Umberto Boccioni
Reggio Calabria, 1882- Verona, 1916

Nace en Reggio Calabria en 1882. El padre, empleado de prefectura, se ve obligado a numerosos traslados y el joven Umberto transcurre la juventud en diferentes ciudades italianas: Forlí, Génova, Padua y Catania (1897); en esta última ciudad se recibe y comienza a colaborar con algunos periódicos locales. Cuatro años más tarde se traslada a Roma, donde frecuenta el estudio de un cartelista que lo inicia en el oficio de diseñador e ilustrador. En Roma conoce al joven pintor Gino Severini, y con él frecuenta el atelier de Giacomo Balla, que enseña los secretos de la técnica divisionista a los dos jóvenes.

En 1906 está en París, donde estudia la pintura impresionista pero sobre todo la lección de Cézanne. En París conoce y frecuenta a Augusta Petrovna Popoff, una joven y culta señora rusa, casada con Berdnicoff. Invitado por Berdnicoff, Boccioni emprende un viaje de cinco meses por Rusia. Visita las ciudades de Tzaritzin, Moscú y San Petersburgo. En noviembre visita también Varsovia. Al finalizar ese mismo año, de vuelta en Italia, se establece en Padua y se inscribe en la Academia de Bellas Artes de Venecia.

Umberto Boccioni
Retrato de Umberto Boccioni
A fines de 1907 se encuentra con la madre y la hermana en Milán. Allí admira y estudia la obra de Pellizza da Volpedo pero sobre todo el trabajo del pintor Gaetano Previati, que le enseña a conjugar divisionismo y simbolismo, llevando este último a soluciones casi expresionistas. Con Previati comparte también el interés por los temas sociales. En este período comienza a pintar argumentos más “modernos”, cuyo tema es la vida cotidiana en la periferia de Milán.

En 1909 lo impactan las palabras del Fundación y manifiesto del Futurismo, publicado por Marinetti el 20 de febrero de 1909 en el periódico parisino Le Figaro.

En febrero de 1910 visita al literato junto a sus amigos pintores Carlo Carrà y Luigi Russolo. Es el comienzo de la aventura futurista. También en 1910 firma el Manifiesto de los pintores futuristas y con Balla, Russolo, Carrà y Severini elabora el Manifiesto Técnico de la pintura futurista. Ese mismo año expone en Ca’ Pesaro, Venecia: es su primera muestra personal, con 42 obras y una presentación de Marinetti en el catálogo. A partir de 1911 Boccioni adhiere a todas las iniciativas del movimiento y contribuye de manera fundamental a su elaboración teórica, con escritos e intervenciones públicas. En otoño de 1911 va a París junto a Carrà, para organizar la muestra de los pintores futuristas. En París encuentra a su amigo Severini que le presenta a Picasso y Apollinaire. El 5 de febrero de 1912 vuelve a la capital francesa para la inauguración de la muestra Les Peintres Futuristes Italiens (Los Pintores Futuristas Italianos) en la galería Bernheim-Jeune. En abril del mismo año ve la luz su obra teórica más ardua, el Manifiesto técnico de la escultura futurista.

En 1913 es uno de los primeros colaboradores de la revista Lacerba dirigida por Giovanni Papini, casi órgano oficial del Futurismo. En los años sucesivos Boccioni estará presente en numerosas muestras en Italia y en Europa, y compartirá activamente todas las batallas de los futuristas. A comienzos de 1914 publica el ensayo “Pintura Escultura futurista”, un texto que desea dar sistematicidad crítica a la estética futurista. En las pinturas y las esculturas sigue con coherencia la aplicación de los principios futuristas que él mismo teoriza: la visión simultánea, el dinamismo plástico, las líneas-fuerza, la forma luz. En julio de 1915, al entrar Italia en guerra, Boccioni y otros pintores futuristas se alistan en el batallón de voluntarios. Muere con apenas treinta y tres años, el 16 de agosto de 1916, como consecuencia de una caída del caballo durante una ejercitación cerca de Verona.