Exponente de la “Escuela de Vancouver”, Jeff Wall entra en contacto con el arte conceptual durante sus estudios, en los años setenta. La composición de las fotografías retoma a menudo la composición de obras de artistas que ejercieron gran influencia en sus estudios: Velázquez, Hokuzai y Manet.
The Jewish cemetery indaga el aspecto misterioso y oculto del paisaje y de las personas. Según el artista, el uso de la panorámica hace que la fotografía se asemeje a las pinturas del siglo XVIII de Hubert Robert, donde las personas son retratadas en lugares públicos mientras realizan sus actividades normales. La obra es una de las dos fotografías realizadas por Wall que tienen como tema un cementerio judío. Para el artista, la relación que mantenemos con la muerte es similar a la relación entre el que observa y el paisaje: sólo a una cierta distancia podemos comprender su esencia y su significado.