamentos del arte minimalista, posminimalista y conceptual, tendencias artísticas que revolucionaron las narrativas contemporáneas.
Una exhaustiva propuesta curatorial reúne al grupo de artistas fundadores de los movimientos con sus obras tempranas. Los renombrados - DanFlavin con sus piezas de tubos fluorescentes, Sol LeWitt con sus propuestasconceptuales en sus Wall drawings, objetos y diseños, Fred Sandback con sus sutiles piezas que delimitan el espacio y Bruce Nauman con su obra de Neón y videos - todos ellos presentados con sus piezas tempranas,dan cuenta de la intensidad e influencia de estos movimientos en el artecontemporáneo.
Minimalismo, posminimalismo y conceptualismo norteamericano en los años 60 ́y 70 ́ reúne obras de valor histórico y la muestra se convierte en una pieza de estudio para conocer los movimientos del arte del siglo XX, como es tradición en Proa.
La muestra cuenta con el patrocinio de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina y el auspicio de Tenaris, Organización Techint