Luego de trasladarse de Sicilia a Turín, a fines de los años sesenta el artista frecuenta el Arte Povera que, justamente, encuentra su epicentro italiano en la capital de Piamonte. Idiota es una obra realizada por Salvo antes de su giro hacia la pintura, que tiene lugar en 1973. La obra forma parte de una serie en la que una frase escrita (“Yo soy el mejor”, “Salvo está vivo”, “Respirar el padre” o, precisamente, “Idiota”) resalta en una lápida, en mármol, material pobre que recuerda en seguida el estilo monumental de los cementerios. Partiendo de la mitificación y de la autocelebración irónica, típica de todos los trabajos de este período, Salvo construye anticipadamente su propia historiografía. Con una sutil y sarcástica  afirmación, activa un proceso interpretativo agudo, legible en diferentes niveles.