Anselm Kiefer
{NOTA_BAJADA}

Auspicia: Fundación Proa
Curaduría: Robert Littman
Auspicia: Siat - Siderca - Tamsa - Organización Techint - Goethe Institut Buenos Aires
25 de Julio a 20 Septiembre 1998

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El conocimiento de la obra de Kiefer en nuestro país se puede ubicar a principios de los '80, a través de las revistas de arte especializadas. Un poco tardíamente en relación al reconocimiento internacional, es en ésta exposición donde podremos contemplar su obra por primera vez en Argentina.
No podemos hablar de influencia pero sí de admiración por parte de los jóvenes artistas argentinos de los años ochenta. El reconocimiento no sólo se debió al virtuosismo de su trabajo sino a la audacia en el tratamiento de sus temas. La Argentina pasaba en esos momentos por uno de los tiempos más críticos y difíciles de su historia, y los artistas se encontraban ante la dificultad y el peso de su horror. En esos momentos Kiefer aparece con una impronta muy fuerte en el medio local, más que cualquiera de sus colegas y se confrontaban sus obras con la de los artistas italianos de la trans-vanguardia, obras cargadas de ironía y lujosa factura.
Las obras de Kiefer, de su época temprana, plantea - como titula Andreas Huyssen en el texto principal de éste catálogo - "el terror a la historia...". Aunque sabemos que las imágenes no tienen ideología, Kiefer elige aquellas que incluyen un propio peso histórico y aparecen inquisidoras y violentas ante el contemplador. Pueden ser paisajes desvastados, grandes espacios arquitectónicos de poder o bien un gesto humano - como en sus "Ocupaciones" -, donde Kiefer nos enfrenta con el problema de cómo y porqué adquieren valor "moral" ciertas imágenes.
Kiefer reflexiona durante esta etapa sobre la historia y sus mitos, centrando su temática en la tradición germana. Apenas caído el muro, abandona Alemania y se instala en el sur de Francia, en Barjac. Durante este tiempo viaja por la India, México y aparecen nuevas obras que se inscriben en el conocimiento de otros íconos, ya no basados en el regionalismo sino en hechos antiguos y universales: la Cábala, las pirámides, la naturaleza, etc.
Sus obras sobre las pirámides, (México, 1996) parecerieran estar "construidas", a la manera de las culturas precolombinas, utilizando el mismo método. La materia es usada como un ladrillo, con esa imperfección y artesanía. Enfrentado a éste ícono del nuevo mundo, Kiefer realiza una serie de obras tituladas "Traigo todas las indias en mi mano", frase tomada del poema de Quevedo y que representa muy bien la idea de cómo fue pensado el nuevo mundo en la Europa del cinquecento. En estas obras hay un hombre que como un mago tiene en sus manos todos los continentes, todas las Indias. Es la visión eurocentrista de la época de la conquista donde el hombre europeo - centro del mundo - tiene en sus manos todo el poder que lo llama Indias.
Es en el uso de íconos cargados de historia es donde el artista exige al contemplador reflexionar sobre distintas posibilidades ante el acontecimiento, y no arribar a un único juicio definitivo.
La exhibición que hoy presentamos, curada por Robert Littman, es un conjunto de obras que presenta diferentes temas y épocas de su trabajo como así también las diversas disciplinas en las que trabaja el artista: pinturas, plomos, xilografías, grabados, fotos y sus famosos libros.
"Et la terre tremble encore" 1982, presenta uno de sus tantos paisajes desvastados y en ruinas. El conocimiento del artista por la cábala está en las diferentes versiones que exhibimos tituladas "Die Sefiroth". Sefiroth es para los cabalistas la unidad indivisible donde se concentra la presencia cósmica y energética universal. El hombre del saber renacentista, que conoce la alquimia, la cábala y se aproxima a la ciencia está representado por la obra "Robert Fludd", 1996. En "Los próceres de la Sabiduría Universal", 1993, presenta los retratos de hombres entretejidos por una telaraña que los reúne más allá el tiempo histórico. Aquí el artista seleccionó imágenes muy populares de sus figuras y las fue uniendo sobre una gran tela.
Los árboles genealógicos construidos no por lazos de parentesco sino por sus aportes y afinidades están presentes en "Las Reinas de Francia". Una sucesión en el tiempo que comienza alrededor del siglo IV y que terminará por llenarse en el siglo XXII. Kiefer reconoce su última reina a mediados del siglo XIX.
En el recorrido de las páginas de sus libros se observa una idea que se va sucediendo. Como por ejemplo en "L' Auvergne", la naturaleza que va desde el animal hasta la infinita imagen de las estrellas.
El libro - catálogo que estamos presentando parte de la base de presentar el vasto panorama de la obra. El artículo principal es una reflexión sobre la historia de las imágenes en la obra de Kiefer, de Andreas Huyssen, que abarca el panorama plástico del artista hasta l992.
Gabriela Massuh da cuenta del contexto de los intelecuales y artistas nacidos en Alemania al finalizar la guerra. El tratamiento y los diferentes aspectos de como los creadores enfrentaron su terrible historia.
Agradecemos haber logrado ésta exhibición gracias al aporte de muchas personas, en especial a Anselm Kiefer por el préstamo de las obras, a Robert Littman quien curó la muestra y allanó los caminos para su realización. 

Organiza
Fundación Proa

Curador
Robert Littman 

Producción y Montaje
Sergio Avello

Meritorio de Investigación
Fernando Bruno 

Didáctica de la muestra
Hugo Petruschansky 

Textos
Andrea Huyssen 
Gabriela  Massuh 
 

Traducción 
A. De Lorenzini 

Fotografias color 
Gustavo Sosa Pinilla

Diseño 
Dto. de Diseño Fundación Proa
Willy Goldshmidt
 

Agradecimientos 
Museo de Arte moderno de Sao Pulo
Rubén Cherñajovsky y Sra. 
Sra. Rejane Cintrao 

Auspicia
Siat
Siderca
Tamsa 
Organización Techint