Luigi Russolo
Reggio Calabria, 1882- Verona, 1916

Pintor y músico, es uno de los grandes protagonistas del futurismo italiano. De su padre, organista de la catedral de Portogruaro y director de la orquesta filarmónica local, hereda la pasión por la música, que comparten también sus hermanos, que estudian en el conservatorio Giuseppe Verdi de Milán. A partir de 1901, vive en la capital lombarda, donde se acerca al arte figurativo a través de su esporádica asistencia a la Academia de Brera, su colaboración con la restauración de la serie pinturas del Castello Sforzesco y el Cenáculo de Da Vinci. Estudia las técnicas de grabado, realizando una serie de aguafuertes de naturaleza simbolista, que se exponen en la muestra Bianco e nero (Blanco y Negro) en la sede de la Famiglia Artistica de Milán, en diciembre de 1909, ocasión en la que conoce a Boccioni, con quien inicia una entrañable amistad. Durante el mismo periodo, se acerca al simbolismo de Romolo Romani y Alberto Martini.

El febrero de 1910, su encuentro con Marinetti y los otros futuristas, entre ellos Carrà, Bonzagni y Romani, conduce a la firma del Manifesto dei pittori futuristi (“Manifiesto de los pintores futuristas”), del 11 de febrero de ese año. En esa primavera, expone con Boccioni y Carrà, y soscribe La pittura futurista. Manifesto tecnico (“La pintora futurista. Manifiesto técnico”), del 11 de abril. En septiembre, presenta sus aguafuertes en la Permanente de Milán, junto a obras de Balla y Boccioni, y en diciembre, en la nueva sede de la Famiglia Artistica, presenta algunos trabajos importantes, como Treno in corsa nella notte (Tren nocturno a la carrera), Il lavoro (El trabajo), Nietzsche (Nietzsche), Profumo (Perfume). En abril de 1911, en el Salon Riccordi de Milán, expone algunas pinturas que marcan el inicio de su plena adhesión al futurismo, entre ellas La musica (La música) y La rivolta (La revuelta).

Luigi Russolo
Retrato de Luigi Russolo

En febrero de 1912, lleva a la muestra en la Galeria Bernheim-Jeune los óleos que ejecutó durante los meses precedentes, entre ellos Una e tre teste (Una y tres cabezas) y Ricordi di una notte (Recuerdos de una noche). En la exposición futurista que se realiza en febrero de 1913 en el Teatro Constazi  de Roma, presenta otras obras fundamentales, como Linee forza della folgore (Líneas fuerza del fulgor), Solidità della nebbia (Solidez de la niebla) y Compenetrazione di Case+Luce+Cielo (Compenetración de casas+luces+cielo).

Durante ese mismo periodo, su interés por la música lo conduce a una profunda renovación de esa disciplina en el ámbito futurista. El 11 de marzo de 1913, bajo la forma de una carta al compositor Pratella, redacta el manifiesto L’Arte dei rumori (“El arte de los ruidos”), núcleo de sus sucesivas investigaciones sobre los “ruisonidos”. A partir de esa fecha, cesa su actividad pictórica para dedicarse a la investigación musical. Con la colaboración de su amigo Ugo Piatti, construye los instrumentos capaces de reproducir ruidos, llamados “entonaruidos” o “entonadores de ruidos”. En octubre de 1913 firma junto a Marinetti, Boccioni y Carrà el Programma político futurista (“Programa político futurista”), que aparece publicado en Lacerba.

En marzo de 1914, publica en la misma revista un artículo, Grafia enarmónica per gli intonarumori futuristi (“Grafía enarmónica para los entonaruidos futuristas”) y dos páginas de la partitura de Risveglio di una città (“Despertar de una ciudad”), interpretadas en abril en el Teatro del Verme de Milán, en medio de enardecidas protestas por parte del público. Una serie de doce presentaciones en el Coliseum Theatre de Londres, durante el verano de 1914, confirman el éxito inmediato de su producción en los ámbitos musicales. Participa de las manifestaciones de los intervencionistas, y es arrestado junto a Boccioni, marinetti, Mazza y Piatti. En septiembre de 1914, firma el manifiesto Sintesi futurista della Guerra (“Síntesis futurista de la guerra”).

En abril de 1915, gracias a Marinetti conoce a Stravinski, quien ya había presenciado sus conciertos londinenses del año anterior, junto a Prokofiev, Djagilev y Massine. En mayo, se enrola en el batallón de ciclistas lombardos voluntarios. En septiembre de 1916, publica L’Arte dei Rumori (“El arte de los ruidos”) para las Edizioni Futuriste di Poesia, texto que amplía los contenidos de la anterior carta-manifiesto a Pratella. En diciembre de 1917, es herido gravemente en la cabeza en combate, y debe permanecer en convalecencia durante dieciocho meses. En 1919, durante la inauguración de la Esposizione nazionale futurista di Palazzo Cova (Exposición Nacional Futurista de Palazzo Cova), en Milán, interpreta un ensayo musical con entonaruidos.

En 1920, es probablemente el único responsable de la extensión del manifiesto futurista Contro tutti i ritorni in pittura (“Contra todo retorno en pintura”), que lleva también la firma de Dudreville, Funi y Sironi, mientras continúa con sus actividades de difusión de la música “ruidista”. En junio de 1921, en el Théâtre des Champs Élysées de París, ejecuta tres conciertos con entonaruidos y orquesta. Durante el primer concierto, es duramente interpelado por los dadaístas, pero también asisten entusiastas defensores, como Ravel, Stravinski, Honegger, Casella y Piotr Mondrian, que dedica un largo artículo a los “entonaruidos” en la revista De Stijl. Ese mismo año, inventa el “rumorarmonio”, un instrumento similar al armonio pero capaz de producir ruidos en diversos tonos. Colabora con Marinetti y Pratella para introducir entonaruidos en el drama Il Tamburo di fuoco (El tambor de fuego), presentado en mayo de 1922 en el teatro Verdi, de Pisa. Participa en el Primo congreso futurista italiano (Primer Congreso Futurista Italiano), en Milán, en noviembre de 1924, y en 1925 presenta el arco armónico, con el cual destierra la digitación sobre las cuerdas sonoras para producir cambios tonales.

En 1926, expone en la Prima mostra del Novecento italiano (Primera Muestra del Novecento Italiano), y en la Bienal de Venecia de ese año presenta la pintura Impressioni di bombardamento [shrapnels e granate] (Impresiones de un bombardeo. [Shrapnels y granadas]). Colabora con el Teatro de la Pantomima de Prampolini y realiza conciertos con el rumorarmonio, sobre todo en París. En la capital francesa,  conoce al director Epstein y al productor Grenieff. En 1929 conoce al cineasta Jean Painlevé y realiza la música de la película La marche des machines (La marcha de las máquinas), de Eugene Deslaw, con su rumorarmonio y otro instrumento ligeramente modificado, llamado “russolófono”. Entre 1929 y 1930, expone dos veces en la Galerie 23, de París, y con el grupo Cercle et Carré. Algunas de las obras de sus muestras parisinas son invitadas a la Bienal de Venecia de 1930.

En 1932 se traslada a los alrededores de Tarragona, España, y visita también Barcelona y Madrid, mientras sigue colaborando con la revista de Fortunato Depero, Dinamo Futurista. Se interesa por el ocultismo y las filosofías orientales, y a su regreso a Italia, en 1934, se traslada a la comuna de Cerro di Laveno, junto al Lago Maggiore, donde comienza la elaboración de su texto Al di là della materia (“Más allá de la materia”), editado en 1938. Sus últimas producciones están orientadas hacia un modelo clásico con acentos esotéricos, mientras se dedica a la especulación filosófica, cuyo ejemplo es el libro Io e lánima (Yo y el alma), que deja inconcluso.