Se presentó la ley de mecenazgo
En el nuevo auditorio de Fundación Proa, ante una audiencia compuesta por artistas, personalidades de la cultura y líderes de organizaciones de la sociedad civil, ayer fue presentada en sociedad la ley de mecenazgo que crea el Régimen de Promoción Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destinado a estimular e incentivar la participación privada en el financiamiento de proyectos culturales.
La presentación estuvo a cargo del presidente del Consejo de Promoción Cultural, Pablo Batalla, y Facundo Almeida, miembro del Consejo. Hace dos años y medio, en la sede de Fundación Proa, Batalla había presentado el proyecto de ley junto con Diego Santilli, actual vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad, y el entonces jefe de gobierno Jorge Telerman.
La apertura estuvo a cargo de la presidenta de Fundación Proa, Adriana Rosenberg, quien recordó el lanzamiento del proyecto de ley de mecenazgo en la vieja sede de la Fundación, y felicitó a sus impulsores por haber logrado que se aprobara.
A continuación, Batalla y Almeida detallaron el funcionamiento de la nueva ley, que lleva el número 2264. Batalla destacó que la norma “es fruto del consenso de varias fuerzas políticas”, dado que fue aprobada gracias a la votación conjunta de tres partidos políticos en la Legislatura.
Los expositores afirmaron que para el año próximo habrá alrededor de 100 millones de pesos destinados al financiamiento de proyectos culturales, lo que representa el 1,1 por ciento de la recaudación de la Ciudad durante 2008. Además, subrayaron la posibilidad de que este monto se incremente con el correr del tiempo, a través de los aportes de contribuyentes particulares.
La ley
La ley de mecenazgo de la ciudad de Buenos Aires 2264 había sido sancionada por la Legislatura porteña a fines de diciembre de 2006, y ahora acaba de ser implementada por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, el 28 de noviembre último. Se trata de disponer por ley que cierto porcentaje de los impuestos sobre los ingresos brutos que aportan los contribuyentes puedan ser destinados a proyectos culturales sin fines de lucro y vinculados a la investigación, capacitación, difusión, creación y producción en las más diversas expresiones del arte y de la cultura.
La ley se establece para personas físicas o jurídicas que deseen financiar con aportes proyectos culturales de interés para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de acuerdo con lo que resuelva el Consejo de Promoción Cultural creado a tal fin, y que consta de nueve miembros, designados por el Poder Ejecutivo, la Legislatura y por artistas prestigiosos.
Además, la ley diferencia entre patrocinadores de benefactores, distinguiendo entre quienes relacionen su imagen o la de sus productos con el proyecto promocionado o requieren algún tipo de contraprestación. Serán considerados benefactores quienes contribuyan al financiamiento de los proyecto sin relacionar su imagen con éstos.
En términos prácticos, el aspirante a ser beneficiado primero debe presentar un informe del proyecto a financiar, con carácter de declaración jurada. El consejo debe resolver sobre cada proyecto, en un plazo no mayor a sesenta días corridos a partir de la presentación del mismo. Luego, “los montos aportados por los Patrocinadores o Benefactores en el marco del presente régimen, son depositados por éstos en una cuenta bancaria del beneficiario creada para uso exclusivo de la aplicación de la presente ley, en el Banco Ciudad de Buenos Aires, sin intervención posterior administrativa para su utilización y cumplimiento del proyecto”. Se deben gestionar los aportantes para cubrir el total del costo del proyecto, y la Legislatura podrá ayudar a contactarlos. Conseguido el total del presupuesto, se recibe el dinero para comenzar el proyecto.
Un trabajo colectivo
Batalla destacó que la norma “es fruto del consenso de varias fuerzas políticas”, dado que fue aprobada gracias a la votación conjunta de tres partidos políticos en la Legislatura. También señaló que “a pesar de que todos los agentes del campo de la cultura apoyan y necesitan esta ley, no existe un proyecto similar a nivel nacional”.
“La diferencia entre este sistema y otros fondos o mecanismos de promoción cultural es que procuramos reducir la burocracia al mínimo”, subrayó Batalla. También hizo hincapié en la transparencia del mecanismo: cualquier ciudadano podrá consultar on-line cuáles son los proyectos beneficiados y qué monto recibirá cada uno. “Apostamos a que los beneficiarios tengan un alto nivel de responsabilidad, sin necesidad de que el Estado controle cada movimiento que hacen”, apuntó.
Almeida afirmó que la idea de la ley “es que se multipliquen los aportantes a proyectos culturales, que no sean sólo las grandes empresas”, y destacó que “cualquier pequeño contribuyente que paga ingresos brutos en la Ciudad puede elegir qué proyecto cultural quiere financiar con sus aportes”.
Luego de la exposición, varios de los asistentes consultaron acerca de la manera en que se implementará la ley. Algunos se mostraron entusiasmados con la posibilidad de empezar a presentar iniciativas antes de fin de año. Batalla los alentó: “Tenemos la esperanza de recibir y aprobar proyectos en lo que queda de diciembre. Queremos que se presenten muchos proyectos de alta calidad: serios, experimentales y ambiciosos”.
Para consultar la ley 2264, haga clic aquí.